SANTIAGO.- Las células madre que se encuentran en el flujo menstrual podrían contribuir en el desarrollo de nuevos tratamientos contra el cáncer, determinó una investigación realizada por científicos chilenos y publicada esta semana en la revista Oncotarget.
En el estudio, los expertos del centro de investigación Cells for Cells, de la Universidad de Los Andes, descubrieron que los exosomas, vesículas encargadas de la comunicación celular presentes en las células madre, podrían jugar un rol fundamental en tratamientos para inhibir el crecimiento de tumores.
Así lo explica la investigadora líder del centro, Francisca Alcayaga en conversación con Emol. Es un proceso en que "los exosomas de las células madre del flujo menstrual inhiben la capacidad de formar vasos sanguíneos en un tumor, por ende el tumor crece más lento".
Este descubrimiento se realizó luego de que los científicos estudiaran el proceso fisiológico por los que atraviesa el fluido menstrual.
Durante el ciclo que se desarrolla en el endometrio en que la capa interna se engruesa y luego se fragmenta, las células madre presentes se encargan de producir angiogénesis, es decir la formación de vasos sanguíneos nuevos a partir de los vasos preexistentes. Sin embargo, en la etapa de fragmentación, este proceso se revierte y las células comienzan a inhibir el crecimiento de estos vasos.
"Los exosomas que utilizamos provienen de las células madre que están justo después de la inhibición de la creación de vasos sanguíneos", comenta la científica Alcayaga. Es por esto, que al ser aplicados al tumor, inhibición de la angiogénesis, desacelerando así su crecimiento por la falta de vasos sanguíneos necesarios en el aumento de tamaño.
La preferencia de los exosomas por sobre las células madre
La científica del centro Cells for Cells detalló que el uso de exosomas, en vez de la célula madre completa, se debe a que estas vesículas no son modificables debido a que sólo cuentan con la información de la célula de la que provienen, pero no con núcleo.
En cambio, el material completo, "al ser célula, responde al medio ambiente con que se encuentra. Entonces si se le suministra a un paciente, la célula madre va a llegar a un ambiente y podría responder a condiciones adversas que podrían potenciar al tumor", comenta la Alcayaga.
Es por esto que las vesículas que se desprenden de la célula permiten inhibición de la angiogénesis, ya que cuentan con la información de la célula y no se modifican al entrar en contacto con el tumor.
El futuro de la investigación
Esta investigación de los científicos chilenos sobre el proceso ahora continuará con tres nuevas aristas que buscan mejorar los tratamientos actuales contra el cáncer.
"En primer lugar queremos entender el mecanismo de acción" que tienen los exosomas, comenta Francisca Alcayaga. Luego de eso, "intentar potenciar el efecto. Porque si yo logro saber cuál es el contenido del exosoma que me produce la inhibición de la angiogénesis, la puedo potenciar".
A partir de esto, los expertos también quieren comenzar a trabajar con ratones que permitan mantener los tumores de pacientes reales para observar el proceso que ocurre en estos casos.
Por el momento, el equipo liderado por Alcayaga en los laboratorios de Cells for Cells que se encuentran en las dependencias de la clínica de la Universidad de Los Andes ha estudiado la evolución de estos exosomas en tumores de cáncer de mamas, próstata y páncreas.