Dinghua Yang & Jun Liu, Nature
LONDRES.- Un equipo internacional de científicos ha descubierto el fósil de un embrión dentro de su madre perteneciente a un grupo de animales que hasta ahora se pensaba que sólo se reproducía por huevos, según informa la revista científica Nature.
Se trata de un fósil de hace 250 millones de años hallado en China, correspondiente a un animal conocido como dinocephalosaurus, perteneciente al grupo de los archosauromorpha -el mismo que está emparentado con los cocodrilos y las aves- que habitó en el sur de ese país en la mitad del Triásico.
El líder de la investigación, el profesor Jun Liu de la Universidad de Tecnología de China, reconoció que se sintieron "muy emocionados" cuando vieron el embrión por primera vez y destacó la importancia del descubrimiento.
"Es el primer caso de un vivíparo en un grupo tan grande de animales que engloba aves, cocodrilos, dinosaurios y pterosaurios" explicó.
"La información de reproducción biológica de los archosauromorpha antes del período jurásico no existía hasta nuestro descubrimiento, pese a que tiene 260 millones de años de historia", agregó.
Cuando los científicos encontraron el pequeño fósil dentro del animal no tenían la seguridad de si se trataba de un bebé que aún no había nacido, "no estaba seguro si el embrión era el último almuerzo de la madre o una criatura que aún no nacía", detalló Liu. Sin embargo, los expertos finalmente detallaron que no podía tratarse de una última cena.
De hecho, durante el análisis del fósil, los investigadores encontraron rastros de la última comida del animal y las condiciones de los restos eran completamente distintas. El pez ingerido por el Dinocephalosaurus estaba orientado en la dirección contraria del embrión y parcialmente digerido.
Análisis posteriores de la evolución de estas especies mostraron que el hecho de ser vivíparos u ovíparos afecta a la determinación genética del sexo de la cría.
Así, el coautor del estudio, el profesor Chris Organ de la Universidad de Estatal de Montana, en Estados Unidos, explicó que el sexo de las crías de algunos reptiles, como de los cocodrilos, viene determinado por "la temperatura a la que se encuentra el nido".
"Descubrimos gracias al fósil que las crías dinocephalosaurus, antepasados directos de los cocodrilos, determinaban su sexo genéticamente, como los mamíferos o las aves".
Los expertos concluyen que este hallazgo "vuelve a escribir" cómo entendíamos hasta ahora la evolución de los sistemas reproductivos.
El profesor Mike Benton, de la Universidad inglesa de Bristol, que también participó en la investigación, apuntó que es "genial" dar un paso "tan importante" en el estudio de la evolución de un gran grupo de animales.