SANTIAGO.- Durante los últimos años hemos visto como el teléfono se vuelve cada vez más importante en la vida de los usuarios, actuando como el centro de vida digital: entrega acceso a comunicación con familia y amigos, es una herramienta para el tiempo libre y también un objeto cada vez más relevante en el trabajo. Pero también es cierto que una cantidad importante de consumidores todavía requiere un computador para sus labores principales en el trabajo.
¿Puede un teléfono tomar las principales tareas de un computador personal? A lo largo de los años varios esfuerzos han surgido apuntando a este punto, y el último de ellos fue lanzado por Samsung en marzo: un accesorio para su smartphone Galaxy S8 al que se le puede conectar un monitor, un teclado y un mouse, convirtiendo al smartphone en un minicomputador portátil.
El accesorio se llama "Samsung Dex" y recientemente fue lanzado en Chile. Pudimos probarlo durante algunos días y, en general, cumple lo que promete. Al conectarlo a un monitor y a la corriente (también carga el teléfono mientras está en uso), la pantalla muestra un escritorio tradicional. Al sumar un mouse y un teclado (conectados vía los dos puertos USB de Dex o a través de Bluetooth), se puede controlar toda la experiencia como un PC clásico. Se pueden abrir carpetas y correr todas las apps del teléfono en ventanas.
Algunos programas, como las apps de Google (Gmail, Calendar, Chrome, entre otras) y las de Microsoft Office, están optimizadas para este sistema, permitiendo usarlas a ventana completa y con experiencias muy similares a las de un computador. Otras, como Spotify, funcionan pero sólo en sus versiones originales, pudiendo ser sólo usadas en ventanas verticales.
La experiencia es gratamente completa. Se pueden revisar y contestar correos, navegar en internet, crear y editar documentos, hasta editar fotos si se tienen programas para ello. Hacer tareas más complejas, como editar videos o usar videojuegos, va a generar problemas de demoras, pero es un muy buen primer acercamiento a la idea del "dispositivo único" que se tiene consigo constantemente.
Lo malo de Dex es su poco alcance actual. Por ahora sólo es compatible con la serie de teléfonos Galaxy S8, que incluye dos modelos cuyos precios parten en en cerca de $650.000. A esto hay que sumar $130.000 por la base de Dex en sí.
Pero hay otras formas de replicar la experiencia de manera más económica, aunque también limitada. Un cable HDMI a microUSB o USB C (dependiendo del conector del smartphone) permite replicar la pantalla del teléfono en un display más grande, y un teclado inalámbrico puede ser conectado a casi cualquier equipo a través de Bluetooth. No se tiene la funcionalidad de un escritorio o un control por mouse, pero sí se amplía el alcance del teléfono.
Microsoft también cuenta con un sistema similar a Dex, llamado "Continuum" y que está basado en Windows 10, aunque en Chile sólo está disponible a través de un smartphone de HP comercializado para el mundo corporativo.
