NASA/Jet Propulsion Laboratory
WASHINGTON.- Cuando la agencia espacial de Estados Unidos envíe el próximo rover a la superficie de Marte para medir diversos aspectos del planeta que hasta ahora son desconocidos, también lo hará con un nuevo instrumento que nunca ha llegado a este destino: Un helicóptero, con el que pretenden obtener imágenes inéditas del planeta.
Se trata del "Helicóptero de Marte", como decidieron llamarlo en el Laboratorio de Propulsión de la NASA (JPL, por sus siglas en inglés), y será capaz de operar de manera autónoma por los cielos del Marte, en una prueba de levitación en esta atmósfera, la que es 100 veces menos densa que la que tenemos en la Tierra.
El proyecto, que se ha trabajado durante cuatro años en el JPL, parece haber recibido finalmente la aprobación de la agencia, ya que estuvo en duda durante un tiempo debido a razones económicas -sobre todo tras los últimos reveses que ha tenido el organismo con los presupuestos estatales- y que ahora parece que será una realidad.
Este helicóptero permitirá no sólo tener una visual aérea del planeta rojo con sus dos cámaras, sino además demostrar las capacidades aeronáuticas en esta atmósfera (eso si logra despegar y mantenerse en el aire), lo que podría ser utilizado en el futuro para enviar más y mejores instrumentos voladores y así recorrer zonas que son de difícil acceso para los rovers.
De hecho, este nuevo dispositivo viajará por el espacio junto al rover Mars 2020, el sucesor del Curiosity. Para lograr su vuelo, deberá levantarse a una altura de 100 mil pies (cerca de 30,5 kilómetros de la superficie), mucho más de lo que los helicópteros lo hacen en la Tierra, donde sólo alcanzan un promedio de 40 mil pies de altura (12,2 kilómetros).
En el proyecto del JPL, se espera que la aeronave -de sólo 1,8 kilos de peso- logre cinco viajes de manera autónoma de hasta 90 segundos cada uno, durante un periodo de 30 días.