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Los cincuenta años del vuelo supersónico del Concorde, una historia de logros y fracasos

El avión que marcó el mayor logro europeo en aeronáutica en la década de 1960 fue capaz de mantenerse en vuelos comerciales hasta 2003 cuando los costos de elevarlo no eran suficientes para las dos aerolíneas que apostaron por él.

02 de Marzo de 2019 | 12:28 | Redactado por Camila Díaz S., Emol/EFE
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EFE
PARÍS.- El desarrollo de la aviación y la aeronáutica vivió un año de oro hace medio siglo. Uno de estos avances fue el primer vuelo del Concorde, el avión supersónico que logró alzarse en el aire el 2 de marzo de 1969 en su vuelo de prueba desde el aeropuerto francés de Toulouse-Blagnac, después de dos intentos fallidos los días anteriores.

Si bien en su momento recibió los aplausos de los asistentes y logró completar 812 horas de vuelo, en su vida útil fueron diversas las críticas que recibió en sus viajes, principalmente por el ruido que hacía al despegar y su alto costo.

"Todo el mundo se puso a aplaudir, aunque no se oía nada", recuerda Germain Chambost, un ex piloto del Ejército del Aire que se encontraba en el evento. Este despegue era "la revancha de Europa frente a Estados Unidos" que ese mismo año, pero unos meses después, lograría el primer alunizaje tripulado de la historia.

En Europa "apostamos por el avión supersónico. Y tuvimos éxito", comenta.

En aquella oportunidad fue la tripulación compuesta por André Turcat, Henri Perrier, Michel Rétif y Jacques Guignard la encargada de hacer las últimas revisiones para el despegue histórico de este avión que logró una velocidad sobre los dos mil kilómetros por hora.

En pleno momento de conquista del espacio, con el mundo dividido entre dos polos, Europa vio en el aparato supersónico un resquicio donde desarrollar su propia tecnología.

Chambost relata cómo presenció una conversación en la que el secretario de Transporte de Estados Unidos preguntaba a sus consejeros si era cierto que su país había invertido el mismo dinero que Europa en investigación para un prototipo similar. "Así es, señor", respondieron los técnicos ante su sorpresa.

Uno de los puntos que marcó la existencia del Concorde fue el accidente en 2000 en Gonesse que terminó con 133 víctimas fatales luego de que el avión reventara un neumático a causa de una placa metálica en la losa del aeropuerto y que sólo tres años después pesó en su retiro definitivo de las rutas aéreas.

En este aniversario, la última piloto en volar el Concorde, Beatrice Vialle, recuerda que "cada vez que lo veo, es una historia de amor que se prolonga. Poder volar supersónico es un sueño que todos los pilotos tienen en su carrera", según detalló en una entrevista hace un par de años.
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