Los grupos de Facebook son, tal como lo indica su nombre, espacios donde una serie de usuarios se reúnen en la plataforma de la compañía para discutir hobbies, intercambiar información de interés, apoyarse, planear viajes o cualquier otro motivo. Para unirse a un grupo habitualmente se requiere la arobación de un administrador u otro miembro.
Muchos de estos grupos son públicos, es decir, cualquier persona puede llegar a ellos, ver una lista de sus miembros y sus publicaciones, sin necesidad de unirse, incluso sin siquiera ser parte de Facebook. Otros son "grupos cerrados". Estos foros aparecen en las búsquedas, pero sólo los miembros pueden saber quiénes más están inscritos y revisar las publicaciones.
Y en tercer lugar están los "grupos secretos", que no son visibles en ninguna instancia para los no inscritos, ni siquiera en las búsquedas. Para unirse a esos grupos se requiere directamente una invitación por parte de algún miembro.
Muchos de estos grupos secretos no son necesariamente creados para ocultar discurso de odio, sino también permite a personas hablar libremente sobre temas de salud o para compartir imágenes de sus hijos a familiares o amigos cercanos.
Facebook asegura que unos 400 millones de sus usuarios pertenecen a grupos que consideran "signiticativos", algo que definen de varias formas, incluyendo la cantidad de tiempo que una persona pasa en ellos. La compañía, sin embargo, no entrega información sobre cuántos de estos grupos son públicos, cerrados o secretos.
Facebook afirma que todos los grupos, incluyendo los secretos, están sujetos a los mismos estándares de comunidad que se aplican a publicaciones individuales. Entre otras cosas, estas reglas prohíben el bullying y el acoso, el discurso de odio, glorificación de la violencia o publicaciones "crueles e insensibles" que apunten a "víctimas de daño físico o emocional serio".
Por cierto parece ser más fácil que estas reglas se puedan violar en grupos secretos, aunque de la misma forma con la que una persona podría llegar a compartir publicaciones objetables con amigos que piensan igual sin ser denunciado. Si bien una publicación racista o amenazante en un grupo secreto tiene menos probabilidad de ser reportada por otros miembros, Facebook maneja herramientas -incluyendo inteligencia artificial- que pueden detectar algunas de estas violaciones.
El sistema, sin embargo, está lejos de ser perfecto. Por ejemplo, si bien Facebook utiliza bastante la IA para hallar pornografía, violencia gráfica y propaganda terrorista, entre otras cosas, sus sistemas no son lo suficientemente sofisticados para entender matices, contextos o sátira.
Facebook dijo que está cooperando con autoridades federales en su investigación al respecto. La compañía no respondió preguntas sobre si alguna de las publicaciones del grupo secreto de la Patrulla Fronteriza -llamado "Soy 10-15", en una referencia al código que utilizan para denominar a los "extranjeros en custodia"- violó sus estándares.
El grupo tenía alrededor de 9.500 miembros, de acuerdo a ProPublica, e incluía una serie de publicaciones ofensivas.
Algunos miembros habían publicado imágenes sexuales trucadas de la congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez; epítetos en contra de la misma representante de Nueva York y su colega Veronica Escobar de Texas; e incluso un miembro pedía lanzar "un burrito a estas 'perras'" si es que visitaban los campos de detención de migrantes. Otros bromeaban sobre la muerte de migrantes.
Aún no está claro si todas las publicaciones violaban las normas de Facebook, ya que incluso insultos de grueso calibre podrían ser considerados "ofensivos", pero no constituir discurso de odio o abuso. Tampoco podría serlo otro mensaje en que un usuario cuestionaba la veracidad de la foto publicada a fines de junio por AP, en la que se observaba a un inmigrante salvadoreño junto a su hija, ahogados en las orillas del Río Grande.
Carla Provost, jefa de la Patrulla Fronteriza, dijo que las publicaciones eran "completamente inapropiadas" y agregó que los empleados que hubiesen violado los estándares de conducta de la institución, tendrían que hacerse responsables.
Algunos defensores de la Patrulla Fronteriza han sugerido que los propios agentes no debiesen ser culpados por todas las publicaciones. En un comunicado en Twitter, el Consejo Nacional de la Patrulla Fronteriza, condenó las publicaciones del grupo, pero aseguró que en él había no sólo agentes actuales o retirados, sino también "miembros del público".
ProPublica vinculó publicaciones con "perfiles aparantemente legítimos de Facebook que pertenecen a agentes de la Patrulla Fronteriza, incluyendo a un supervisor de El Paso, Texas, y un agente en Eagle Pass, Texas", aunque no pudo contactarlos individualmente.
No es imposible que personas externas pudiesen unirse al grupo, dependiendo de qué tan minuciosos fuesen los adminitradores para enviar invitaciones. Facebook no se involucra en ese proceso. No está claro cómo el grupo "Soy 10-15" aprobaba a sus miembros.