Cinturón de Fuego del Pacífico: Qué es y por qué el 90% de los temblores del mundo ocurren allí
Con alrededor de 40.000 kilómetros de extensión, esta franja rodea el océano Pacífico y concentra la mayor parte de los volcanes y terremotos del planeta.
El Cinturón de Fuego del Pacífico, también conocido como Anillo de Fuego, es una vasta zona de inestabilidad geológica que rodea el océano Pacífico.
Con una extensión cercana a los 40.000 kilómetros, atraviesa decenas de países, desde América hasta Asia y Oceanía, albergando más de tres cuartas partes de los volcanes activos conocidos.
Por ello, comprender el funcionamiento de esta zona es fundamental no solo para la geología, sino también para la prevención de desastres en amplias regiones del mundo.
Extensión geográfica
El Cinturón del Fuego del Pacífico abarca un área volcánica que comprende alrededor de unos 40.000 kilómetros en total.
En este territorio se encuentran la mayor cantidad de volcanes y supervolcanes de todo el mundo.
Al Este, reúne a Argentina, Bolivia, Canadá, Colombia, Chile, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua y Panamá.
Posteriormente, a la altura de las Islas Aleutianas, se repliega en el norte del océano Pacífico, entre Alaska (Estados Unidos) y la península de Kamchatka (Rusia).
Baja después para incluir a la costa y las islas de Rusia, Japón, Taiwán, Filipinas, Indonesia, Malasia, Timor Oriental, Brunéi, Singapur, Papúa Nueva Guinea, Islas Salomón, Tonga, Samoa, Tuvalu y Nueva Zelanda.
Actividad sísmica y volcánica
El Cinturón del Fuego del Pacífico, es comprendido como un área con alta actividad sísmica, donde, según expertos, se producen el 90% de todos los sismos del mundo.
Junto a ello, la zona alberga alrededor del 80% de los terremotos más grandes registrados hasta la actualidad.
¿Por qué ocurren tantos terremotos en esta zona?
La intensa actividad sísmica en el Cinturón de Fuego del Pacífico se debe a la tectónica de placas, debido a que el lecho del océano Pacífico reposa sobre varias placas tectónicas.
La fricción de las capas de la corteza terrestre provoca que se acumule tensión, la cual debe ser liberada.
Son este movimiento y la colisión de las placas tectónicas los que dan origen a los terremotos. De hecho, este proceso también puede generar actividad volcánica.