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Las mujeres la llevan

04 de Febrero de 2005 | 13:38 |
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Las mujeres somos fieles y más con quienes nos reciben sin preguntarnos muchas cosas y sin exigirnos demasiados respaldos.

Por eso, las tarjetas de las casas comerciales se han convertido en el instrumento de pago más usado por ellas, según los estudios de mercado hechos por Gémines.

Las razones son de lo más variadas: uno puede mantener controlados los gastos, se aplica el sistema de pago en cuotas, evita tener que andar con cheques, pero, al parecer, la que más representa el sentir de las mujeres es que las casas comerciales son más amigables con ellas y no cobran comisión por no uso.

Si bien, un grupo importante de mujeres utiliza el dinero en efectivo (el 95 % de ellas), un 85 % de ellas, también usa las tarjetas de crédito de casas como Falabella o Ripley para pagar consumos fuera de esas tiendas. Las tarjetas de crédito de los bancos y el cheque se quedan atrás con un 28 % y un 19 %, respectivamente.

En definitiva, un 95 % de las mujeres posee una tarjeta de casa comercial y en el segmento ABC es de 76 %. En cambio, sólo un 30 % tiene tarjetas bancarias y un 23 % chequera.

Los investigadores han detectado que este fenómeno no tiene mucho que ver con el sexo ni el nivel socioeconómico, sino con el acceso que existe al instrumento de pago. Las casas comerciales, en definitiva, acogen a las mujeres porque las saben buenas consumidoras y pagadoras. Los bancos, en cambio, son mucho más restrictivos e imponen demasiadas condiciones.

Las casas comerciales, que han ampliado sus negocios al mundo financiero, tienen claro que son ellas las que toman las decisiones de consumo en el grupo familiar y por eso, han extremado su estrategia para captarlas. Y en esto no sólo están Falabella, Ripley y otras tiendas conocidas, sino que los supermercados como Jumbo y Líder que también buscar ampliar su mercado de la tarjeta de crédito institucional.

El único pero de todo esto, y las mujeres ya lo advirtieron, es que las opciones de pagos aún son muy restringidas. La mayoría se pueden usar en los negocios de la misma empresa, pero muy pocas dan la opción de pagar otros servicios ajenos a la farmacia o la gasolina.

La demanda, detectada por Gémines, apunta a establecer alianzas con laboratorios, clínicas, consultas médicas y otros, es decir, con los servicios que habitualmente debe usar una mujer con familia.
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