Cristián Sánchez nació el 29 de mayo de 1972. Tiene 32 años y es el segundo de siete hermanos, todos hombres, entre los 34 y los 16. Habla de su familia con una gran pasión, admira profundamente a sus padres, especialmente a “santa Rosita”- como la llama cariñosamente- y se nota que “el choclón” dejó una fuerte huella en él.
-¿Cómo es la experiencia de familia numerosa?
“Buenísima, súper choro, lo hemos pasado súper bien. Obviamente hay una diversidad de personalidades que hace que los almuerzos en mi casa sean re entretenidos y, aunque hay duplas y tríos, tenemos una relación sumamente fluida.
“Somos de abrazarnos, de llamarnos, de querernos todo el rato. Mi mejor amigo es mi hermano que me sigue, tenemos una relación súper cercana, es al primero que le cuento las cosas, a pesar de que soy muy cerrado y me gusta bancarme las cosas solo”.
-¿Te cuesta abrirte?
“Sí, sobre todo contar las cosas negativas. Me gusta que el resto esté bien, entonces digo ¿para que achacar a los otros? ¿me entendís? Y, por otra parte, siento que soy o me creo autosuficiente, como que digo por mucho que cuente mis cosas, no me van a poder entender ni a ayudar”.
-Pero esa es una característica bien de macho.
“Sí, puede ser. De hecho, el mismo cuento de mi separación me costó un par de semanas en contarlo; me la comí solo y… ¡bueno ahí está!”.
-Siete hombres ¿No echaron de menos a la niñita?
“Hubiera sido choro, llegaron a los siete buscando a la niñita. Te diría que al quinto, todos dijimos ¡por favor ya no!, porque no sabíamos como podía salir: demasiado sobreprotegida o amachotada…no sé.
“Me acuerdo que ya habían pasado como cuatro o cinco años sin guagua y yo le dije a mi mamá que tuviera más, que ya estaba aburrido de los mismos cinco. Me hizo caso y tuvo dos más… pero hombres”.
-Y tu mamá, ¿no se volvía loca?
“Ella es ídola máxima: Rosita (Barceló) es santa Rosita y nosotros la protegemos harto y mi viejo la protege muchísimo. Ella es una fanática de cada uno de nosotros; me impresiona su capacidad de conocer a cada uno, vivir las mismas experiencias siete veces y siempre con ese entusiasmo, con esa alegría como que si cada vez fuera la primera. En todo… ¿cachai vivir 7 edades del pavo? Y siempre con una entrega, con una capacidad de dar, siempre tiene tiempo para todos”.
-A propósito de esta experiencia ¿cuál es tu modelo de familia?
“Me gustan las chiquillas que se rascan con sus propias uñas, la chilena actual, que es independiente, es segura; me gusta que en su momento sea cabrona, pero que no pierda esa capacidad de decirle al hombre sabís, necesito cariñito, porque eso está fallando hoy.
“Con toda la onda de la mujer segura e independiente, se ponen una coraza y no hay que perder la posibilidad de, continuamente, pedir que le hagan cariño, que la abracen…”
-¿Eso no es mutuo?
“Obvio, lo que pasa es que yo encuentro que el hombre, en general, es un tipo regalón, pero ahora con toda esta filosofía de la mujer independiente y todo ese rollo, se les pasa la mano y se ponen duras…hoscas”.
-¡Pero contesta sobre cómo formar tu familia!
“¡Ah, la familia! Así con una chiquilla que se las traiga, pero sepa demostrarse débil, que sea real y me gustaría tener varios cabros… pero así como voy ¡no sé!
“Siempre soñé con tener hijos siendo joven y ya no lo soy tanto”.
-No… ¡si eres un viejo!
“Lo que pasa es que me gustaba la figura de que el cabro chico en primero básico tuviera un papá súper joven que fuera el taquilla, el bueno pa’l fútbol. Me sigo entrenando para igual serlo. No, broma, pero me gusta la onda de la cercanía, soy fanático de los cabros chicos”.
-Supongo que sabes hacer de todo.
“Claro, los siete ayudábamos y, aparte, me fui de la casa súper joven, así que, si bien no soy fanático de cocinar, me cocino rico y me regaloneo harto. Mi familia me alega que soy malo para invitar, debe ser por el espíritu de ermitaño que tengo, me cuesta invitar a mi casa”.
-¿¡Ermitaño!?
“Sí, soy súper chupao e introvertido. Suena como el típico tollo de los actores, pero es lo que hay. En la tele juego al duro y no es que lo haya buscado, se fue dando… todo el tema del sexo y eso…”
-Me llamó mucho la atención que tu manager dijo que no te preguntara ni de sexo ni de política ¿por qué?
“No me interesa dar mi punto de vista no más”.
-Pero el sexo ¿en qué sentido?
“No me interesa que me pregunten mis intimidades, como está de moda. No me refiero a los temas en general, sino a mi propia vida”.
-Y en política ¿no quieres hacer pública tu tendencia o no tienes?
“Al contrario, lo tengo súper claro y le hago mucha propaganda a tener punto de vista sobre los temas y en política también, pero, por ser persona pública, no me interesa dar a conocer mi pensamiento”.
-¿Vicio privado?
Lo piensa un buen rato: “Estar solo, después de la radio, y hacer balance del día, echado en mi cama, escuchando música”.
-¿Cuál es tu relación con la religión?
“Sigo siendo súper católico, voy a misa todos los domingos. Aunque he tenido, como la mayoría, los momentos de flojera, para mí es un impulso enorme para estar bien y me gusta. Cuando me cuesta, más me gusta, porque siento que está bien, me hace bien, me siento tranquilo, además que he tenido una vida ¡increíble!”.
-Deseos no cumplidos.
“Ehhh, el matrimonio y los hijos, pero sin que sea una obsesión. Siento que he tenido una vida súper power, muy buena”.
