Una de las dietas más conocidas en Estados Unidos es la de la Clínica Mayo, que no produce déficit de vitaminas ni de minerales.
Permite entre 1.000 y 1.500 calorías diarias con 50 por ciento de proteínas y prohíbe la grasa adicional.
Sólo se puede seguir durante una o dos semanas (14 días máximo), y se desaconseja para quienes padecen hipertensión, arteriosclerosis y trastornos renales.
La razón es muy simple, como
es una dieta desequilibrada, rica en proteínas, produce un aumento del trabajo renal y hepático; además, la carencia de hidratos de carbono podría disminuir la masa muscular y por su característica promovería la deshidratación.
En todo caso, esta dieta produciría un rápido descenso del peso corporal.
Los alimentos que deberíamos consumir son los siguientes: huevos (sólo hasta 6 por día), carnes de todo tipo, quesos, mantequilla, verduras de hoja, agua.
Y los alimentos que no debemos consumir son los siguientes: azúcar, pastas, harinas, legumbres, frutas papas, papas, zanahorias, remolachas, uvas, bananas, y alimentos ricos en hidratos de carbono.
Una opción de la dieta |
Desayuno: café o té sin azúcar, pan integral con margarina, queso fresco y dos huevos cocidos.
Almuerzo: pollo con arroz integral al curry, y pescado o bistec con puré de acelgas.
Cena: filete de ternera con arroz natural y arvejitas o pollo a la plancha con verduras.
Para beber, leche, agua mineral y jugos naturales.
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