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El ejercicio alternativo exige meditar

Antes de optar por una terapia complementaria, hay que averiguar cuál responde mejor a las condiciones físicas de cada uno. Reconocer cuándo es perjudicial también es bueno.

21 de Noviembre de 2005 | 18:24 |
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Qi gong, chi kun, yoga, tai chi, aikido, zen, pilates, etc. La oferta de terapias alternativas es amplia. Casi no hay municipalidad que deje de ofrecerlas para mejorar la salud a quienes pasaron las seis décadas. Lo mismo ocurre en el sector privado, donde abundan los profesores que dan clases.

Para evitar efectos contraproducentes con estos ejercicios, los especialistas recomiendan que antes de tomarlos es necesario preguntarse en qué consiste lo que se va a practicar y si se adecua a las condiciones físicas de las personas.

"Estas técnicas tienen miles de años de práctica. Para enseñarlas se requiere de un estudio acabado. Algunos movimientos mal dirigidos pueden provocar lesiones", explica Ernesto Vega, doctor de la Universidad de Chile y director de la Escuela Internacional de Medicina y Cultura Oriental.

El aikido, por ejemplo, es una técnica que suele ofrecerse para personas de cualquier edad y condición atlética. Pero como está enfocada en la defensa personal, algunos golpes, que implican gran concentración de energía, pueden ser perjudiciales para una persona no acostumbrada a practicar deportes.
Cuándo parar
Una vez que se toma un curso de terapia alternativa, la persona debe detener su práctica si empieza a sentir dolores en hombros, rodillas u otras zonas del cuerpo.

En ese momento, lo recomendable es evaluar junto a su instructor por qué pasa. A veces, un movimiento mal ejecutado es el causante de la molestia. Con corregirlo, el dolor debería desaparecer.

Los resultados de una buena terapia debieran verse reflejados con dos a tres semanas de práctica. Si ello no ocurre, también hay que hacer una evaluación de por qué no funciona. A lo mejor esa terapia no es la que se necesita.

Tampoco hay que descuidar la alimentación y el consumo de agua. A veces, los ejercicios no son muy exigentes, pero no por eso se deja de gastar energía y líquidos.


Lo mismo ocurre con pilates, que es una occidentalización de las áreas más físicas del yoga. Éste es un sistema de ejercicios de estiramiento y fortalecimiento de la musculatura. Se practica con rutinas en máquinas o en suelo. Esta última alternativa es la más recomendable para personas maduras, porque tiene menor impacto sobre el sistema articular.

Para alguien de hábitos sedentarios, y que quiere mejorar su salud, la doctora Andrea Chávez, del Centro Clínico del Stress y el Dolor, sugiere empezar con el tai chi. "Esta técnica combina movimientos lentos y pausados con técnicas de respiración, dando mayor bienestar físico y mental". Dos de sus conceptos más conocidos son el yin (movimiento de respiración donde la persona concentra energía) y el yang (donde esa energía se saca desde adentro hacia fuera).

El yoga debe practicarse con cautela, dice el doctor Vega. "Requiere una evaluación médica antes de practicarse, porque es muy exigente. Cuando una persona hace yoga, se piensa que está haciendo ejercicio intenso, porque requiere mucha elongación y posiciones en zonas poco comunes".

Otras terapias que ganan terreno en Chile son el chi kun, el shiatsu y el qi gong, que también ofrecen beneficios para la salud.

Para la persona que no puede realizar este tipo de técnicas por sufrir alguna dolencia invalidante, la meditación es la alternativa más saludable. Y, de hecho, el adulto mayor tiene ventajas para practicarla. "Las personas que ya salieron de la etapa del estrés que implica la juventud y de formar una familia, tienden a practicar instintivamente la meditación, porque están más reposados, mirando cómo pasan las cosas. Algo clave en esta técnica", dice la doctora Chávez.

Para optimizarla se puede hacer un curso a la semana. En él, se deben enseñar técnicas de respiración para aquietar la mente. "La meditación es muy útil con las expectativas de vida actuales. A la persona mayor le quedan 15 o más años de vida después de su etapa laboral. Así puede analizar lo que hizo y qué hará en el futuro", precisa Vega.
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