EMOLTV

Multifuncionales, el caballito de batalla de las mujeres

La gerenta de recursos humanos de la Coca-Cola cree a pie juntilla que las féminas se adaptan mucho mejor a los nuevos requerimientos del mercado laboral porque no tienen la obsesión de crecer hacia arriba y feliz, lo hacen en forma horizontal. Y también asegura que las nuevas generaciones de hombres no las ven como competencia.

30 de Marzo de 2006 | 09:44 |
imagen
Se apasiona con todo lo que hace y por eso, se le ve, generalmente, con una sonrisa. Trabajólica, cree en el aporte que las mujeres pueden hacer a la empresa, sobre todo, en tiempo de cambios.

Con una visión bastante más positiva que la de muchos, asegura que hoy, las mujeres juegan un rol fundamental en todo ambiente laboral y que a futuro será más notorio, porque una de las principales características de las féminas, la multifuncionalidad, ya es requerida en los procesos productivos.

Por eso, creer que las empresas de “tacos altos” serán una realidad más temprano que tarde, para Marcela Esquivel, gerenta de recursos humanos de la Coca-Cola, en Chile, no es una locura, y por el contrario, es algo muy deseable.

-¿Hay una mayor valoración de la mujer en el mundo laboral? ¿Chile está muy atrás?
“Creo que sí. Las empresas hoy y, probablemente, no hace tanto tiempo atrás –me atrevería a decir 5 o 7 años- han empezado a valorar muchísimo el trabajo de la mujer porque se han dado cuenta que son competencias totalmente distintas a las que tienen los hombres y, por lo mismo, son complementarias para poder lograr los resultados en un mundo tan dinámico como el que estamos viviendo”.

-En Chile sólo un 38% de las mujeres en edad de trabajar lo hacen, si son tan valoradas, ¿lo difícil es salvar los problemas estructurales?
“Probablemente esa cifra se debe a que las mujeres definen por una opción filosófica no querer trabajar y dedicarse más a los hijos y posterior a eso, entrar al mundo laboral. Es una definición de vida.
“Pero hoy, las nuevas generaciones, las mujeres postergan un poco más la vida familiar para tratar de desarrollarse, en primera instancia, en el ámbito profesional y avanzar, ojalá, lo más rápido posible una vez que salen de la universidad, para que cuando toman la vía familiar puedan compatibilizar ambas cosas”.

-Pero en el mundo de la producción y servicios, no es opción de vida
“Sí, probablemente, en las funciones más operativas hay temas estructurales que se son de fondo como con quién dejar a tus hijos, porque no existe la nana, y cómo darles una buena educación y compatibilizar eso con un trabajo de larga jornada. Y, a su vez, creo que las líneas operativas, en general, no están preparadas, como las profesionales; ellas están hechas más para hombres por un modelo mental que cree que ese trabajo lo puede desarrollar mejor un hombre. Sin embargo, hay empresas que se han empezado a dar cuenta que una de las características de la mujer, la meticulosidad, les ayuda en líneas de operación de calidad”.

-La globalización ha provocado como fenómeno que el trabajador tenga un nuevo perfil. ¿Eso se presenta como una oportunidad para las mujeres?
“Se presenta como una oportunidad para el mercado laboral en su todo, pero para las mujeres, específicamente, porque ellas tienen ciertas habilidades emocionales que les ayudan a desarrollar algunas tareas de mejor forma. Y además, los hombres sienten que esto es un muy buen complemento para los efectos de lograr un objetivo concreto.
“Específicamente, la mujer tiene una mayor capacidad de escucha, una mayor capacidad de poder ponerse en el lugar del otro; la empatía es muy importante, el hombre es más racional y le cuesta ponerse en el lugar del otro”.

-¿Por qué se necesitan estás características?
“Porque las empresas tienden a ser más emocionales que racionales; hay muchas decisiones que se tienen que tomar donde no solamente cuenta lo racional y lo numérico, si no lo emocional desde la perspectiva del entorno, de la cultura que se tiene como organización. Y, al final, los consumidores también están valorando empresas que tienen responsabilidad social”.

-La globalización trae fusiones de empresas que generan inestabilidad laboral. La mujer tiende a la buscar la seguridad, ¿está preparada para eso cuando tiende a la estabilidad?
“Quizás, ésa es una de las cosas que las mujeres tenemos que empezar a trabajar. Ante las organizaciones te ofrecían estabilidad, trabajar 10 o 15 años era algo súper valorado y todos aspiraban a eso; hoy las empresas te ofrecen empleabilidad, que es un concepto distinto, es decir okay, si vas a estar 3 o 4 años con nosotros, saca lo mejor de ti, haz todos los aprendizajes, yo te voy a entregar lo mejor de mí como organización para que tengas todo lo que necesitas para estar mejor preparado si el día de mañana sales de la compañía.
“Para eso, hay que tener una mentalidad bastante abierta y por ende, la flexibilidad es vital. O sea, las personas que se incorporan a las organizaciones tienen que ser lo suficientemente abiertas de mente, adaptable ante los diferentes cambios”.

Marcela Esquivel profundiza en esa condición biológica de la mujer de buscar la seguridad y señala que se está adaptando al proceso. Aclara que a las mujeres les cuesta más entenderlo, pero que si no logramos hacerlo, vamos a fracasar. “Nosotros tenemos que ir adaptando al medio, no podemos ir con nuestro modelo y tratar de implementar lo que no funciona”, aclara.

-¿Qué va a pasar si salva esta valla? ¿Cuál será su handicap a favor?
“Las mujeres tienen características que las hacen líderes. Las mujeres tienen características de mucha fuerza, como la perseverancia y eso se contrapone con el concepto de estabilidad. Se requiere ser abierta de cabeza, flexible ante los cambios potenciales y por lo mismo, la mujer requiere esa fuerza para seguir adelante y en eso, a mi juicio, es más potente que el hombre. La mujer va para adelante porque siempre ha luchado, siempre le ha costado más, que es una generalidad, pero una realidad cuando lo llevas al mundo laboral”.

-Las mujeres son multifuncionales ¿es una ventaja?
“Las mujeres podemos estar en mil cosas. Podemos estar en el supermercado, pensando en el trabajo, planificando tareas y otras miles de cosas a la vez; a un hombre le cuesta más. No digo que no hay hombres que lo puedan hacer, sí lo pueden hacer, pero la mujer está más acostumbrada, es su natura; estamos acostumbradas a estar con las antenas paradas; el hombre es mucho más de foco, necesita algo más racional y va directo al grano”.

-¿Por qué se necesita ser multifocal?
“Por la dinámica de los negocios, ella no permite tener un trabajador que esté dedicado a lo que dice su descripción de cargo o sus funciones principales. ¿Por qué? Porque la dinámica de los negocios y los cambios en el entorno, la tecnología y la misma globalización no lo aceptan. Si una persona es muy restringida, la verdad, es que al corto plazo se va a quedar fuera del mercado. Una persona tiene que seguir preparándose todo el tiempo, estudiando, estar en un aprendizaje permanente.
“El tipo que cree que salió de la universidad con las mejores notas e hizo un MBA y no hace nunca más nada, no se perfecciona, va a quedar también obsoleto en el corto plazo, porque una cosa es la parte técnica y otra es la experiencia que se adquiere en los trabajos y que, a veces, es mucho más valorada”.

-Para el hombre es importante ascender, tener un desarrollo vertical, ¿a la mujer le acomoda el desarrollo horizontal?
“Es que eso hace sentido. Puede ser que por ese deseo de querer compatibilizar más su familia con su trabajo, no le interese crecer tan rápido. Le interesa seguir creciendo, pero a nivel multifunción; no ser la especialista, sino que conocer de distintas áreas del negocio, que al final del día la hace más completa.
“Un hombre se va por un área y crece hacia arriba, pero puede ser que no llegue a la gerencia general porque no ha visto el resto del negocio”.

-¿Cómo se ve la mano de la mujer en la empresa?
“Se ve en el tipo de cultura que se desarrolla dentro de las organizaciones. La cultura organizacional es un tema súper relevante, primero para el ambiente de trabajo, que depende mucho de los que componen el equipo. Ese equipo necesita gente que sea racional y emocional; las mujeres le dan un toque, logran que la gente vibre con lo que hace, pero no sólo porque está haciendo un trabajo, sino porque el lugar es agradable. Al final del día, es donde pasas 8 horas diarias, más de las que pasas con tu familia.
“El rol que debe cumplir la mujer no es de competencia con el hombre, sino ser y mantener su identidad, y esa identidad tiene muchas ventajas respecto de ellos”.

-¿Crees que el hombre entiende que la mujer no pretende competir con él? ¿O nos ven como competencia?
“Depende, creo que hay generaciones y generaciones. Los más maduros, de 50 hacia arriba, el tema para ellos es qué hacen ellas aquí, debieran estar en su casa, pero los más jóvenes ya han vivido desde la universidad el estar al lado de mujeres y no le es difícil trabajar con ellas codo a codo y no las ven como competencia, si no que como complemento.
“El cambio se está dando en las mujeres y en los hombres. El cumple hoy día roles distintos, debe colaborar y ser parte de la educación de sus hijos, debe cambiar pañales y bañar a sus hijos. Y siento que el hombre quiere jugar ese rol, ser un team”.

Buscando la diferenciación

Embarazada, de mudanza y tras el equilibrio
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?