"¿Qué método anticonceptivo estás usando?", le pregunta un seductor Jack Nicholson a una enamorada Diane Keaton.
"La menopausia", responde ella.
"¡Qué afortunado soy!", suspira él, y ambos continúan felices su juego amoroso.
La escena es del filme "Alguien tiene que ceder" y refleja a toda una generación que, a diferencia de la anterior, no está dispuesta a perder la calidad de su vida sexual con el paso de los años.
"Hace 30 años, este tema no se tocaba entre las mayores de 50. Pero hoy son cada vez más las mujeres que quieren mantener una sexualidad activa y enriquecedora con su pareja después de la menopausia. Y no hay razón para que no puedan hacerlo", dice el ginecólogo Marcelo Bianchi, presidente de la Sociedad Chilena de Climaterio.
En esta etapa se producen cambios hormonales que pueden gatillar disfunciones sexuales -la falta de estrógenos provoca sequedad vaginal y la de andrógenos, una baja en el apetito sexual- , pero hoy la medicina tiene solución para cada uno de estos problemas.
Además, en este período ocurren cosas que contribuyen a renovar la intimidad de pareja. Por ejemplo, ya no existe el temor al embarazo ni estrés laboral o el de la crianza, y hay mucho más tiempo para dedicar a la media naranja.
En el "XI Congreso Mundial de Menopausia", realizado en Buenos Aires, la sexualidad fue todo un tema, abordado en distintas ponencias por especialistas de varios países.
Todos los expertos coincidieron -con estudios en mano- en que cada vez más las mujeres maduras otorgan a la sexualidad un lugar importante en su calidad de vida y en la buena relación con su pareja. Sin embargo, la mayoría presenta problemas en este aspecto, que desearía solucionar.
"Cerca del 70% de ellas sufre trastornos sexuales de diferente índole tras la menopausia. Y no todo se reduce a la falta de libido o de lubricación vaginal. También incide la desvalorización que ella empieza a sentir; muchas veces se percibe menos deseada por su pareja, lo que tiene que ver con que la sociedad occidental no valoriza la belleza de esta edad", dice el médico argentino Néstor Siseles, presidente del XI Congreso Mundial, quien está realizando una investigación para cuantificar la calidad de vida de la mujer latinoamericana durante esta etapa.
La argentina Stella Maris Diamanti, presidenta del capítulo de salud mental femenina de la Asociación Latinoamericana de Psiquiatría, advierte que la menopausia viene en una etapa de cambios en el ciclo vital de la mujer, lo que va a incidir en un humor depresivo, irritabilidad y tristeza que, claramente, no van a ayudar a una buena vida sexual: "La mujer se está despidiendo de golpe de un montón de cosas. Por eso es muy importante que se anticipe y piense: cómo quiero vivir esa etapa".
Eso fue precisamente lo que no hizo María de los Ángeles (63). Le llegó la menopausia y, poco tiempo después, falleció su padre a quien adoraba. Ese mismo año se le casó un hijo, el otro se fue a vivir solo y la hija menor se puso a pololear. Cada uno empezó a vivir su vida y ella se encontró de golpe con mucha tristeza y sintiendo que envejecía.
Todo cambió cuando se atrevió a enfrentar el tema junto a su médico y a no cejar hasta encontrar la terapia adecuada para ella. En su caso fue una pequeña dosis diaria de tibolona (una hormona de síntesis, de acción estrogénica, androgénica y progestagénica) y un óvulo para enfrentar la sequedad vaginal. "De a poco empecé a recuperar mi 'yo', a tener energía para levantarme y para hacer cosas".
Su vida empezó a mejorar hasta el punto que hoy, confiesa, "estoy viviendo una de las etapas más plenas de mi relación de pareja". Si bien antes hacían el amor más seguido, "ahora es mucho más gozado porque existe una entrega más completa: no está sólo la parte física, sino una complementación mucho más plena. Cuando llevas 30 años de matrimonio, importa todo lo que compartes con tu marido, todo el camino recorrido juntos, y por lo tanto, no lo vas a estar juzgando por su rendimiento sexual".
La ginecóloga y sexóloga Rosella Nappi, de la Universidad de Pavia (Italia), advierte que el hombre y la mujer en esta etapa están viviendo cambios en su funcionamiento sexual, por lo que es clave que ambos aprendan a hablar en pareja de esta situación:
"Hay que encontrar un nuevo modo de estar en pareja. Ahora la mujer va a necesitar más tiempo, y también más ternura y acogida, para lograr una mejor lubricación vaginal. Si él no sabe eso, puede interpretarlo como que ella ya no lo desea. Y por su lado, el hombre va a tener el temor de qué va a pasar con su erección. No es un juego fácil. Son nuevos ritmos, nuevos tiempos para cada uno y, en eso, la comunicación es fundamental".
Las parejas que se atreven a enfrentar estos cambios juntos y a no cerrar la puerta de su sexualidad, coinciden los especialistas, podrán ver enriquecida su relación de pareja.
De hecho, agrega la psiquiatra Stella Maris Diamanti, "las mujeres que mantienen este aspecto de su vida en pie suelen estar mejor: van a tratar de mantener un peso adecuado, de arreglarse, de reconciliarse con la belleza que hay después de los 50".
Los hombres no suelen estar junto a sus esposas en el proceso de enfrentar los síntomas del climaterio. "Es muy raro ver a los maridos acompañando a sus señoras en la consulta médica", afirma el doctor Marcelo Bianchi. Esto contrasta con la actitud que ellas tienen: "A los 50, ella toma en sus manos la salud de su marido: le pide hora al médico y lo presiona para que deje de fumar y haga ejercicio".
