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Sigue la batalla

La celulitis es una enfermedad crónica que hay que combatir de por vida. Mientras más armas se tengan, mejor.

23 de Junio de 2006 | 10:29 |
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Sufrir de piel de naranja es casi sinónimo de ser mujer. Así lo reflejan las estadísticas: el 92 por ciento de la población femenina mundial tiene algún grado de celulitis. Es decir, es más normal tenerla que no tenerla.

Sólo el 8 por ciento no la padece. No es requisito ser gorda para tenerla; existen muchas flacas con celulitis y, al contrario, obesas que tienen su piel lisa, sin abultamientos, explica Cecilia Orlandi, dermatóloga experta en el tema.

La maldición empieza cuando aumentan de tamaño los adipocitos - células grasas que están bajo la piel- y crece la infiltración de agua en los tejidos. Las consecuencias de ambos fenómenos se ven al pellizcarse muslo, cadera, pierna, o a simple vista, cuando la celulitis es más avanzada: la piel muestra irregularidades. Habitualmente, el cojín adiposo mide 11/2 centímetro de altura; con celulitis puede llegar a 20 centímetros.

En grados severos, duele físicamente. Se sienten calambres, pesadez en las piernas y hasta dolores parecidos a la ciática. Por esto hay que investigar detenidamente a las pacientes. El problema puede ir más allá de lo estético. Por ejemplo, la anemia y los trastornos tiroideos la favorecen, explica la doctora Orlandi.

La celulitis es una patología multifactorial, difícil de combatir, que reaparece después de tratada. Uno de los factores clave que influyen son las hormonas. Estudios endocrinos certifican que estrógenos y progesterona tienen resultado directo sobre el tejido graso, siendo responsables del aumento de volumen de los adipocitos en zonas específicas del cuerpo femenino.

Este, por esencia, acumula mayor cantidad de adiposidades entre la cintura y las rodillas. Ahí justamente existen cinco veces más células grasas que en otras partes.
Consejos para guerreras
Tener cuidado con:
anticonceptivos orales
masajes fuertes
deportes violentos
ropa ajustada
tacos muy altos
cigarillos
dieta rica en grasas saturadas
estrés y sedentarismo

La lentitud de la microcirculación venosa y linfática es fundamental para desencadenar la patología. Existen otras variables: el estrés, la genética, la dieta y factores mecánicos, como pie plano, alteraciones a la columna, entre otras.

¿Cómo pelear?

"En primer lugar, la paciente tiene que hacerse la idea de que la celulitis es una enfermedad crónica y aunque la solucionemos momentáneamente, tenderá a volver. Por esto, lo más importante en cualquier tratamiento es la perseverancia", asegura el doctor Osvaldo Covarrubias, cirujano plástico.

La doctora Orlandi opina que cualquier régimen bien realizado y hecho en forma constante ayuda a atenuar la celulitis: "Pero si te dejas de cuidar vuelve, porque sigues siendo mujer. De ahí que es tan importante continuar con la mantención y un estilo de vida que ponga la celulitis a raya" (ver recuadro).

Armas para tratar de vencerla

Terapia subdermal: Lo más efectivo hasta ahora para eliminar la celulitis. Es un masaje mecánico efectuado por medio de una cámara de vacío asociada a rodillos giratorios y controlada por una computadora. Actúa al nivel de la subdermis, donde reside la celulitis, reacomodando los adipocitos y estimulando circulación sanguínea y linfática. La sesión en una de estas máquinas.

- Endermologie o Silhouette: equivale a 10 horas de masaje manual. Se necesitan de 12 a
20 sesiones para obtener resultados. Cada una tiene un precio aproximado de 20 mil pesos.

-Masajes manuales: Ayudan a drenar las toxinas retenidas en las zonas celulíticas. Deben ser suaves, si no pueden producir roturas de los capilares.

-Ejercicios: No a los de alto impacto, como step o aeróbica. Sí a la gimnasia acuática y a los ejercicios rítmicos.

-Presoterapia: Es uno de los tipos de tratamientos realizados con aparatología. Consiste en introducir las piernas en botas que se inflan progresivamente, produciendo gran activación circulatoria.
Para combatirla
Tomar diaria y sagradamente ocho vasos de agua, 2 litros.
Descansar con las piernas en alto.
Sentarse correctamente, con las rodillas paralelas y los pies en el suelo.
No cruzar las piernas.
Comer equilibradamente y aumentar el consumo de fibra para evitar el estreñimiento.
Reducir la sal.
Aplicar los productos cosméticos con un masaje: empezar por la planta de los pies y subir muy despacio hacia la ingle, siguiendo el recorrido de los vasos sanguíneos.
Guantes, esponjas, cepillos de crin y goma, ideales para masajes en la ducha diaria.

-Mesoterapia: Inyecciones intradérmicas que aceleran la eliminación de grasa en zonas acumuladas en exceso.

-Tratamientos tópicos y mecánicos: Hay cremas, geles y ampollas que son complemento indispensable en todo tratamiento anticelulitis. La mayoría son efectivos, pero ninguno milagroso. No bastan por sí solas para reducir el problema y tampoco usarlas sólo un mes antes del verano. Contienen complejos reductores, componentes para drenar y desinfiltrar los tejidos y para facilitar la lipolisis, como centella asiática, cafeína, gingko biloba, ruscus, entre otros.

Los guantes de crin, el chorro de agua y otras herramientas ayudan a facilitar la microcirculación en las zonas con celulitis.


Dentro de lo más nuevo está Cellesse, de Philips, un rodillo con sistema de succión en cinco niveles de intensidad, que hace masajes intensos y profundos para movilizar el exceso de líquido.

-Cirugía: Se aconseja como último recurso. Primero hay que tratar de disminuirla con todas las armas. Luego es posible operar, mediante liposucción, lo que no se pudo reducir. Existe la tradicional, y la más nueva: la ultrasónica, que daña menos a nivel de vasos capilares y no es tan dolorosa.

-Píldora especializada: Es boom en Estados Unidos y Europa, y acaba de llegar a Chile. Se trata de Cellasene o Cellulase, hecha sobre la base de sustancias naturales: lipovascolen, un bioflavonoide; extracto de fucus vesiculosus, ayuda a barrer grasas y toxinas; gingko biloba, mejora la circulación; centella asiática, aumenta la síntesis de colágeno y elastina; melilotus officianalis, reduce el edema; aceites de pescado y borraja, favorecen la combustión de líquidos.

Pruebas clínicas realizadas en la Universidad de Pavia, Italia - donde nació el producto- han demostrado la reducción de la circunferencia del muslo en el 90 por ciento de las mujeres. Los médicos chilenos aconsejan ir con cautela antes de opinar sobre su eficacia.



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