EMOLTV

Una historia que tiene valor más allá de la Presidencia

05 de Julio de 2006 | 12:54 |
imagen
Se estrenó como productora ejecutiva a los 22 años (en 1982) con la película “El último grumete de la Baquedano”. Ex reportera del Cuerpo de Reportajes de “El Mercurio”, también fue miembro del equipo de “Temas” del canal estatal. A fines de los noventa fue nuevamente productora ejecutiva de la serie “Nuestro siglo” emitida por TVN y que fue premiada en el extranjero.

Hoy se lanza a las aguas como directora del documental “La hija del general”, referida a la vida e historia de la Presidenta Michelle Bachelet. La obra, grabada a partir de 2003, ya fue estrenada en España y está a la espera en otra decena de países, incluido Japón. En Chile se exhibirá durante el Festival de Cine de Santiago, en agosto, y luego en Canal 13.

El documental, de 59 minutos de duración, muestra distintas facetas de la Presidenta Bachelet y contó con la co-producción de su hermano Andrés, el premiado director de la película “Machuca”.

-¿Qué te llevó a hacer este documental sobre Michelle Bachelet?
“Tiene que ver con la percepción y sensación de que la historia de ella y de su familia era una síntesis muy impresionante de lo que ha vivido Chile en los últimos 40 años, con todos sus quiebres e intentos de reconciliación.
“También me pareció que había una historia de valor universal en como, una vez que las circunstancias cambian y ella queda en una posición de poder, transforma todo el dolor en fuerzas constructivas”.

-Tu percepción fue muy primaria, incluso antes de que ella pensara ser candidata presidencial.
“Es que esto no tenía que ver con el hecho de que fuera o no Presidenta, tenía que ver con la historia de ella y su familia. Si ella no hubiera sido Presidenta, para mí, la historia hubiera tenido el mismo valor.
“Ahora, al ser Presidenta, la historia se transforma en algo mucho más popular…”

-Mucho más potente.
“Mucho más potente, hay una épica… pero esa fue una situación que se fue sumando a la historia. Antes de eso, la historia –a mi modo de ver- tenía mucho valor”.

-¿Estos hechos tan potentes cambiaron la idea original del documental o lograste mantener la línea original?
“No fueron cambiando la historia porque ésta no es la historia de la primera mujer Presidenta de Chile, y tampoco la historia de la campaña que la llevó a La Moneda. Es una historia que hace una contrapunto entre el presente y pasado de manera de tratar de entender las fuerzas que movilizan a esta mujer”.

-¿Cuáles fueron los elementos que detectaste en ella que te llevaron a concebir el proyecto?
“Tuve la oportunidad de conocerla a ella, en forma personal, siendo ministra de Defensa y descubrí el proceso que había hecho para llegar a ese lugar sin rencor, sin resentimiento, no olvidándose de lo que había vivido, no olvidándose de lo que le había pasado a Chile, ni que ella de alguna manera, entre comillas, había sido abandonada por la familia militar. Es de una determinación y visión personal, de un querer colaborar con el reencuentro”.

María Elena Wood remarca la importancia de ese proceso: Michelle Bachelet vivía en un mundo completamente protegido, seguro, contenido, con un padre y una madre que tenían una especial dedicación a sus dos hijos y eso se rompe bruscamente. El mundo de ella estaba ordenado y se quiebra, y no sólo pierde a su padre, sino que también parte importante del contexto social. “Pasan muchos años y cuando vuelve a tener la oportunidad de reinsertarse en ese mundo, lo hace desde el afán de entender lo que ha pasado, de entender que el mundo no está dividido entre buenos y malos y que habían circunstancias históricas que explican lo que le pasó a ella y a Chile. Eso me llamó la atención”, señala.

-Un periodista investiga mucho al personaje antes de enfrentarlo, ¿qué te sorprendió, qué fue un descubrimiento?
“Me sorprendió su convicción, que siento que es muy profunda en ella, y que tiene que ver con cómo se hace para que en este país, las personas históricamente marginadas, no necesariamente las que sufrieron violaciones a los derechos humanos, sino que los pobres, las mujeres, los niños que no nacen en una cuna de oportunidades, avancen. Ella tiene una especial sensibilidad con ese tema, una gran convicción de que si eso no se resuelve en un plazo mediano podemos volver a caer en situaciones de quiebre fuerte. Y esa convicción de que no nos hacemos cargo de eso, de que podemos tener quiebres, siento que es una fuerza movilizadora muy potente en ella”.

-¿Qué cambios se dieron en ella en el proceso?
“No vi que cambiara mayormente. Los cambios, diría, fueron más bien formales en la facilidad de acceso a ella, que se fue dificultando por una cuestión natural, del fragor de la campaña, donde mucha gente la empezó a rodear. No veo que la persona de un comienzo sea distinta a la persona que miro desde lejos como Presidenta”.

-¿Ella resiente lo qué le está pasando, que el poder aísla?
“No que me haya dado cuenta. Ella tenía claro el costo personal y afectivo que le iba a significar todo esto y creo que ésa fue una de las razones por las cuales a ella le costó tomar una decisión con convicción. Al comienzo ella estaba ahí, pero en un momento determinado dice okey, esto es, pero muy consciente de los costos más que de los beneficios que le significaba tener acceso a mayor poder”.

-Claramente hay una historia política en Michelle Bachelet, pero también hay una historia personal que la asimila a miles de mujeres chilena: separada, madre soltera, jefa de hogar. ¿Cuál de las dos historias pesa más?
“Creo que son las dos cosas. Es una mujer que ha tenido una historia de vida potente, no sólo por las circunstancias que ha vivido, si no que porque su opción, desde muy joven, fue
la política. Cuando dicen que ella es una aparecida, no lo es, es militante del Partido Socialista desde que sale del colegio. Es también la historia de la mujer sola, que se hace cargo de sus hijos, que nunca deja de trabajar”.

-¿Cuál tuvo mayor sintonía con la ciudadanía?
“Las dos historias se unen y se potencian porque en definitiva es la conjunción de éstas la que da, en cierta forma, con este icono del reencuentro”.

-¿Qué tan importante es para las chilenas este hecho?
“Creo que es la reivindicación de un rol, que se había mantenido en un segundo plano, y que es que hoy, una persona con una historia de esa naturaleza, también puede llegar a ocupar puestos tremendamente relevantes y públicos en la sociedad”.
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?