Nicolás Quesille dice no tener ningún conflicto por haber pasado del periodismo más serio a este nuevo formato, porque le gusta mucho la televisión. “No es rollo hacer tele, no le tengo miedo ni vergüenza ni asco. Nuestra generación se formó viendo televisión y no tenemos complejos respecto de ella. Es como los jóvenes de hoy con el computador”.
Cuenta que por eso mismo, porque le gustan mucho los medios, decidió estudiar periodismo. “He leído toda la vida el diario, me gusta mucho el fenómeno de las comunicaciones; eso es, más que algún ícono o algo por el estilo, siempre me gustó la industria audiovisual”.
Estudió en la Universidad de Chile y se siente muy orgulloso de ello. “No por nada tiene más de 150 años de tradición, por eso, de repente, una conversación de cafetería era tanto o más enriquecedora que una clase”.
Recuerda esa época como de gran crecimiento, porque la universidad no contaba con muchos recursos, así que los estudiantes debían hacer uso de toda su inventiva para solucionar problemas que los de las otras dos universidades que dictaban la carrera en su época – la UC y la Mistral- “tenían resueltos”.
También dice haber convivido con un amplio espectro social: “Tenía compañeros muy cuicos y otros muy sencillos, lo que fue una tremenda experiencia. Me siento muy orgulloso de haber estudiado en la Chile, a diferencia de muchos otros compañeros. No creo que la universidad tenga que ser una caja negra constructora de profesionales. Uno se hace a sí mismo y el entorno sólo te construye”. Tal vez por ese amor a la universidad fue durante 10 años profesor de televisión de “su” casa de estudios y después de la Diego Portales.
Hizo la práctica en el canal 11 –hoy Chilevisión- y permaneció allí un buen tiempo; primero como reportero, después como editor, editor en jefe y jefe de prensa. “Chilevisión noticias es una creación de esa época. Hicimos hartas cosas, refundamos el departamento de prensa, inventamos los bloques deportivos que hoy tienen todos los canales y empezó a existir el noticiario”, recuerda. También estuvo a cargo del programa de debate “Domicilio conocido”, “Escrúpulos y “La guerra de los sexos”.
Después se cambió a La Red, donde fue uno de los gestores de la reapertura del departamento de prensa y de la apuesta por las noticias, pero cuando llegó la actual administración se privilegiaron las películas. En ese canal le tocó vivir la detención de Augusto Pinochet en Londres y con mucho orgullo cuenta que, con muy pocos recursos, lograron hacer una excelente cobertura y fueron los primeros en dar la noticia.
Salió de allí al cambiar de dueños la estación y se fue a TVN. Partió en la transmisión del fin de año del ’99 al 2000 y después se hizo cargo del programa “Día a día” que conducía Ivette Vergara. Estuvo un año ahí y luego hizo “Debate” con Mauricio Hoffmann, todo como director.
Partió a España, después de ganarse una beca del BID, para hacer un master en dirección de empresas especializado en la industria audiovisual y, al volver, después de un corto tiempo como asesor, empezó su carrera a cargo de los realities del 13.
Hizo "Protagonistas de la fama", "Protagonistas de la música", "Triángulo", "La Casa", "La Granja", "Granjeras", "La Granja Vip", "Amenaza Real", "Encuentros Cercanos", un intento de teleserie interactiva –"Quiero"-... “un montón de cosas”.
-¿Buenos recuerdos?
“Fueron años muy buenos, especialmente en el período en que trabajamos con Enrique García, donde me parece que el canal tuvo una influencia, un espíritu, unas ganas, que lo sacaron del hoyo en que estaba.
“Yo creo que el trabajo de Kiko va a pasar a la historia como un ejemplo de cómo una empresa que está prácticamente quebrada se levanta y en cosa de tres o cuatro meses se convierte en líder. No fue menor esa pega y me parece que producto de todo el problema que el canal tuvo con la Gemita Bueno, la industria no ha reconocido la labor de un gallo que es seco”.
-¿Por qué tanto cambio de medios? ¿porque te echan, porque te aburres?
“A ver, me han echado de dos partes; de La Red por cambio de administración y del 13 por lo que todos sabemos. Me fui del 11 y de TVN la primera vez, por un buen ofrecimiento en el primer caso y por la beca a España en el segundo”.
-Has dirigido una diversidad enorme de programas, ¿no te cansas de cambiar de esquemas?
“No, me encanta la tele y siempre he trabajado con muy buenos equipos”.
