EMOLTV

"Las chilenas han pasado de la influencia al poder"

La experta en temas femeninos, radicada hace un año en Chile y próxima a editar un libro sobre las mujeres en los últimos treinta años, ha observado el proceso vivido por las chilenas, que han pasado de tomar las decisiones domésticas y de educación de los hijos a ocupar puestos importantes a nivel público. "Hay una mujer que gobierna y eso me parece muy simbólico, porque el poder está en la toma de decisiones".

28 de Junio de 2007 | 10:02 |
imagen
En las últimas tres décadas, las mujeres han pasado de la intimidad del hogar al mundo del trabajo, y de la crianza de los hijos a la disputa por cargos de representación pública. "De la alcoba a la arena", sintetiza Michèle Sarde, ensayista y novelista francesa que ha dedicado gran parte de su trabajo a estudiar a las mujeres. Primero, desde Estados Unidos, donde por más de 20 años fue académica de Literatura en la Universidad de Georgetown y de la que es profesora emérita, y ahora desde Chile, donde está radicada desde hace un poco más de un año - con su marido chileno- para dedicarse a escribir.

Partió investigando a los íconos de su propia tierra, Francia, convirtiéndose en la reconocida biógrafa de las transgresoras novelistas Colette y Marguerite Yourcenar. Pero fue cuando salió de Francia y emigró a Estados Unidos a trabajar en la Universidad de Georgetown que su interés por el mundo femenino adquirió ribetes más sociológicos. Y para empezar, comparó a francesas y estadounidenses a partir de la anécdota: "Había varias diferencias entre unas y otras. Las francesas que vivían en Estados Unidos, por ejemplo, se quejaban mucho de que los hombres no las miraban, y que no se sentían mujeres en ese aspecto. Las estudiantes norteamericanas que se iban de intercambio a Francia, en cambio, se quejaban de que los hombres las miraban, las piropeaban, y eso les molestaba. A partir de esa anécdota, me di cuenta de que había diferencias notables en la forma de vivir y pensar de las mujeres en distintas culturas".

Esa reflexión fue el punto de partida de su libro "Una mirada a las francesas" (1984). "Aunque las francesas llevamos por mucho tiempo una ventaja por sobre nuestras congéneres en cuanto a la libertad para vivir la sexualidad y sentirnos cómodas con nuestro cuerpo, luchamos menos por nuestros derechos políticos y la entrada al mundo público", asegura Michèle. "En Francia, el país de los derechos humanos, obtuvimos derecho a voto ¡recién en 1945!". Otra prueba de ello, asegura, es que no entraron a la esfera política sino hasta mediados de los noventa, cuando la ley de paridad obligó a los dirigentes franceses a incluir una cierta cuota de mujeres como candidatas a cargos de elección popular.

El nuevo escenario de la mujer

Ahora, 20 años después, con mujeres nombradas en los cargos más elevados del Estado - con Madeleine Albright y Condoleezza Rice como Secretarias de Estado en Estados Unidos, Angela Merkel como canciller en Alemania y Michelle Bachelet como Presidenta de Chile- , y figuras como Ségolène Royal como ex presidenciable francesa, el panorama ha cambiado. Y el último trabajo de Michèle, que fue publicado el 8 de marzo de este año, para el Día Internacional de la Mujer, registra este nuevo escenario. Lo ha titulado "De la alcoba a la arena", y en él ha recogido todos los cambios que ha sufrido la sociedad femenina francesa en términos de su paso de la vida privada a la pública: "Con Ségolène Royal está pasando lo mismo que con Michelle Bachelet; las mujeres están teniendo apoyo popular porque tanto hombres y mujeres buscan un cambio en el estilo político, y creen que ellas pueden ejercer ese cambio. No hablo de partidos ni de tendencias ideológicas, sino de lo que ellas representan, los valores femeninos: la generosidad, el amor, el escuchar a los otros. Las mujeres promueven un tipo de democracia participativa".

¿Están todos los países preparados para tener una Presidenta? ¿Puede el liderazgo de una mujer llevar las riendas de una nación? "Creo que hay dos etapas. Primero, hay que lograr que las mujeres sean elegidas, y la segunda es la de gobernar. No hay muchos modelos de naciones con una Presidenta elegida democráticamente, no hay muchas experiencias que comentar. Pero yo creo que los problemas a los que se enfrenta una mujer son los mismos a los que se enfrenta un hombre. Los inconvenientes que está teniendo la Presidenta Bachelet son similares a los que tuvo durante su gestión el Presidente Ricardo Lagos", sostiene Michèle Sarde. "No creo que vaya por un tema de ser mujer o ser hombre, sino de cómo esa mujer o ese hombre ejercen el liderazgo. Margaret Thatcher era la dama de hierro; hay mujeres que se portan igual que los hombres. Si Condoleezza Rice fuera Presidenta, gobernaría también como un hombre. Pero creo que se puede establecer otro tipo de liderazgo; creo que Michelle Bachelet tiene un estilo de gobierno muy femenino. La gente no está acostumbrada, y todo lo que es nuevo genera resistencia, pero puede llegar a triunfar este estilo de gobierno".

Siente que las mujeres chilenas son mucho más feministas - "entendiendo feminismo como querer la igualdad de géneros, y no la guerra entre ellos", aclara- que sus pares francesas. "Todavía en Francia tenemos muchas mujeres machistas. A menudo, las mujeres se portan mucho más antimujeres que los hombres. Aquí, en cambio, he encontrado más solidaridad en el género femenino, sobre todo en la casa, en el mundo privado, en las redes de apoyo para el cuidado de los hijos, pero también en el apoyo para una candidatura política. Prueba de ello es que hay una mujer Presidenta".

Otro aspecto que llama su atención de las mujeres es su grado de influencia dentro del mundo privado. "A las chilenas las encuentro fantásticas, realmente. Cuando llegué a Chile, lo que más me impresionó es la gran influencia que tienen en este país. Tenía la sensación de que todo estaba manejado por mujeres".

Cuando habla de influencia, hace una diferencia con la palabra "poder": "Las chilenas han pasado de la influencia al poder. La influencia es algo que las mujeres ejercen en la vida privada, porque ellas educan a los hijos y toman las decisiones domésticas, por lo menos en Chile. Pero ahora, con los cambios que han ocurrido en los últimos diez años, veo que las mujeres no sólo ejercen influencia en la vida privada, sino que también ocupan puestos importantes, profesionales. Hay una mujer que gobierna, y eso me parece muy simbólico, porque el poder está en la toma de decisiones".

Este paso de la influencia al poder, describe, se nota especialmente en las generaciones más jóvenes. "Están cada vez más empoderadas. Hay una voluntad, un deseo, un entusiasmo para hacer las cosas, para ser ciudadanas comprometidas".

Las chilenas tampoco han descuidado su ámbito privado. "Son muy buenas madres, y me llama mucho la atención cómo tratan a sus hijos, mucho mejor que en otros países, donde son más frías. También me sorprende el número de familias monoparentales que hay acá. Hay esta tradición de que las mujeres críen y eduquen solas a sus hijos, lo que crea un lazo muy fuerte. La imagen de la madre en Chile es muy fuerte. Michelle Bachelet, por ejemplo, es la imagen de una mamá".


EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?