Mucha de la publicidad antitabaco, como esta imagen de Inglaterra, alude a los efectos de la exposición infantil al humo del cigarrillo.
Los hijos de padres fumadores tienen el doble de probabilidades de sufrir alergias a sustancias inhaladas que aquellos que crecen en un ambiente libre de humo. Asimismo, tienen un riesgo casi un 50% mayor de reacciones alérgicas a determinados alimentos.
Para conocer las consecuencias de la inhalación involuntaria de sustancias tóxicas, los investigadores del Instituto Karolinska de Estocolmo, en Suecia, realizaron un estudio que duró cinco años y cuyas conclusiones aparecen publicadas en la revista "Thorax".
Mediante la realización de cuestionarios -que los padres llenaron en diversas oportunidades, cuando los más de 2.500 niños involucrados en la muestra tenían dos meses, uno, dos y cuatro años-, y gracias a la recolección de muestras de sangre, los científicos determinaron que ante la presencia de humo de tabaco en el hogar, los niños presentaban niveles por sobre lo normal de Inmunoglobulina E (IgE), una sustancia que es liberada por el sistema inmune cuando la persona se encuentra expuesta a un factor nocivo.
El 25% de los menores tenía altos niveles de IgE a los cuatro años, y el 15% de ellos resultó alérgico a los alérgenos inhalados en el humo de los cigarrillos.
En presencia de un alérgeno, el nivel de IgE aumenta como consecuencia de la sensibilidad y se desencadena una serie de procesos liderados por el sistema inmune que provocan los reconocidos síntomas de la alergia.
"Hay bastante evidencia sobre el tema. Hay mayor incidencia de alergia respiratoria y más prevalencia de asma bronquial en niños expuestos al humo de tabaco. No está tan claro que el humo sea el productor de asma, pero si la severidad del asma es mayor", dice el doctor Francisco Prado, broncopulmonar de la Sociedad Chilena de Neumología Pediátrica.
Tóxicos en el aire
Los tóxicos que emanan los cigarrillos pueden permanecer durante muchas horas en un mismo ambiente, especialmente si es cerrado o pequeño.
"Cuando una persona fuma, se está exponiendo a sustancias que provocan el deterioro del estado de salud general, al mismo tiempo que se comprometen numerosos órganos y crece el riesgo de desarrollar diversas afecciones. Si la exposición comienza de pequeño, es peor porque a medida que el contacto con el humo se vuelve más frecuente, la adicción aumenta", dijo uno de los investigadores.
De esa forma, cualquier afección que puede contraer un fumador, entre las que se encuentran además de la alergia, el asma y la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), las complicaciones cardíacas, es posible que también se desarrollen en los fumadores pasivos.
"Las personas que están expuestas al humo ajeno son fumadores pasivos y tienen un riesgo muy alto, aunque menor que los fumadores activos, de padecer un evento cardiovascular".
En el caso de las alergias y el asma, el humo del tabaco tiene una acción irritante, que se asocia a inflamación de la vía aérea, "y en personas que son susceptibles, gatilla más problemas", agrega el doctor Prado.
Estudios en Chile han mostrado que las admisiones a servicios de urgencia por enfermedad respiratoria baja, neumonía y obstrucción bronquial son más frecuentes en niños que viven en casas donde se fuma.
En la investigación sueca se vio que alrededor del 20% de los padres que participaron en el estudio fumaba tras nacer su hijo.
Contacto con pesticidas
El uso de pesticidas en la agricultura puede aumentar el riesgo de asma alérgica, especialmente en las mujeres, según un estudio del Instituto Nacional de Ciencias Ambientales y de la Salud de EE.UU.
Al evaluar la exposición a los pesticidas y el riesgo de asma en más de 25.000 mujeres dedicadas a la agricultura se observó que entre las que aplicaban o trabajaban con pesticidas, la incidencia de asma alérgica era superior en 50%.
Lo más notable, según el estudio, es que aunque el uso de pesticidas era más alto en mujeres que trabajaban en granjas, la incidencia de asma alérgica era menor que en aquellas provenientes de otros sectores, al parecer debido a un efecto protector del cual se conoce muy poco.