Justin Page se aburrió de ser objeto de pelolais y pokemones. Por eso, luego de cuatro años, renunció a la exitosa serie juvenil de Mega, "BKN", y a su banda.
Tras su paso por la última teleserie de ese mismo canal, "Fortunato", quedó tan fascinado con las grandes ligas que decidió tomarse el cuento de la actuación en serio y su prioridad para este año es estudiar teatro.
Y no sólo eso, ahora tiene mánager -nada menos que el mismo de Benjamín Vicuña- y está negociando integrarse al área dramática de otros canales o aventurarse en la animación. Con su pinta de galán, seguro que no le será difícil.
“Menos mal que ahora tengo un representante porque me apesta negociar y hablar de plata, me incomoda mucho. Él me está guiando para dejar atrás el estigma del niño de “BKN” y que me tomen más en cuenta para otras cosas”, explica.
- O sea, ¿dejaste “BKN” para poder hacer cosas de grandes?
(Se ríe) “Sí, tengo ganas de estudiar, hacer teatro y crecer. Ya no tengo nada que ver ni con la serie ni con la banda, no me interesa, no quiero ser músico, no toco nada y no canto ni para atrás. Estaba haciendo el mono no más, no me aportaba y era tiempo perdido, aunque ganaba plata, pero filo”.
- ¿Cómo llegaste a esa decisión?
“Lo decidí cuando estaba en “Fortunato”, empecé a ir al teatro porque los actores de ahí me invitaban a ver sus obras y me empezó a gustar”.
- ¿Mucha diferencia entre trabajar en “BKN” y en “Fortunato”?
“Sí, estaba con puros monstruos del teatro, mucho más profesional y caché que tenía que estudiar. Antes trabajaba con puros niños y todo era más light y relax; llegábamos sin saber qué íbamos a grabar, porque para eso había alguien que nos decía qué hacer. Entonces no eran tus méritos, era muy de mentira. Eso sí, el personaje se parecía mucho a mí, en lo prendido, lo buen amigo y lo pololo, ¡yo soy así!”.
- ¿Te imaginabas que llegarías a una teleserie más profesional?
“No, fue todo muy sorpresivo; hice un casting muy largo y probé distintos personajes. Igual creo que me veía chico para el rol que interpreté. Todavía tengo cara de guagua, por eso me dejé barba. Me la saco y parezco de 15, la cagó”.
- ¿No quedaste conforme con tu desempeño en “Fortunato”, en la que por primera vez intepretaste a un personaje más adulto?
“Sé que puedo dar más. Había escenas que no me las creía y otras que sí. Es que es difícil trabajar con emociones, se necesitan técnicas que sólo te da una escuela, me di cuenta de eso. En “BKN” todos éramos amateurs, por eso me decidí a estudiar, no me interesa seguir adelante sólo porque soy una cara bonita. Me siento capaz de hacer TV sin estudios pero no de subirme a un escenario de teatro, que es lo que quiero”.
- ¿Te pusiste muy nervioso al trabajar con actores profesionales?
“Sí, fue fuerte, porque toda la gente con que trabajaba a la par los veía desde chico en TV y los admiraba, como a Bastián Bodenhöfer y Felipe Braun y de un día para otro me vi trabajando con ellos de igual a igual, ¡fue fuerte!”
- ¿Te sentiste acogido por ellos?
“Al principio tuve problemas porque era desordenado y llevaba el training de “BKN” entonces no me leía los guiones y llegaba a la escena y no sabía nada. Me tuve que empezar a poner las pilas y fue el mismo elenco que me fue formando, ni siquiera la producción, porque si tenía que grabar con alguien me decían
qué onda, si no sabes tu parte no voy a perder mi tiempo contigo, y quedé para adentro”.
- ¿Tenías algún partner?
“Sí, Matías González (hijo de Coco Legrand) que hasta el día de hoy seguimos bien amigos. Tenemos gustos parecidos: el carrete, las tablas. También con la Carla Jara. Es que yo era la guagua del grupo joven, me trataban de 'pendejo', jajajá”.
- ¿Es verdad que tienes varias ofertas de pega?
“Tengo ofertas reales tanto de Mega como de otros canales, que tienen que ver con actuación y algo he escuchado de animación. Me estoy dejando llevar por mi mánager que sabe más que yo y entiende que me quiero sacar la imagen de cabro chico y hacer cosas más serias. Estoy fichado como el niño de “BKN” y es difícil desenmarcarse de eso después tantos años y éxito”.
- ¿Y te sentirías cómodo animando?
“No sé, igual soy súper vergonzoso. Actuar no me cuesta pero animar es distinto. Pero cada vez que me pongo una meta gracias a Dios que la he podido lograr, sea lo que sea, con esfuerzo”.
Continúa leyendo:
"Antes sólo pensaba en pasarlo bien y estudiar algo rentable"
"Ahora las mujeres me jotean mucho más que antes"