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Los "hipsters": una radiografía de los nuevos bohemios burgueses

Sin una ideología unificada y sin quererlo, se han convertido en el símbolo de la juventud globalizada de esta década.

06 de Octubre de 2008 | 09:03 |
Una vez que los reconoces están por todos lados. En la páginas de vida social reunidos para una inauguración. Tomando helados en el Parque Forestal. Probándose tenidas en las tiendas del barrio del Bellas Artes. En la fila para entrar a algún bar de Constitución. Con un café en las manos por la calle Lastarria.

Son los "hipsters", los eternos seguidores de la moda. Un estilo que se caracteriza por el cambio permanente, tal como le ha ocurrido a la palabra que los describe: primero fueron llamados alternativos, luego "indies". Su sello es intentar zafarse a toda costa de lo masivo y "mainstream".

Su individualismo los marca. Debido a esto, la coolhunter de Lado Humano, Nicolle Knust, opina que no se trata de una comunidad. "Hay mucha gente similar que comparte lo individualista, pero como tribu no creo que existan".

Ni lo uno ni lo otro

Fernando Mora (25) sabe de hipsters. Son parte del grupo de gente a la que retrata para el portal de moda callejera Eseme.cl. "No es posible definirlos si no es por el uso superficial de las tendencias en moda urbana con aspiraciones de elite. No son raperos, pokemones, ravers, ni hippies, pero tienen algún detalle de todos esos grupos. Definitivamente, no son periféricos".

Para ellos la imagen es todo. Su ropa da señas de su forma de ser, pero carece de un simbolismo más profundo. Manuel Tironi, sociólogo de la U. Católica, explica: "Antes un accesorio era símbolo de que pertenecías a un pequeño grupo que tuvo acceso a la información y a la plata para adquirirlo. Por lo mismo, por ese artículo uno podía asociarlo a cierto grupo, ambiente e incluso a cierta movida musical".

"En los 90 podías identificar al tiro si a alguien le gustaba escuchar techno. Hoy ya no se puede hacer ese ejercicio lineal. Música, moda y estilo de vida corren por diferentes carriles", ejemplifica Tironi.

En su experiencia como fotógrafa de moda urbana para el portal www.vistelacalle.com, María José Arévalo (27) dice que el reciclaje "es común entre los jóvenes. Todos usan algo nuevo comprado y algo de la ropa usada. En su vestuario se ven mezclas de décadas".
Ídolos hipsters
Si bien este estilo no tiene líderes, sin lugar a dudas hay hipsters que destacan sobre otros y se convierten en modelos a imitar. La celebridad de internet Cory Kennedy comenzó una carrera en el modelaje tras ser retratada por el fotógrafo de vida social de "The Cobra Snake" en un estilo realista y que ella define como imperfecto. Ojeras, cabello despeinado y ropa que parece barata son su sello.
El estadounidense Terry Richardson también cultiva la estética sucia y descuidada. Este fotógrafo de modas se ha consagrado capturando en sus instantáneas a gente común y celebridades con todos sus defectos. Su realismo es imitado por hordas de hipsters que han popularizado cámaras de baja resolución como las Lomo y Holga, en pos de lograr el desenfoque y los colores saturados que la fotografía digital no consigue.

Esta adaptación de detalles de modas pasadas se realiza con un dejo de ironía. Calzas de aeróbica, buzos térmicos fluorescentes y otras prendas que yacían en el baúl de los 80 vuelven ahora en esplendor. Al igual que los bigotes setenteros, pichangueras y cortes de pelos complicados.
La tendencia es mundial: hipsters de Santiago, Nueva York o Madrid son reconocibles por artículos que cruzan fronteras. "El pantalón pitillo, las zapatillas de caña alta y la bufanda palestina son lo que se usa y abusa por ahora", explica Mora.

Internet es su herramienta para mantenerse al día. Mediante blogs de moda urbana y tendencias, además de biblias como lo son las revistas "Vice" o "Wallpaper" y sitios como TheCoolhunter.net, los hipsters se informan virtualmente. "En los 90, los chilenos accedían a estas modas sólo por la televisión. En términos de intereses, hoy manda chatear o estar demasiado conectado y ser exhibicionista", sentencia Fernando Mora.

Aires de revolución

Si el punk y el hip-hop fueron los movimientos de contracultura juvenil que marcaron a las décadas pasadas, Manuel Tironi estima que algo de eso existe hoy día, pero en formatos no tradicionales: "Comparada con la de los 80, no recurre a los sistemas tradicionales de movilización colectiva. Es una juventud que no enarbola banderas de lucha convencionales. Realizan una crítica al sistema capitalista desde dentro".

Nadie parece estimar mucho a los hipsters. Por esta razón se dice que un verdadero miembro de esta tribu negará su condición a muerte. "Creo que es un grupo muy nefasto: es súper copión, muy homogéneo, poco crítico y con poco filtro. Se supone que son hipsters, pero finalmente son cuicos. No hay ningún quiebre ahí, ninguna osadía", considera Tironi.

Recientemente la revista "Adbusters" decretaba a los hipsters como "el callejón sin salida de la cultura occidental". En un artículo similar, el diario inglés "The Independent" se preguntaba si esta tendencia global era el fin de la individualidad o el comienzo del de un "ondismo" mundial y uniforme.

Nicolle Knust no lo ve en términos tan dicotómicos: "No es una generación perdida. Al contrario, creo que la actual es una generación renaciente que viene cargada de historias, legado y frustraciones ajenas. Por eso su parada es individualista, cada uno apela a sus proyectos personales", concluye.
Diccionario
Hipsters: Jóvenes de nivel socioeconómico alto o medio interesados en la cultura alternativa.
Bobos: Apelativo surgido de la mezcla de burgués-bohemio en inglés.
Fauxhemian: Sinónimo del anterior. Se traduce como "falso bohemio".
Indie: Hipster que escucha música independiente.
Fashionista: Hipster muy preocupado por la moda.

Internet y la idea de la eterna juventud hacen la diferencia

Las nuevas tecnologías son lo que diferencia a los hipsters de los "alternativos" noventeros. El sociólogo de la UC Manuel Tironi cree que este factor ha influido incluso en la forma de comportarse socialmente: "Con medios como Fotolog o YouTube se genera un ambiente de hiperexposición. Tengo la impresión de que los cabros sienten que siempre están -o podrían estar- en exhibición al mundo, y se comportan como tales. Están jugando a un reality todo el tiempo".

El académico destaca que en esta década el concepto de juventud se ha ampliado etariamente. "Hoy es una etapa más larga: estudiamos más, nos cambiamos de carrera, hemos atrasado el matrimonio y los hijos. Hay un segmento de gente profesional joven que tiene 35 años, pero que lleva una vida juvenil desde hace diez. Tienen plata y capacidad de consumo", afirma.

La vida, una pasarela

En la senda de portales cazatendencias como Hel-Looks.com o The Sartorialist, dos sitios chilenos recorren las calles para retratar atuendos novedosos. Tal como en las revistas que los inspiran, acá no hay modelos ni Photoshop, sólo realidad urbana.

Viste la Calle, editado por María José Arévalo, reúne a decenas de personajes y sus particulares vestidos. Bajo la foto, los visitantes pueden alabar o dilapidar una tenida con sus comentarios. "Me llama la atención la gente con un estilo particular, con mucha onda, que va confiada por la vida. Con actitud, sea el estilo que sea".

María José enumera los mejores sectores para cazar estilos: "Recorro todo Providencia, especialmente Lyon, la calle Lastarria, Patronato o alguna fiesta entretenida. La idea del sitio es ser urbano cien por ciento".

En Eseme.cl siguen el mismo camino. Encuentran a sus improvisados modelos en eventos, fiestas o la calle. Fernando Mora, uno de sus miembros, dice que su sitio no tiene un público claro: "Sacamos fotos de absolutamente toda clase de gente, y esperamos que ellos entren a la página a ver las fotos y compartirlas con sus amigos".