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Por qué las mujeres no pueden dormir

Las mujeres sufren el doble de insomnio que los hombres, según estudios norteamericanos. Y Chile no es la excepción: ellas consultan más por este problema. ¿Las causas?: la ansiedad de la vida moderna, las exigencias de la maternidad y las fluctuaciones hormonales.

07 de Octubre de 2008 | 09:17 |
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Probó la leche tibia, las hojitas de naranja y cuanta fórmula casera existiera para poder conciliar el sueño. Pero nada. Eran las 4 de la mañana y Paola Sarti (44 años) seguía sin cerrar un ojo. Se levantaba, se ponía a ordenar su ropa, a preparar las colaciones de sus dos hijas. "Buscaba excusas para estar en vela.

Como que le perdí el gusto al sueño. Después de hacer mis cosas, me acostaba, apagaba la luz y me quedaba con los ojos abiertos. Me daba vuelta para un lado y para otro", confiesa.

La situación que literalmente la remeció para buscar ayuda fue un temblor. "Justo en ese tiempo hubo un temblor y tenía las cajas de la mudanza apiladas todavía. Me acuerdo que esa vez di gracias a Dios de haber estado con insomnio porque pude levantarme y ver a las niñitas. Sentía que era mamá y papá a la vez.

El problema es que esa responsabilidad no se me pasó y empecé a pasarlo mal, a convertir la noche en día, y en el día me daba sueño, pero no tenía minuto para dormir. En cualquier momento cerraba los ojos, buscando reparar el sueño. Pero llegaba la noche y no dormía, no sentía sueño. Me puse apática, ojerosa. Ahí me preocupé. Porque durante el día estaba sintiendo los estragos de no dormir reparadoramente en la noche, que es lo que uno necesita fisiológicamente hablando".

Paola es una de las tantas mujeres que en Chile sufren de insomnio, "un mal propio de la modernidad", según explica el especialista del Centro del Sueño de Edimburgo, doctor Chris Idzikowski.

"En ocasiones, el insomnio es producido por acontecimientos dede una gran magnitud en la esfera emocional de la persona, por ejemplo, la muerte de un ser querido y el proceso de duelo", explica. El experto agrega que en su país, Inglaterra, "existen unas estadísticas, recogidas en el año 2007, que hablan de un rango de entre 40 y 60% de personas afectadas por el insomnio". Y de esa cifra, la mayoría son mujeres.
Top five para evitar el insomnio
- Dormirse siempre a la misma hora, incluso los fines de semana.
- Evitar dormir de día o las siestas.
- Irse a la cama cerca de la hora en que uno se queda dormido; no permanecer largos períodos en la cama despierto y dándose vueltas.
- Evitar la cafeína después del mediodía.
- Revisar los medicamentos que se están tomando con el doctor tratante.

Fuente: doctor Richard Ferber, profesor asociado de neurología de la escuela de medicina de Harvard.

Lo mismo pasa en Estados Unidos. Según el Department of Health and Human Services del gobierno de ese país, "las mujeres son dos veces más propensas a sufrir insomnio que los hombres". Algunas investigaciones sugieren que ciertos factores sociales, tales como estar sin trabajo o divorciada, están relacionados con un dormir deficiente, aumentando el riesgo de insomnio en ellas. Además, es una enfermedad que aumenta con la edad por los cambios hormonales.

En Chile no hay estudios concluyentes con cifras sobre cuántas mujeres no pueden dormir, pero una cosa es clara: son ellas las que van más a las consultas médicas a pedir ayuda para combatir el insomnio. Y la pregunta se hace evidente: ¿por qué las mujeres no pueden dormir? Por la complejidad de la vida moderna que llevan.

Pero eso no lo explica todo. También hay otros factores importantes a considerar.
La doctora Larisa Fabres, neuróloga y especialista en trastornos del sueño de la Clínica Las Condes, señala: "Hay factores de tipo hormonal que tienen que ver con el ciclo menstrual y con la menopausia, con el embarazo y la lactancia. Las mujeres pasan por esas etapas de la vida que favorecen el insomnio. Pero, por otra parte, están teniendo más ansiedad en general, y eso se ha asociado a su estilo de vida actual, donde ellas cumplen varios roles que van desarrollando problemas en la parte física y síquica: son profesionales, madres, tienen que cumplir muchos roles y eso provoca mucha ansiedad, angustia, y el directo afectado es el dormir. El grado dependerá de su nivel socioeconómico, lamentablemente. Muchas mujeres humildes después de su jornada laboral deben cocinar, limpiar y lavar cuando llegan a su casa. Ellas se llevan a la cama toda la preocupación que tienen para el otro día, y eso les impide dormir. Entonces, hay un estilo de vida de la sociedad actual que no favorece a la mujer en ese aspecto".

Eso le ocurría a Paola. No sólo no dormía lo suficiente, sino que cuando lograba hacerlo tenía estresantes pesadillas: soñaba que llegaba atrasada al trabajo, que iba a dejar a sus hijas al colegio equivocado, etc. "Soñaba cosas como bien insignificantes, situaciones no resueltas", explica ella. Estaba exhausta. Sin energías para nada, hasta que buscó ayuda y se dio cuenta de que para recuperarse antes necesitaba saber las causas de su malestar.

"Los especialistas que me atendieron buscaron el origen del trastorno del sueño y en ese sentido me ayudó mucho hablar sobre mis problemas. Creo que sólo así uno puede descubrir por qué tiene insomnio", explica Paola. Después de estar seis meses bajo tratamiento en un centro especializado, logró recuperarse y volver a dormir como corresponde.

La causa del insomnio de Paola fue su separación. Uno de los tantos componentes del cóctel de presiones de la vida moderna. Según estudios recientes, las nuevas tecnologías, no sólo facilitan la vida sino que pueden acarrear efectos secundarios. ¿Un ejemplo? El uso indiscriminado de la telefonía celular. Un estudio llevado a cabo este año por investigadores del Instituto Karolinsk, en Suecia, y de la Universidad de Wayne, en Estados Unidos, concluyó que hablar por celular antes de irse a dormir puede provocar insomnio. La investigación se realizó experimentando con 35 hombres y 36 mujeres, de entre 18 y 45 años, que fueron sometidos a radiaciones equivalentes a las de un teléfono móvil. ¿Resultado? Se demoraron más en entrar en la primera de las fases de sueño profundo, y disfrutaron durante menos tiempo de esa etapa, que aquellos que no habían hablado por celular.

El peso de las hormonas

Distintos estudios estadounidenses señalan que el factor hormonal también es clave para entender por qué las mujeres sufren más de insomnio que los hombres. El problema aparece especialmente en la menopausia.

"Los estrógenos actúan en el cerebro sobre la función de los receptores GABA, que son los encargados de promover la función del sueño y la capacidad para dormir. Al llegar a la menopausia, como los estrógenos disminuyen bruscamente se produce un desbalance en estos receptores, que hace que sea difícil conciliar el sueño, hasta que el propio organismo logre reajustarse", señala el siquiatra Hernán Elzo. Agrega, además, que otro factor que influye durante este período son los síntomas vasomotores, tales como los habituales bochornos nocturnos que interrumpen el sueño.
Cifras y estudios
- Las personas insomnes tienen 40 veces más posibilidades de sufrir depresión que aquellas que duermen bien.
- El promedio de horas de sueño de los adultos en 1960 era de 8 a 9 horas.
- En 2004 esa cantidad se redujo en un 30%.
- Más del 30 % de los niños y adolescentes tienen trastornos en el sueño.

Fuente: doctor Chris Idzikowski, del Edimburg Sleep Centre y Clínica Las Condes.

La doctora Julia Santín, directora del Centro del sueño UC, dice que también las mujeres desarrollan insomnios cuando se convierten en madres. "Ellas son las que más se despiertan con los niños. Por el mismo hecho de ser la mamá, están siempre conectadas. En el sueño se produce un importante bloqueo de las aferencias (información que llega del exterior), por eso se dice que al dormir una está ciega, sorda y muda. Pero existe cierta elaboración de las señales. Entonces, cuando una está durmiendo y escucha a la guagua llorar, una va a despertar. Lo mismo si el niño está enfermo. En general, las mujeres están más alertas a ese tipo de estímulos que los hombres y eso influye en que sufran más de insomnio".

Cuando se trata de madres primerizas es más frecuente el insomnio puesto que hay que inculcarle a la guagua hábitos de sueño. En el proceso, la madre puede perder valiosas horas para dormir. La doctora Eliana Rodillo, especialista en trastornos del sueño infantil y jefa de neurología de niños y adolescentes de la Clínica Las Condes, señala: "Si la madre se acuesta en la cama con el niño, le da una mamadera, o lo traslada dormido a su cama, ese niño al despertar no podrá reproducir la escena por sí solo y reclamará la presencia de los padres, generalmente la madre. Esto genera un círculo vicioso porque las madres generalmente trabajan, llegan tarde, con sentido de culpabilidad y tienden a tener dificultades en establecer límites y hábitos, cediendo a las exigencias del niño acostándose con ellos o permitiéndole hacerlo en su cama.

Si despiertan durante la noche ante la presión que al día siguiente deben levantarse a trabajar, hacen cualquier cosa para que se duerma. Esto lleva a que la madre descanse menos horas de lo que necesita y su sueño sea fragmentado y poco reparador".

Los alimentos

Investigaciones han descubierto el poder de los alimentos para combatir el insomnio: pan, pastas y papas son hidratos de carbono que el organismo quema lentamente. Y una comida baja en proteínas y con muchos hidratos de carbono prepara al cuerpo para el sueño. Asimismo, el plátano, el yogur y el atún dan triptofano, aminoácido que ayuda a dormir.

En buenas cuentas, cambiar los hábitos alimentarios es clave para poder dormir durante la noche. Es una de las tantas cosas que hay que aprender para combatir el insomnio. Paola señala: "Aprendí a bajar el ritmo de la actividad cuando se está poniendo el sol. No hay que dejar ese momento para ponerse a cocinar, ir al supermercado u ordenar la ropa. Yo nunca tuve problemas para estudiar de noche, pero durante el día es cuando hay que hacer las cosas intelectuales. Y en la noche lo que puedes hacer es leer un rato antes. Y cuando me empieza a dar sueño, cierro los ojos, apago la luz, y me duermo".

¿Nuevos medicamentos? "El peor mensaje que uno puede darles a los pacientes es que hay una píldora que soluciona el insomnio", dice la doctora Fabres. "El tratamiento del insomnio parte por un aspecto mucho más fundamental, que son los hábitos del sueño en la noche: te dicen 'no duermo nada', y resulta que se acuesta, come, ve TV, y trabaja en su laptop en la cama. Entonces es complicado dormir así".

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