Tal como se combinan vinos y quesos para disfrutar del óptimo sabor de ambos, los nutrientes de la comida pueden ser incorporados de mejor forma según cómo los combinemos. Pero no todas las alianzas son bien avenidas. Algunas también pueden jugar contra el cuerpo.
Cereales y café
El café, el té negro y el vino tinto, por un lado, incorporan flavonoides al cuerpo, los que tienen un efecto antioxidante, pero al mismo tiempo actúan en contra de la correcta incorporación de calcio y hierro que contienen los cereales.
En porcentajes significativos, una taza de té disminuye la absorción de hierro en 75% y una de café, en 60%. Y una receta casera: una taza de café con un tercio de leche contrarrestaría este efecto negativo sobre la totalidad de la dieta.
Espinacas y limón
Junto con el brócoli, las espinacas poseen un tipo de hierro exclusivo de los vegetales que no es bien absorbido por el cuerpo por sí solo. "Cualquier ácido, en este caso el cítrico del limón, contribuye a que este mineral no se oxide", explica la nutrióloga de Clínica Las Condes, Cristina Olivos. Otras fuentes de vitamina C como tomates, pimiento rojo y frutillas tienen el mismo efecto. Esta combinación es especialmente recomendable para vegetarianos que no obtienen el hierro de la carne, que se incorpora independientemente.
Cereales y legumbres
Esta es una pareja absolutamente complementaria. De lo que carece uno, el otro lo suma. Mientras los cereales poseen un alto contenido de lisina y son bajos en otros aminoácidos esenciales para el cuerpo, como metionina, cisteína y triptófano, las legumbres son bajas en los primeros y altas en los segundos. "Esta combinación produce unas proteínas de elevado valor biológico", explica Cristina Olivos. Un buen ejemplo de este par son las lentejas con arroz.
Tomate y aceite
El licopeno, componente antioxidante del tomate, se absorbería siete veces mejor si es acompañado de grasas monosaturadas como el aceite de oliva, según señalan algunos estudios. También sirven la palta y los frutos secos. Este saludable par puede ser consumido en ensaladas y comidas como tallarines y pizzas.
Bebidas diet y alcohol
Esta elección puede que baje las calorías, pero también la sobriedad. En un estudio efectuado por el Royal Adelaida Hospital en Australia, el trago "light" fue absorbido en 21 minutos, versus los 36 que le tomó a la bebida no dietética. La diferencia radica en la absorción de los azúcares, dice Olivos. "Cualquier alimento va a demorar la absorción del alcohol en el estómago". La recomendación es clásica: no beber alcohol con el estómago vacío.
Alcohol y bebidas energéticas
Niveles altos de la estimulante cafeína de las bebidas energéticas, sumados al efecto sedante del alcohol pueden engañar al cuerpo incurriendo en una conducta de riesgo. "Cuando se disminuye el estado de alerta y se permanece despierto, puedes seguir tomando alcohol hasta llegar a una intoxicación etílica", alerta la doctora Olivos. En algunos grupos, este "combinado" podría llegar a causar una arritmia cardíaca.