Doscientos catorce fans tiene el perfil de Facebook de “Con el pie derecho”, el matinal que conduce desde este año Mauricio Israel en Red TV, contra los 37 que tiene “Piteate a Mauricio Israel” en el mismo sitio web.
Es que en 15 años de carrera televisiva, este comentarista deportivo, conductor de matinal y de espacios de servicio público, ha sabido crear una personalidad ante las cámaras capaz de provocar los sentimientos más extremos en la audiencia.
Mauricio reconoce que esto se debe a que ha sido “un poquito agresivo” en TV, pero asegura que hoy está en una etapa absolutamente distinta, disfrutando de su regreso al rating matutino en la casa televisiva que lo vio nacer como rostro, a principios de los ’90, cuando condujo “Colo-Colo en La Red”.
“Los golpes te enseñan a cambiar tu postura frente a las cosas”, dice un hombre que literalmente los ha sufrido, como cuando un joven bipolar le rompió la nariz en un restaurante, el año pasado.
Golpes, tal vez, más metafóricos han sido su conflicto con Impuestos Internos, que destapó ante todo el país una deuda de cerca de $60 millones de pesos con su productora, o el igualmente bullado beso que Anita Alvarado (otrora geisha) aseguró haberse dado con el entonces esposo de la periodista Carolina Bretahuer.
La declaración terminó rompiendo su matrimonio, el segundo de Israel, y creó alrededor suyo más abismos entre sus fans y detractores.
-¿Eres consciente de estos contrastes que tiene la audiencia, del amor u odio que algunos te profesan?
“Yo creo que eso era más antes que ahora. Hoy, yo digo las mismas cosas sin pelos en la lengua, pero sin ser tan violento. También estoy tratando de decirle a la gente las cosas buenas, porque me di cuenta que en este país nadie las dice… Creo que ese cambio de actitud se ha notado en la pantalla”.
-¿Y ese cambio a qué se debe?
“A que los golpes enseñan. Cuando a mí me iba bien me criticaban mucho por mi estilo:
‘Que este gallo lee los diarios, que este gallo aquí, que este gallo acá’. Y cuando me fue mal, me pegaron en el suelo y yo no quiero hacerle a los demás lo que a mí no me gustó que me hicieran”.
Pero no todo ha sido negativo en la trayectoria de Israel. A pesar o, quizás, como consecuencia de los eternos silencios que se permitía en el noticiero matinal del Mega, mientras, periódico en mano, se informaba de la contingencia, su programa promedió 10.3 puntos de rating, posicionándose exitosamente en la franja matutina.
Juan Antonio Solís sonó como nunca, interpretado por Israel, quien más de un coqueteo lanzó en el estudio cuando cantaba “no hay nada más difícil que vivir sin ti”.
-Teniendo el ejemplo tu antiguo matinal, ¿qué pasa con el rating ahora?
“(Sonríe) La verdad, llevamos 5 meses con el programa en el aire y esperaba un poquito más de sintonía que la que tenemos hoy día. Pero entiendo que las circunstancias hacen que las cosas sean distintas, aunque bueno, en el Mega nosotros nos demoramos más de un año en llegar a posicionarnos en un lugar”.
-Antes de salir del Mega se supo de tu problema con Impuestos Internos. Ahí dijiste que todos se alejaron de ti como si tuvieras lepra. ¿Hoy han regresado a tu lado esas personas?
“Yo siempre espero las vueltas de la vida. Ya soy una persona que espera poco, en términos de no hacerse muchas expectativas con la gente o con las cosas que suceden. Uno aprende a tomarle un poquito más de valor a otras cosas… Me quedo con la gente que ha estado al lado mío; mi familia. Ellos son los que me dan la fuerza necesaria. Además tengo 2 socios maravillosos que están en la productora conmigo y que me han acogido y me han ayudado a despegar nuevamente… Siempre me quedo con la mitad del vaso lleno y no con la mitad del vaso vacío”.
“Hay algunas desilusiones en el camino, pero pasan. En ese mismo período nació mi hija, en este mismo período logré encontrar a la mujer que yo siempre he esperado y pude formar una familia preciosa…”.
-Cuando salió a la luz lo de la geisha tenías un súper rating, y mientras se supo de lo de tus deudas nació tu hija. ¿Te cuesta encontrar el equilibrio en tu vida?
“No, hay equilibrio, porque la vida es así, tiene cosas buenas y malas y hay que estar preparado para las dos. Efectivamente, a mí me fue muy bien y después no, pero la vida me regaló otras cosas y para mí son más importantes. Hoy estoy lleno de cosas lindas”.
“Cuando uno tiene problemas tan graves como los que se han mencionado, uno logra dimensionar también cuáles son los sufrimientos y las penas que tiene la gente, todos los días. Cuando uno está muy arriba… y me lo dijo el Presidente Lagos una vez que venía con él desde Concepción, en su avión, sentado en su oficina como a 10 mil metros de altura… Ahí me dijo:
‘Mira, esto es igual que ahora. Cuando uno llega al poder queda muy aislado y ese poder no te permite ver muchas cosas’. Yo creo que he experimentado ambas circunstancias, tener y no tener, pero siempre con una familia que me apoya”.
-Te ves muy positivo, ¿qué pasa con tu carrera? ¿En qué etapa estás?
“Renaciendo, reinventándome, redescubriéndome y virando hacia un camino que espero me traiga muchas más alegrías. Yo necesitaba hacerlo de manera urgente, porque voy para otro lado”.
-¿A dónde vas?
“Es lo que estoy descubriendo, pero tengo súper claro que mi camino va para otro lado”.
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