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Cuatro caminos para un año escolar saludable

A casi un mes de haber empezado las clases, mejor es revisar ciertas "tradiciones" escolares que generan patologías óseas y nutricionales que pueden evitarse sin grandes inversiones.

24 de Abril de 2009 | 15:04 |
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Chequeo médico general

Una vez al año, idealmente antes de comenzar las clases, es recomendable realizar a los niños un chequeo médico completo, que considere al menos el peso, la talla y la estatura del menor; el desarrollo de la columna y los pies; el funcionamiento de la vista y la audición, además de la salud dental, considerando si existen caries o se requiere ortodoncia.

El doctor Carlos Hinzpeter, pediatra de Clínica Las Condes, explica que incluso si existen antecedentes familiares de colesterol alto, es conveniente solicitar un perfil que considere este examen, como recientemente sugirió la Academia Americana de Pediatría, considerando las crecientes cifras de obesidad infantil.

Según el especialista, todos los preescolares deben hacerse una audiometría antes de entrar al colegio y durante su crecimiento si tienen dificultades para escuchar. Hay que poner atención, por ejemplo, si tienen mala dicción, suben el volumen para escuchar la televisión o si hablan poco en las conversaciones familiares, porque no le entienden bien a los demás.

En estos casos puede que sea desde una alergia que les haga acumular líquido en los oídos, lo que se podría remediar con una cirugía o bien que efectivamente necesitan utilizar un audífono.

Del mismo modo, todos los niños deben revisarse con un oftalmólogo por lo menos una vez, pero especialmente si se acercan mucho a las lecturas o si les molesta la televisión porque les hace doler la cabeza.

La solución puede ser recetar a los menores lentes apropiados o incluso lentes de contacto. "Desde los siete años pueden usar de estos lentes si son ordenados y responden bien a su adecuado uso", afirma Hinzpeter.

Ida y vuelta segura a estudiar

El traslado de miles de escolares chilenos depende de los 15.263 furgones escolares inscritos en el Registro Nacional de Transporte Remunerado, que depende del Ministerio de Transportes.

Vehículos que deben cumplir con una serie de requisitos que no se reducen a pintarse de amarillo, tener una luz estroboscópica en el techo y un letrero.

Los conductores deben poseer licencia de conducir profesional clase A-3, estar inscritos en el registro ya mencionado y, si transporta más de cinco preescolares, debe ir acompañado por otro adulto.

El vehículo no puede tener más de 14 años de antigüedad y los de 2007 en adelante deben contar con cinturones de seguridad para sus pasajeros, además de un respaldo no inferior a los 35 centímetros.

En la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (Conaset), recomiendan asegurarse de que los "tíos" y sus vehículos cumplan con estos requisitos, y también enseñar a los niños a viajar tranquilos, sin gritar ni sacar la cabeza o los brazos por la ventana.

Colaciones nutritivas

Para comenzar el día lo más saludable es un buen desayuno, que incluya leche, pan integral, cereal integral y jugo de fruta. Mientras que para la jornada escolar, es importante incluir en la mochila de los niños una merienda adecuada.

Según la nutricionista Loreto Riquelme, de Clínica Santa María, el tamaño de la colación depende de la edad del niño y del nivel de actividad que realice. Para los preescolares no debería superar las 100 calorías, mientras que para los escolares pueden prepararse dos colaciones de 150 calorías o una de no más de 300 calorías.

Por ejemplo, para los niños pequeños puede ser una fruta o un lácteo, ya sea yogurt o leche. También puede ser una porción de cereal integral o una barrita de cereal integral.

"Es importante ir variando las colaciones y presentárselas a los niños de manera entretenida, por ejemplo una ensalada de fruta picada con un poco de yogurt, puede ser más motivador que una fruta entera", sugiere la especialista.

Para los escolares puede ser la mitad de un pan o dos rebanadas de pan de molde light con jamón de pavo, margarina dietética o lechuga y tomate. "Ocasionalmente puede ser con mermelada o manjar, pero la idea es que no se acostumbren al azúcar, porque además de que produce caries se absorbe rápido y después los niños andan sin energía", señala la experta.

Otra recomendación es evitar darles dinero para las colaciones, ya que, a no ser que exista quiosco saludable en el colegio, el niño privilegiará los snacks como las papas fritas o las ramitas, que son muy calóricas y tienen exceso de sal.

Ojo con los kilos de la mochila

Más que bonita o a la moda, la mochila tiene que ser cómoda y funcional, dice el doctor Fernando González, traumatólogo de la clínica MEDS. Eso significa que según la cantidad de peso que el niño lleva es el tipo de bolso que le conviene usar. Si debe llevar muchos cuadernos y materiales es mejor que use una con ruedas, pero si traslada un peso acorde con su edad, la mochila en la espalda sigue siendo recomendada.

"Si es usada de manera adecuada, ayuda al niño a tener una buena postura, porque lo obliga a mantener los hombros hacia atrás, caminar erguido y evita que se balancee", explica el especialista.

El peso adecuado del bolso escolar depende de la edad del niño: la recomendación general es que no supere el 10% de su peso corporal. "Eso significa que un chico de 6 ó 7 años no debería cargar más de 3 ó 4 kilos en su espalda", agrega el médico.

Otro punto a considerar es cómo se usa la mochila: nunca cargada en un solo hombro, porque en un niño que está en pleno crecimiento puede provocar una desviación de la columna, advierte Fernández.

Si hay dolores de espalda y la postura corporal cambia una vez que se coloca la mochila -inclinándose hacia adelante, atrás o a uno de los lados- quiere decir que hay problemas, y en ese caso es mejor consultar.

Igual de importante es el calzado. La moda se impone en la elección infantil, pero la decisión debe considerar cuestiones de forma. El doctor Bernardo Chernilo, traumatólogo de MEDS, recomienda que los zapatos sean amplios, livianos, ventilados y de cuero, para evitar que los pies se humedezcan y puedan aparecer hongos. Estos cuidados también se aplican cuando hay pie plano.


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