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Vestuario vedado

Aunque todas quieran estar a la moda, algunas prendas parecen quedar simplemente mal. Pero nada de tristeza, que para salir digna bastan dos consejos: ser fiel al estilo y no exagerar.

28 de Septiembre de 2009 | 09:19 |
Queda prohibido usar pantalones tan abajo de la cintura que dejen ver la ropa interior. Aunque suene como una normativa algo estricta, en algunas comunidades de Estados Unidos es ley y quien ose romper el dictamen podría tener que desembolsar 500 dólares en multa o pagar con seis meses de prisión el no cumplimiento de la normativa.

Si bien en Chile existe la libertad de lucir los pantalones estratégicamente por debajo de lo común -algo que es posible ver en las calles tanto en hombres como en mujeres- para María Pilar Malverde, asesora de compras y consultora de imagen personal (Personal Shopper), tal costumbre quita seriedad y lo que es peor, en el caso de ellas, simplemente queda mal.

“Como buenas latinas, las chilenas tienen las caderas muy anchas. Por lo tanto, cualquier corte que se les haga en la cadera, va a acentuar mucho más esa característica. Incluso, a algunas jóvenes delgadas que usan el pantalón muy a la cadera, se les marca un rollito que, a veces, ni siquiera tienen en realidad”, cuenta.

Ajustados corsé, pesadas pelucas blancas rococó, o duros suecos han pasado en gloria y majestad por la historia de la moda, y con todos los inconvenientes que pudieran traer consigo, sólo el estar ad hoc y “verse bien” parecen metas que superan cualquier incomodidad. Pero, lamentablemente, y a pesar del esfuerzo puesto en la causa, no a todas les queda bien toda la ropa.

Para Marizta Añazco, directora de RelookMed, junto al desconocimiento de qué prenda viene al tipo de cuerpo, uno de los principales errores que se vislumbra por las calles chilenas es la negación de la propia edad.

“En las calles puedes ver mujeres realmente disfrazadas, que de espalda puede parecen de 20 años y cuando se dan vuelta ves a una mujer extremadamente flaca con un vestido que corresponde a una niña de 25 años, llega a chocar”, dice.

Por su parte, Malverde critica el uso de prendas excesivamente ajustadas: “eso hace que se pierda la elegancia. A veces, mujeres que tienen mucho busto usan el escote demasiado pronunciado, cuando sí es posible mostrar las formas de manera no tan ceñida y sin ser fome”.

“También se exagera con los brillos, y a las mujeres de contextura grande, hacen que se vea con más volumen la figura”, comenta.


Adiós al negro, bienvenida la cromoestética

Aunque Malverde defiende el gusto de las chilenas, asegurando que “no son fomes” al vestir, ya que se atreven a usar accesorios y maquillaje, dice tajantemente que “el negro nos se lo sacan por nada”.

El color que se ha hecho famoso por disminuir algunos kilitos visualmente, parece ser la combinación segura de la mayoría, especialmente cuando no se quiere perder tiempo probando vestidos para una fiesta; el negro viene seguro.

Pero la asesora de imagen propone otra tonalidad “súper combinable, elegante y bonita”, como lo es el color obispo. Y lo mejor de todo es que, si bien no superaría los queridos atributos del azabache, sí mantendría parte de su cualidad estética, ya que “todos los colores fríos hacen que te veas más delgada”, explica.

“Es un problema común que no se sepa mucho de la cromoestética, de los colores que destacan los mejores rasgos que cada mujer posee”, cuenta Añazco.

Por eso, consultada por una manera que ayude a saber qué color es el más apropiado para cada persona, ella recomienda nada más que dos pañuelos, uno de color cálido y otro frío, un espejo y alguien que tenga la confianza suficiente de opinar: “te ves mal”.

“La idea es concentrarse en qué es lo que le da luz a la cara, qué destaca los rasgos positivos, y fácilmente una se da cuenta que cuando el color le favorece, entrega elegancia y cuando no, una se verá cansada, ojerosa y con cara de enferma”.

Fidelidad al estilo

“Este verano vamos a andar todas con el enterito, pero, dependiendo del corte que tenga, no les va a quedar a todas las chilenas bien, por sus cadera anchas. También habrá mucho de print animal y flores. Así que si hay una mujer que tiene su busto muy grande o la espalda ancha, no debe usar blusas de flores muy grandes. Ahí está lo prohibido: exagerar”, dice Malverde.

En el caso de los estampados, recomienda que éstos sean verticales y que si una persona tiene una contextura muy gruesa, que evalúe la posibilidad de eliminarlos de su clóset.

Son sólo recomendaciones, ya que tanto Añazco como Malverde coinciden en que no existe ropa prohibida para las mujeres y la clave parece estar en la adaptación de la moda a cada mujer.

“Lo más importante es ver el estilo que uno tiene. Eso es algo que no se compra ni se presta, se viene con eso. Así que si la persona es de estilo casual, natural, se debe expresar así, pero acorde a la edad que le corresponde”.
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