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Soltero sin factura

Financieramente hablando, el matrimonio es una inversión larga y con un alto riesgo de fracaso, no permite la movilidad y tiene una comisión de salida altísima, según lo explica el conductor del programa radial “Información privilegiada”. A sus 35 años no piensa casarse en el corto plazo, pero asegura tener la fórmula para el éxito conyugal: se la reveló su tata.

02 de Marzo de 2010 | 10:41 |
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El matrimonio es una inversión que tiene el 50% de probabilidades de fracasar, y ¿quién invierte en algo que tiene la mitad de las posibilidades de hacer que lo pierda todo?

Carlos Lavín Subercaseaux, une estos conceptos en un seminario de inversionistas, para demostrar las contradicciones que se presentan en sus oyentes, y mencionando dos temas que maneja con holgada profundidad: la economía -desde su posición de ingeniero comercial y conductor del programa de temas bursátiles “Información Privilegiada”- y la soltería, que a sus 35 años está intacta y no parece que vaya a variar mucho el panorama en el corto plazo.

El mismo hombre que de lunes a viernes (a las 9 y a las 14 hrs.) le arma la banda sonora al día financiero junto a uno de sus socios, Cristián Camus, deja un momento sus labores como encargado de la banca privada del Banco Penta, para acercarse en polera y blue jeans -detesta la chaqueta y la corbata- y hablar sobre su filosofía de vida: extender todo lo que sea posible la etapa de soltería (estado civil de importantes beneficios, según cuenta) y así reducir las probabilidades de un fracaso, idea que aprendió su tata.

En realidad, como cuenta, se trataba de un abuelastro que apareció en las segundas nupcias de su abuela paterna –la madre de Carlos Eugenio Lavín, socio del grupo Penta- pero que logró una cercanía especial con Carlos Eugenio (hijo), a quien le enseñó cosas como que, dado que “las expectativas de vida se habían alargado mucho y que, si todo salía bien, uno podía vivir 90 años –él murió a los 92-, había que retardar lo más posible la decisión de casarse”.

“Hacerlo temprano e hipotecar así tu futuro es una apuesta súper arriesgada. A veces hago comparaciones con el mundo financiero y justamente las inversiones que a los inversionistas no les gustan, son las que son muy largas y que no dejan movilidad una vez que estás adentro o que los costos de salida son muy altos, que son lo que pasa con los matrimonios. Te casas y después la salida es altísima, la comisión de salida es altísima, te sacan hasta la pepa del alma; lo pasas pésimo, porque las expectativas estaban tan altas que se te cae el propio proyecto de vida”, dice Carlos, quien se ha separado un rato de sus compañeros, para declararse un leal beneficiado de la soltería.

-¿Cuáles son los principales beneficios de ser soltero?
“La libertad es lo principal y es súper amplia; puedes viajar, conocer más mujeres, no sólo una, y lo otro es que es más rentable económicamente, se supone”.

-¿No te llegan comentarios de cercanos que se preguntan que cuándo vas a sentar cabeza?
“Ah, pero es que me dan exactamente lo mismo; cada cual hace lo que estime conveniente. Eso me lo dicen algunas personas, pero no las escucho. En general, cuando dicen algo que no me interesa, no escucho. Eso me ha jugado en contra, porque en el colegio, como no me interesaba nada, escuchaba la mitad. Yo leo ene, pero casi todo lo que he aprendido, fue después de salir del colegio. No me gustaba la estructura de enseñanza que había, de aprender de memoria”.

-¿Cuántos amigos solteros tienes?
“Hoy por hoy, pocos. Lo que pasa es que tengo muchos amigos separados. Tengo ese grupo de amigos y los del colegio, que ahí la mayoría se casaron, salvo dos que están solteros. Los otros son mayores y fluctúan entre 40 y 50 años; son separados y están solteros para efectos prácticos. Esos son con los que más salgo, el resto está con la guagua, en otra.
“Es interesante, porque hay un grupo que va de ida y otro que viene de vuelta y así empiezas a sacar tus propias conclusiones”.

-¿Los hombres sin pasado conyugal son escasos?
“Lo que pasa es que a mi edad es difícil encontrarlos. La mayoría ya se separó o está en su proceso de los primeros 8 o 10 años de matrimonio”.

-¿En qué tipo de relación invertirías?
“No es que yo esté en contra del matrimonio per se. Creo que es una decisión que debes retardarla lo más posible. Eso te trae muchos más beneficios que hacerlo temprano y aumenta la probabilidad de éxito. Ahora, habría que ver, todo depende. Es tan relativo que no sé. Lo que pasa es que cuando te enamoras, sueles pisarte la cola y desdecirte, no sé.
Cuando vi a mi última polola, estaba en el Cuzco, y yo dije: ‘ella va a ser mi próxima polola’, y así fue. Me gustó, pum, pa... Y después, la típica... Yo no me iba a casar a los 28 que tenía en esa época, así que dije ‘hasta luego’”.

-De los 26 para arriba, parece que las relaciones o terminan en matrimonio o se acaban...
“Empiezan con ese cuento. La otra vez un amigo llevaba como 6 meses y regaló anillo, por el tema ese de ‘no, ya somos más grandes, así que resolvemos más rápido las cosas’.

-¿Lo hijos te parecen una buena inversión?
“Sí, lo que pasa es que tienes que tenerlos en el momento justo, porque si te equivocas, lo pueden pasar mal. Con los matrimonios que no se llevan bien, las cuentas las paga todo el mundo, pero los niños pagan cuentas que no deben. Lo que pasa es que ser papá, en mi visión, es una pega de a dos, y tienes que estar convencido de que tienes una vocación para serlo y dedicarte de verdad. Sino, mejor no lo seas”.

-¿Tú tienes la vocación?
“No lo sé, me imagino que sí. Pero eso no es un tema para mí. No estoy ni pololeando así que lo veo tan lejano, que en los papeles del escritorio está al último, no es un tema que me desviva. Entiendo que las mujeres en el futuro dejarán de tener su límite biológico para ser madres, pero los hombres nunca lo han tenido, aunque por ahí dicen que si eres muy viejo, después no tienes la energía y una serie de teorías. Creo que hay que tener uno cuando encuentras a la persona correcta y no apurar los procesos”.

-Si tuvieras un hijo ahora y ese hijo tuviera el suyo a tu misma edad, tendrías tu primer nieto a los 70 años. ¿No te complica seguir atrasando el momento de ser padre?
“No, la vida la tienes que vivir. Mañana puedes chocar en un auto y morir, nadie sabe; tal vez ni llego a los 70 años, para qué proyectarme tanto. Yo voy viviendo de acuerdo a lo que a mí me gusta y eso de estar planificando, no sé. Mi tata nunca planificó nada. De hecho, siempre decía que iba a morir primero que mi abuela -que fue lo único que repitió en cuanto a proyecciones futuristas- y ni siquiera sucedió así; mi abuela se murió a los 70 y mi tata a los 92”.

-¿No tienes alguna edad límite?
“No, tiene que llegar la persona correcta no más. Si llega a los 50, genial, para mí eso es lo más importante. Cuando te unes en una relación con alguien, tiene que ser cuando estés convencido de que es la persona para ti, porque si empiezas a apurar la cuestión, es un desastre”.

-¿Qué es lo que convence de que estás delante de la persona adecuada?
“Una serie de factores. Yo soy bien intuitivo para mis cosas y me va bien con ese sistema. Hay una serie de procesos; si tenemos los mismos gustos y que lo pasemos bien. Yo vi a mi tata que tuvo un matrimonio de 35 años muy felices, y una vez le pregunté que cuál era la fórmula para esta cuestión. Me dijo: ‘mira, para mí, la fórmula es que yo me entretenía mucho con tu abuela’. El amor y todas esas cuestiones con el tiempo empiezan a descender y creo que lo que tienes que buscar es una partner que esté contigo y tú con ella en todo”.

-¿Es cierto que has viajado a 30 países y 86 ciudades?
“Sí, es sólo por gusto, lo hago en período de vacaciones. Por trabajo creo que he viajado tres veces, no más. Siempre me han gustado los puertos, los aeropuertos... Cuando alguien llegaba, yo iba por gusto a las 6 de la mañana a buscarlos. Siempre me ha gustado el tema de partir, de viajar. Generalmente lo hago dos veces al año y desde hace bastante tiempo. Me encanta viajar desde muy chico, cuando tuve mi primer viaje a Europa, que fue el primero grande en el año ‘88.
“A Europa he ido muchas veces, me encanta. Es el continente que más me gusta. Los lugares a los que más he ido son París y el Cuzco. Ahí he ido como tres veces y a París como seis. Es la ciudad más bonita, a mi gusto, desde un punto de vista estético”.

-¿Vives solo?
“Sí, obvio. Tengo un departamento y vivo tranquilamente solo”.

-O sea, eres soltero, soltero, soltero...
“Sí, en este minuto sí. Obviamente que he tenido relaciones, como mi último pololeo, con factura como les llamo yo, a las del domingo familiar. Pero de ahí, he tenido muchas otras en las que no necesariamente estás...”.

-Muy comprometido y con todas las facturas que hay que pasar.
“Exacto”.

-¿Cuál es tu vicio privado?
“Me como los lápices, los típicos de pasta”.
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