NUEVA YORK.- Los niños con sobrepeso que adelgazan en la adultez no corren más riesgo de padecer problemas de salud ligados a la obesidad, concluyó un análisis de cuatro estudios que incluyó a chicos y adultos de Estados Unidos, Australia y Finlandia.
Los resultados no prueban que la pérdida de peso en sí elimine los riesgos adicionales, pero implican que los niños con sobrepeso u obesidad no están automáticamente destinados a tener mayores tasas de diabetes, hipertensión y enfermedad cardíaca.
"Hay esperanza para los niños con sobrepeso y obesos", dijo el doctor Markus Juonala, de la Universidad de Turku, autor del estudio.
"Si logran convertirse en adultos no obesos, entonces los riesgos de esos resultados -diabetes, hipertensión, aterosclerosis temprana- son bastante similares a los de quienes han tenido peso normal toda su vida. Creo que es un mensaje bastante positivo", añadió.
En Estados Unidos, alrededor de uno de cada seis niños y adolescentes es considerado obeso.
El nuevo informe, publicado en "New England Journal of Medicine", combinó datos de cuatro investigaciones que siguieron a más de 6.000 chicos por un promedio de 23 años.
"Se creía que si se era obeso de niño, estaba todo dicho", dijo Juonala. "Pero a partir de estos hallazgos, lo que realmente importante es cómo estamos al llegar a la adultez", señaló.
Los investigadores simplemente observaron qué sucedía en el tiempo y no evaluaron si reducir activamente el peso de un niño puede eliminar los problemas de salud más adelante en la vida.
Pero los resultados sugieren que "hay tiempo y oportunidades de intervención para ayudar a aquellos chicos que tienen sobrepeso y son obesos", manifestó el autor.
El análisis confirmó además lo que los médicos saben desde hace años: que ser un adulto con sobrepeso incrementa el riesgo de varios problemas de salud.
Asimismo, las personas que habían tenido peso normal tanto de niños como de grandes, los adultos obesos que habían sido niños con exceso de peso solían enfrentar los mayores riesgos.
En cambio, para los adultos que habían reducido el tamaño de su cintura de excesivo a normal, el panorama fue alentador: sus tasas de factores de riesgo de enfermedad cardíaca no difirieron de las de quienes habían sido delgados toda la vida.
"Los médicos de atención primaria no deberían tener la perspectiva pesimista de que una vez que se establece la obesidad infantil, el riesgo cardiovascular también está determinado", indicaron los investigadores.
Dado que estudios previos demostraron que hacer que los niños obesos bajen de peso reduce sus factores de riesgo cardíaco, los resultados de este análisis parecen sólidos, expresó el doctor Albert Rocchini, de la University of Michigan, en un editorial.