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Experto en desarrollo personal entrega 12 principios para ser feliz

Pablo Flores Laymuns cree que para lograrlo, se debe tener tranquilidad interna, calma y conexión.

26 de Julio de 2013 | 07:00 | Por Francisca Vargas V.
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¿Qué es ser feliz? ¿Tener un auto último modelo, una súper casa, un cuerpo escultural o un vivir en un estado de gozo constante y permanente, donde no hay espacio para el dolor ni para pasarlo mal?

Para Pablo Flores Laymuns, ingeniero Civil Industrial UC, astrólogo y terapeuta, la persona que busque esas definiciones de felicidad estará siempre lejos de alcanzarla y menos de sostenerla en el tiempo.

"La vida no es constante, la vida es oscilación y cambio, apegarnos a un estado o depender de éste para ser feliz puede causar más dolor que felicidad", afirma.

Es que para el terapeuta, el glorioso estado es más simple y está relacionado con una tranquilidad interna, calma y conexión. "Es permitirme sentir y ser, de fluir con la vida", dice.

Quizás, comenta, que en su simpleza radica su dificultad, y asegura que la felicidad hay que trabajarla desde el lugar donde se coloca la atención. Vale decir, en lo externo o en lo interno.

"Lo que pasa afuera en mi vida es un reflejo de lo que está pasando por dentro en mí. Por ejemplo, si en mi vida falta amor, es porque probablemente en mí tampoco hay espacio para el amor hacia mí. No me amo, no me acepto ni creo merecer amor", explica.

Así, dice, si uno quiere alegría y felicidad no tendría que buscarla cambiando el "alrededor", sino provocando un cambio interno que transformará la  realidad que se vive.

Por tanto, indica Pablo Flores que quienes culpan a los demás por su desdicha, en realidad son personas que no se hacen cargo de ellos mismos. "Claro, no es fácil, porque implica vernos a nosotros mismos, pero tampoco es imposible. Cada uno tiene que encontrar su propio camino hacia la felicidad es un proceso personal", asegura.

Cómo empezar

El especialista señala que para ser feliz, un elemento fundamental es descubrir cuáles son las creencias limitantes que tengo y que me alejan del camino hacia la felicidad.

En el caso de las personas que tienen la creencia de que el amor es dolor, sostiene que deberían cuestionarse de dónde nace esa creencia, porque lo más seguro es que venga de experiencias vividas en la infancia.

"Entonces si tengo la creencia de que 'amor es dolor', andaré con ese cartel y voy a tener relaciones dolorosas. Quizás, no me voy a dar ni cuenta como atraigo el drama a mi vida ni como yo mismo genero dolor con comportamientos y actitudes controladoras y manipuladoras", ejemplifica.

Otras claves para comenzar el proceso, a su juicio, se encuentran en renunciar a tener la razón, el control, cargar culpas y dejar de tener diálogos internos obsesivos. Pero, al hacerlo preguntarse: ¿por qué quiero tener la razón? ¿Por qué quiero controlar? ¿Por qué no puedo liberarme de mis culpas? ¿Por qué no dejo de pensar?

Afirma que, la respuesta que demos será más enriquecedora a que alguien te diga: "Oye tú, suelta el control y vas a ser feliz". "Suena muy bonito, pero cómo la persona hace para soltar el control", opina.

En ese sentido, llama a descubrir el por qué de nuestras conductas, perdonarnos y aceptarnos. Y, ser conscientes de las elecciones o decisiones que se toman en el día a día, de manera de poder observarse y elegir desde lo mejor de cada uno.

Los 12 principios

Para salir de la infelicidad, tomar las riendas de la vida y ser feliz, Pablo Flores propone 12 principios que uno debiera seguir para vivir en calma y en armonía con los vaivenes de la vida.

1. Salir al mundo a mostrar quien eres tú realmente, no a que te vean. Implica actuar desde adentro hacia afuera y no al revés. No amoldarte a los demás, sino actuar desde tu corazón.

2. Todo lo material que tengas, tenlo porque lo usas y te da placer, sino te da placer, bótalo o regálalo. Es decir, no acumular objetos materiales y  gozar las cosas, porque muchas veces nos quedamos en tener y nuestros  closets están llenos, pero no usamos casi nada.

3. Todo lo que sabes comunícalo. Guardar tus conocimientos y aprendizajes, por timidez o por mezquindad es algo que te aleja del camino a la felicidad y de descubrirte a ti mismo. El conocimiento es como una carrera de postas, pasa de una persona a otra. Si no lo compartes cortas el flujo.

4. Sana tu linaje, sana tu familia, sana las relaciones de tu núcleo. Como dicen las constelaciones familiares y la ancestrología de Pedro Engel, para tener relaciones sanas y ser feliz, hay que estar en paz con tu familia.

5. Descubre lo que más te gusta hacer y hazlo, no para que te vean, sino para alumbrarle el camino a los demás.  La mayoría de la gente ni siquiera sabe qué es lo que quiere hacer con su vida. Venimos a compartir a este mundo y nuestros dones son para ponerlos al servicio de los demás.

6. Haz las cosas que ames con disciplina. Si no tienes disciplina, no tienes amor por ti. Porque amar implica muchas veces renunciar a nuestra propia gratificación. Si no eres capaz de esforzarte por lo que te gusta hacer, entonces no lo amas realmente.

7. Las relaciones sanas de pareja implican permitirme ser y permitirle al otro ser. No controlar al otro para que actúe como yo quiero ni tampoco permitirle al otro que me controle para que actúe como él o ella quiera. Esto implica descubrir qué es lo que realmente me importa y respetarlo. Lo importante está en el compartir con el otro.

8. Descubrirme a mí mismo, transformarme en lo que realmente soy. Esto implica ver lo que no me gusta de mí y aceptarlo. Ver mis patrones y mis comportamientos inconscientes y hacerme responsable de ellos, dejando de culpar a los otros.

9. Expandirme, salir de lo conocido, familiar y seguro. Si siempre me quedo en lo conocido, en lo aprendido, no me permito conocer cosas nuevas. Justamente en este explorar, voy abriéndome a nuevos puntos de vista y esto me permite descubrir quién soy realmente.

10. ¿Qué quiero dejar como huella en este mundo? Mi aporte a la sociedad, que contribución quiero hacer al mundo en el que vivo.

11. Compartir mis ideales y sueños con los demás. Únete a otros, forma equipos, trabaja con más personas para hacer un cambio en la sociedad.

12. Acércate a tu alma. Date tiempo para estar contigo mismo y busca la respuesta a las preguntas espirituales ¿quién soy yo? ¿Qué hago acá? Deja tiempo para la espiritualidad en la vida, para la conexión interior. Esto te permitirá entender que todos somos parte de un mismo rompecabezas y todas las piezas son necesarias.
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