"Soy flaca, pero tengo un rollito que no se me va ni con ejercicio ni con dieta y está ahí", es la frase que muchas veces escucha decir a sus pacientes la doctora
Paula Klein, experta en medicina antiaging y magister en nutrición. Y es que las adiposidades localizadas son una realidad que les quita el sueño a muchas mujeres a medida que se acerca el verano y el mostrar más piel se hace inevitable.
Según explica Néstor Carreño, dermatólogo de
Clínica Rejuvenece, las adiposidades localizadas no son más que depósitos de grasa que se van acumulando en la medida en que las personas van avanzando en edad y su metabolismo va cambiando a través de los años.
"El mejor ejemplo en el caso de la mujer es la adiposidad que se acumula en el abdomen, tanto en la zona lateral como baja", dice el médico, aunque también está aquella que se deposita en la zona lumbar, subescapular, las caras externa e interna de los muslos y la que cuelga de los brazos. "Es inevitable… La persona sube de peso y va a depositarse grasa en esos lugares", agrega.
La mala noticia es que las adiposidades localizadas son muy difíciles de eliminar sólo con dieta o ejercicio. "Con deporte se baja de peso, tienes una disminución en general de todo el tejido graso porque aumenta el tejido muscular, pero la grasa sigue quedando acumulada en esas zonas", indica el dermatólogo.
Por esto, si lo que realmente se desea es hacerla desaparecer, es necesario recurrir a algún tratamiento estético que remueva el exceso de tejido graso. En este sentido, el más efectivo de todos es la
liposucción o lipoescultura quirúrgica. "Se realiza con anestesia local, se introducen algunos medios líquidos que permiten trabajar la zona y se aspira el tejido graso con un movimiento que es mecánico", explica Néstor Carreño.
Si bien este procedimiento es eficaz, también es muy invasivo, por lo que deben considerarse todos los riesgos que implica una cirugía, desde la anestesia hasta los efectos secundarios como la formación de irregularidades en la superficie de la piel, asimetrías, hiperpigmentaciones post inflamatorias o formación de acúmulos de tejido cicatricial.
"Por otro lado, están los riesgos que pueden comprometer en forma grave la vida del paciente, que tienen que ver con procesos derivados principalmente de embolias o tromboembolismos pulmonares por grasa, ya que al remover una gran cantidad de ésta, algunos trocitos de tejido graso pueden ir vía circulación sanguínea hacia otro órgano", advierte el dermatólogo.
El cirujano plástico y reconstructivo
Sergio Valenzuela coincide en que la liposucción es efectiva para deshacerse de la grasa acumulada, pero afirma que lo es más aún el tratamiento denominado
Vaser. "Es una técnica de liposucción asistida por ultrasonido. Es mucho más delicada con los tejidos que la tradicional y tiene muchas más ventajas", asegura.
Valenzuela explica que el ultrasonido hace que los tejidos adiposos se emulsionen y, además, no daña los vasos sanguíneos, los linfáticos ni los nervios, lo que resulta en un procedimiento menos doloroso, que produce menos equimosis o moretones e hinchazón.
"Además, el ultrasonido estimula las fibras de colágeno y la piel se retrae con mayor facilidad que con la liposucción tradicional", agrega.
Tratamientos no invasivos¿Y los masajes? |
Según Néstor Carreño, la masoterapia reductiva está más orientada al tratamiento de la celulitis y aunque puede ser efectiva para eliminar las adiposidades localizadas, su gran desventaja es que para obtener resultados satisfactorios se requiere un gran número de sesiones. |
Claro, porque de poco sirve si se elimina la grasa, pero la piel queda flácida. "Es importante tratar las adiposidades localizadas y la flacidez al mismo tiempo, porque de lo contrario se disminuye la grasa, pero no se obtiene el resultado estético que se busca", afirma Paula Klein, quien trabaja con la i-lipo Xcell, una plataforma que combate la grasa localizada y la flacidez, pero además la celulitis y el exceso de peso.
La experta en medicina antiaging explica que esta máquina incluye tres tecnologías: un láser que produce lipólisis, es decir, "libera desde las células que guardan la grasa o adipositos, los ácidos grasos, los que salen y se queman"; un vacuum con rodillo que estimula la circulación sanguínea; y radiofrecuencia que ayuda a mejorar el metabolismo, a formar colágeno y a mejorar la calidad de la piel.
El tratamiento tradicional con i-lipo Xcell es de ocho sesiones, cada una de las cuales dura aproximadamente una hora. Los resultados, en tanto, se ven inmediatamente después de la primera sesión y su permanencia depende de la patología que se trate. "En el caso de las adiposidades localizadas, siempre y cuando la personas se cuide en el peso, la grasa no va a regresar. Por su parte, la flacidez es parte del envejecimiento y éste es un proceso, por lo tanto si una persona quiere mantener los resultados en ese aspecto, tendrá que hacer mantenciones del tratamiento", dice Paula Klein.
Otra alternativa no invasiva y efectiva para eliminar la grasa localizada es el coolsculpting, en el que se toma el tejido graso mediante un vacuum o vacío dentro de un aplicador con la debida protección de la piel, y se enfría el tejido graso nunca a menos de 4°C. "Lo que se consigue es generar la apoptosis o muerte programada de las células grasas que están contenidas en ese tejido (…) Se ha visto que después de una aplicación se disminuye entre un 20 y un 25% de la cantidad de células grasas que están en ese tejido localizado y si se hace un segundo ciclo un tiempo después, logras disminuir hasta un 50%", sostiene el dermatólogo Néstor Carreño.
Según el especialista, este tratamiento tiene muchas ventajas, entre ellas que no tiene efectos secundarios y no hay liberación de colesterol o triglicéridos al torrente sanguíneo, alteración de la función hepática o eliminación de grasa por la orina. "No tiene un impacto en el órgano porque es un proceso que se va llevando en forma lenta en los meses siguientes a la aplicación, alcanzando el efecto esperado entre los dos y tres meses posteriores", indica. Además agrega que si se logra eliminar el "rollito rebelde", éste no volverá a formarse aunque la persona aumente de peso.