SANTIAGO.- Su historia impactó al mundo. Con tan sólo dos años, el pequeño Hope fue abandonado por sus padres -quienes estaban convencidos de que era un brujo- y vivía en pésimas condiciones en las calles de una comunidad nigeriana.
Sin embargo, a fines de enero, Anja Ringgren Loven, una voluntaria de caridad que vive en África,
lo encontró y lo salvó de una muerte segura. Lo llevó a un hospital, y luego lo ingresó a la fundación que dirige y que busca ayudar a los niños africanos que han sido rechazados por sus familias.
En tan sólo ocho semanas, y después de recibir varias transfusiones de sangre y tratamiento para eliminar los gusanos que invadían su vientre, Hope pasó de ser un niño demacrado, desnutrido y enfermo, a uno totalmente distinto: recuperó su peso, sonríe y vive en el orfanato que tiene Anja, quien ha compartido a través de Facebook el increíble cambio que ha experimentado el pequeño.
"Hope está realmente disfrutando su vida ahora, tiene 35 nuevos hermanos y hermanas que se preocupan de él, juegan con él, estudian con él, y se aseguran de que esté seguro y reciba mucho amor", escribió Anja hace algunos días en la red social, junto a una serie de fotografías de Hope.
Las últimas imágenes del pequeño fueron publicadas hoy y lo muestran feliz jugando con una pelota de fútbol. "Cuidado Messi, Hope te ganará en el fútbol", se lee en las fotos.
El 16 de marzo pasado, Anja explicó por qué llamó Hope al pequeño que encontró a fines de enero. "El día que tomé por primera vez a este dulce niño en mis brazos, estaba muy segura de que no sobreviviría. Cada vez que respiraba era una lucha y yo no quería que se muriera sin un nombre, sin dignidad, así que lo llamé Hope", escribió.
"Para mí Hope es un nombre especial. No sólo lo que significa Hope, sino lo que representa. Hace muchos años me tatué el nombre HOPE en mis dedos porque para mí significa: Ayuda a una persona cada día (N. de la R.: en inglés ésa frase se traduce como Help One Person Everyday ".
Aunque Hope ha mejorado notablemente, aún no está totalmente recuperado. Cuando fue examinado en el hospital tras ser encontrado por Anja, los médicos se dieron cuenta de que padecía de hipospadia, un defecto congénito que implica que la uretra no se desarrolló de forma normal. Por esta razón, el pequeño será operado esta semana.
"Esta es una operación que los doctores han hecho muchas veces, así que Hope estará muy bien", explicó Anja, quien reiteró su llamado a realizar donaciones a su fundación, para salvar la vida de otros niños que viven en las mismas condiciones en que fue encontrado Hope.