ESSEN, ALEMANIA.- Cada cierto tiempo, cuando la paciencia social llega a un límite, parece reaparecer una vieja forma de protestar: los pastelazos. Y eso es lo que precisamente está sucediendo en Alemania. Pero eso sí, una de las posibles víctimas, el jefe de la energética alemana Eon, Johannes Teyssen, aseguró que no lo pillarán desprevenido.
El ejecutivo alemán aseguró durante la asamblea general de la compañía, estar preparado para cualquier tipo de eventualidad, incluido un posible ataque con pastel. "Tengo un segundo traje en el caso de que me lancen una torta", afirmó en el encuentro de accionistas en Essen, en el oeste de Alemania.
Y tratando de poner un toque de gracia a lo, tal vez, ridículo del ataque, agregó: "Solo me molestaría si se tratara de un pastel de cerezas. No me gustan las cerezas”.
A finales de mayo la política del partido alemán poscomunista La Izquierda, Sahra Wagenknecht, recibió un pastel de crema en la cara durante el congreso de la agrupación en Magdeburg, en reproche por su postura frente al drama de los refugiados: Wagenknecht aseguró que Alemania no podía acoger a todos los refugiados que estaban llegando al país.
Los tres chiflados y el “Pie man” Aron Kay: La inspiración del tortazo
El ataque con pasteles lleva décadas siendo una forma de protesta en la vida política y empresarial, y le debe su nacimiento al cine, donde las películas mudas se valían de tortazos para hacer reír al público.
Uno de los guerreros con torta más emblemáticos, de hecho, fue Aron Key, conocido como “Pie man”, quien aseguró inspirarse en su infancia, viendo a “Los Tres Chiflados”, para popularizar este tipo de ataque en los años 70.
Entre sus víctimas legendarias se encuentran Phyllis Schlafly, activista conservadora, quien en los 70 se opuso al feminismo y a la igualdad de derechos. Y hasta hoy, se mantiene vigente, como fiel opositora a temas como el matrimonio gay. En 1977, Kay, que solía lanzar al rostro pasteles de crema, eligió una tarta de manzana para aplastar en el rostro de Schlafly.
Kay –quien motivó la creación de otros grupos lanza-tortas, como Biotic Baking Brigade (autores de tortazos a Bill Gates y el economista Milton Friedman)-, se encuentra retirado del combate con meregue desde 1992, pero a lo largo de su trayectoria de protestas dejó clara su postura sobre esta forma de combate.
Tal como señaló en entrevista con Canwest News Service, los pastelazos son una “forma de asesinar al personaje”.
“Las pasteles destrozan tu fachada, te bajan de nivel (…) lo único que sale herido es tu ego”, comentó.
