El otro día caminaba por la calle y me detuve a comprar mi barrita de cereal favorita, ésa que tanto disfruto y como con placer y lejos de la culpa. Pero esta vez me recibía diferente: una etiqueta de "alto en calorías" estaba impresa en su envase.
Hace años que no me detenía a mirar las calorías que tienen los alimentos que como. Tal como dije la semana pasada, yo ya enterré esos días donde perdía mis horas y energías en una obsesión tan angustiante y desgastante, como mortal.
Pero ahora tuve que volver hacerlo, ya que ese mensaje de "alto" paralizaba en mí no solo el deseo de comer, sino que también removía una historia en la que, a través de la comida, yo le decía "alto" a mi vida.
Mi barrita de cereal tenía 76 calorías. ¿Eso es alto en calorías? ¿Es acaso dañino para mi cuerpo, cuando el solo respirar me hace botar más de 800 calorías en reposo? Entonces, me enojé y pensé: ¿cuál es el fin del mensaje que queremos trasmitir? Si yo hoy sana de cuerpo, alma y corazón, me paro frente a este mensaje y me remece, ¿qué le ocurrirá a una persona que lucha por dejar de privarse de la vida a través de la comida?
Llegué a mi casa a investigar sobre esta nueva Ley de Etiquetado, ya que quise entender y hablar desde el saber. Entonces, me encontré con la explicación del Ministerio de Salud (Minsal), que entre otras cosas dice que 1 de cada 11 muertes en Chile es atribuible al sobrepeso y obesidad, y que estas enfermedades pueden provocar diabetes, problemas al corazón y presión alta, entre otros males.
Entiendo y comparto el fin de la campaña: prevenir que Chile se convierta en un país obeso, con las consecuencias que esto trae, ya que para el Estado se genera un costo muy alto. Pero entonces me pregunto, ¿sabrá el Minsal y el Estado de Chile, que uno de los principales factores de la anorexia y bulimia es la obesidad infantil, propia o materna? ¿Que estas enfermedades son la tercera causa de muerte a nivel mundial según la OMS? ¿Que tienen un tasa de mortalidad del 20%? ¿Que entre sus consecuencias están problemas al corazón, osteoporosis, úlceras y diabetes, entre otras?
Seguramente no, ya que si así fuera por lo menos contaríamos con datos y estudios estadísticos de cuántas personas sufren de anorexia y bulimina en nuestro país. Y no estaríamos basándonos en el alarmante estudio del año 2007, en que las autoridades indicaban que aunque estas enfermedades habían aumentado un 97% en solo 2 años, aún no eran prioridad de salud pública. Y es ahí donde me vuelvo a indignar: ¿cuántos más tienen que morir?, ¿cuánto más tiene que pasar para que las autoridades de este país despierten, y vean lo mortal y trascendente que son hoy estas enfermedades?
Me encantaría que no fuera así, me encantaría que los números y cifras fueran lo más cercanas a cero posible. Pero no lo es, ésa no es la realidad. Y frente a eso yo soy la que digo "alto": a la negligencia y a la falta de información; a las isapres y sus regulaciones, que ponen estas enfermedades como restricciones; a los diputados y senadores, que siguen perdiendo horas y días sin legislar contra estas enfermedades; a las instituciones públicas de este país, que carecen de estudios y datos estadísticos; al Estado de Chile que no se hace cargo de la problemática que representan estas enfermedades en nuestra sociedad (digo Estado y no gobierno, ya que independiente del color político que esté sentado en La Moneda el día de mañana, esto va a trascender, porque estas enfermedades no conocen de color político, ideología ni credo religioso).
Entonces, a ustedes les hablo autoridades de este país: díganle "alto" por favor. Que no pasen más años ni ocurran más muertes en vano, para que puedan ver lo que es tan evidente. No se pasen más discos "pare", dejen de ceder el paso entre ustedes, y díganle alto hoy. Miren que esta enfermedad es como una rotonda, donde cualquiera puede entrar. Que no les toque a ustedes entrar para que decidan legislar.
Con cariño,
Denisse Fuentes Estrada, Fundadora & Directora Fundación "Pesa Tu Vida" (www.pesatuvida.cl; Facebook: Pesa Tu Vida; Twitter: @PesaTuVida/@D_FUENTESE; Instagram: Pesa Tu Vida/Denisse.fuentes.e); autora de "La Dieta de la Muerte"; Joven Líder 2015; Diplomada Internacional en Coaching Neurolingüístico.
