Erika Burch / Facebook
SANTIAGO.- "¡Por favor detente. Prometo no hacerlo de nuevo. Por favor detente!". Así le rogaba una niña de unos cinco años a su padre, quien había enrollado parte de su cabello en el carro de un supermercado, como castigo por algo que había hecho la pequeña.
Erika y Robert Burch fueron testigos de la escena ocurrida el lunes en Cleveland, Texas, la fotografiaron y subieron las imágenes a Facebook con el objetivo de que se viralizara.
"Robert y yo estábamos en Waltmart, en Cleveland, Texas, comprando colaciones para nuestros niños. Robert me dice: '¿Ves lo que ese hombre le está haciendo a esa pequeña niña?'. ¡Me di vuelta y vi que estaba arrastrándola del pelo de su cabeza! ¡Había enredado el cabello en el carro y la estaba arrastrando!", relató Erika en su post de Facebook.
La mujer luego contó que tomó su teléfono y fotografió la escena, tras lo cual le exigió al hombre que soltara a la niña. "Me dijo que me preocupara de mis asuntos. Le dije que no lo haría y que en ese momento la niña era mi asunto", recordó.
Ante la negativa del hombre de soltar el cabello de la pequeña, Erika llamó a la policía que llegó de inmediato. Sin embargo, los oficiales le dijeron que no podían hacer nada, ya que la niña no tenía lesiones visibles.
"¡Esto fue después de que le mostré las fotografías de este idiota arrastrando a la niña por el cabello! (...) El sargento dijo: 'Él tenía el derecho a disciplinar a su hija'", relató Erika.
"Esto es lo que está mal en este mundo de hoy. Nadie defiende a ninguna persona, ni siquiera a los niños. La niña tuvo que regresar a su casa con este monstruo pensando que nadie se preocupó de ella y que es normal que la arrastre por el cabello", concluyó Erika.
El post de Erika con las fotos del hecho ha sido compartido más de 123 mil veces. Y ante la molestia que ha generado el caso, la policía decidió iniciar una investigación contra el hombre por maltrato infantil.
Según informó el periódico "Chronicle", la policía sostuvo que al interrogar al hombre sobre el hecho, éste les explicó que sus tres hijos, entre ellos la niña de cinco años, habían sido irrespetuosos y que sujetarla por el pelo era su método para disciplinarla.
"La gente me dice que estoy equivocada por entrometerme, pero se puede disciplinar a un niño sin arrastrarlo por el cabello (...) Quiero ayudar a esta pequeña a saber que nadie debería hacerle eso", concluyó Erika.
