Cocoteros, palmeras, una densa selva tropical protegida por el gobierno, calles de arena en las que están prohibidos los autos y lugareños que aún te miran con curiosidad. Un puñado de posadas, manglares, más de 21 kilómetros de playas solitarias y arenas suaves, piscinas naturales, carretas y uno que otro tractor como transporte público pero, sobre todo, esa sensación especial de no tener apuro porque no hay más que hacer que disfrutar del momento y del entorno. Así es Boipeba.
La isla forma parte del Archipiélago de Tinharé, en Brasil, y está rodeada de un lado por el océano y del otro por el estuario del Río do Inferno. Se caracteriza por una particular belleza natural y por la diversidad de sus ecosistemas.
Su nombre, m'boi pewa, es una palabra tupy que significa "serpiente plana", en referencia a las tortugas marinas que visitan la zona y desovan en las playas de la isla.
Naturaleza
Boipeba incluye un denso bosque de mata atlántica, restinga, dunas, extensos manglares y playas paradisíacas con cocoteros y arrecifes de coral de gran valor ecológico y paisajístico.
Los arrecifes se extienden a lo largo de la costa y protegen a algunas de las playas de olas y corrientes. Son extensos y están atravesados por canales y pequeñas piscinas.
Las áreas boscosas de la isla son refugio para muchas especies de la fauna, destacándose una gran variedad de aves y colibríes, armadillos, zorros y reptiles, entre otros.
Debido a la importancia del patrimonio natural y la necesidad de proteger los ecosistemas, el tipo de turismo que se desarrolla promueve el cuidado del medio ambiente.
¿Cómo llegar?
La isla de Boipeba está a unos 170 kilómetros al sur de Salvador de Bahía. La travesía empieza en este lugar, pero es justamente esa “dificultad” la que la mantiene protegida de las hordas de turistas a esta encantadora isla es parte del Archipiélago de Tinharé, que también aloja al famoso y juvenil Morro de Sao Paulo.
En Boipeba se respira esa sensación especial de no tener apuro porque no hay más que hacer que disfrutar de sus más de 21 kilómetros de playas solitarias, de su puñado de posadas, de sus manglares, de sus calles peatonales de arena, de los lugareños que aún te miran con curiosidad.
¿Qué lugares visitar?
1. Velha Boipeba
Formado alrededor de la Plaza Santo Antonio, Velha Boipeba es la villa principal de la isla con una población de alrededor de 1600 personas, principalmente relacionadas a la actividad pesquera, aunque han recibido una gran influencia del turismo en los últimos 10 años.
La Iglesia del Divino Espíritu Santo es el monumento histórico más importante y data del siglo XVII.
2. Moreré
El pueblo está situado en la costa atlántica, entre la Ponta dos Castelhanos y Velha Boipeba. Hoy en día, es el segundo punto más visitado de la isla, después de Velha Boipeba.
Hay algunas posadas, bares y restaurantes. El pueblo no tiene muelle y la descarga de mercancías y de personas es a través de la playa y, en algunas ocasiones, con la ayuda de canoas.
3. São Sebastião
El poblado de São Sebastião se encuentra al sur de la isla de Boipeba, en una ensenada cerca de Ponta dos Castelhanos.
También es conocido como Cova da Onça, porque hay una gruta que genera muchas historias contadas por los residentes. Se dice que la cueva sirvió como escondite de los Jesuitas contra los ataques de los pobladores originarios durante la época de la colonización.
¿Cuándo ir?
Es Brasil, por lo que se puede visitar en cualquier momento del año. Hace calor la mayoría del tiempo pero también hay lluvias repentinas también todo el año, aunque ellas se vuelven fuertes entre abril y julio.
