Con los meses más calientes del año en la puerta de entrada, los amantes de los deportes de clima frío pueden encontrar en Estados Unidos un destino ideal para practicar ski y snowboarding.
Vanesa Navarrete, product manager norteamérica de COCHA, asegura que los mejores centros de ski en Estados Unidos son Vail y Aspen, imperdibles por la calidad de nieve y las largas temporadas que tienen, las cuales van desde mediados de noviembre hasta mediados de abril.
“La infraestructura de las ciudades que los rodean poseen alojamientos que va desde condominios de 4 y 5 dormitorios para acomodar a toda una familia y con cocina completa, hasta hoteles de lujo”, explica Navarrete.
Según la experta, hay más de 100 restaurantes en los pueblos aledaños a ambas ciudades, así como tiendas donde se puede conseguir desde la ropa de esquí hasta pieles de lujo.
Vail, siempre Vail
Por su belleza, la calidad de sus pistas, el mágico estilo de su pueblo, o simplemente porque ha sido por años el centro de esquí más grande de Estados Unidos, Vail nunca ha perdido su encanto.
Ubicada a 150 kilómetros al oeste de Denver, en Colorado, Vail Mountain Resort atrae año a año a millones de turistas apasionados por la nieve y la montaña. El complejo, que se levanta en torno la montaña de Vail, fue creado en 1962 y sigue siendo el favorito. Su pueblo de estilo austríaco y su tradición lo hacen destacar entre los otros centros de esquí del Colorado.
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Aspen
Fundada como campo minero durante el boom de la plata, actualmente es un importante centro de esquí y de actividades culturales.
Ubicada en Colorado, esta ciudad es sinónimo de deportes invernales, sobre todo porque tiene fama de contar con una nieve perfecta, debido a que las masas oceánicas más cercanas están a miles de kilómetros de distancia.
No olvidar: Visitar Aspen Mountain, Highlands, Buttermilk y Snowmass (la más grande).
Transporte
En ambos destinos hay shuttles gratuitos que recorren los principales pueblos y, específicamente en Aspen, la rentadora de equipo traslada los éstos desde una montaña a otra y los pasajeros no tienen la necesidad de cargarlos ellos mismos.
