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Blog de padres: "Parto natural", un concepto mal definido y que es entendido de distintas maneras

Según el gineco obstetra Enrique Oyarzún, un parto con menos intervenciones médicas innecesarias, es diferente a que cualquier mujer decida libremente tener su parto en su domicilio o en otro sitio.

19 de Octubre de 2016 | 11:20 | Por Enrique Oyarzún
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La reducción de las muertes de madres y recién nacidos/as en el parto y en el periodo alrededor de él, tuvo mucho que ver históricamente con el traslado de las parturientas a los hospitales. Sin embargo, ello fue de la mano con una excesiva medicalización del proceso reproductivo y, en las últimas décadas, con un aumento progresivo de las operaciones cesáreas y sus complicaciones consecuentes.

A partir de lo anterior y en una búsqueda de nuevos equilibrios, ha habido grupos de mujeres que han reclamado por lo que se ha llamado "violencia obstétrica" (intervenciones innecesarias y falta de respeto en la atención), lo que ha estado también asociado al desarrollo de "planes de parto". Esta idea fue iniciada en el hemisferio norte en los años 80, por los defensores del llamado "parto natural", concepto mal definido y que muchos entienden de diferentes maneras, incluyendo elementos no médicos (iluminación, música, perfumes, ingesta de la placenta) o la participación de doulas.

Con el fin de ser la protagonista de su propio parto y "normalizar" el nacimiento, muchas mujeres comenzaron a explicitar su deseo de no recibir ciertas intervenciones médicas (vía venosa, uso de ocitocina, uso de anestesia, rotura artificial de membranas ovulares, monitorización de la frecuencia cardiaca fetal, etc.). Estos deseos, que tienen fines "buenos", no han favorecido necesariamente la comunicación médico paciente y en ocasiones han generado cierta oposición en la comunidad médica, haciendo que algunas pacientes se sientan no respetadas en sus valores o elecciones.

Se hace necesario por lo tanto establecer un diálogo adecuado entre pacientes y médicos y/o matronas, diálogo que por cierto constituye la esencia de la medicina.

Una visita extendida, más larga de lo habitual, puede ser muy conveniente. Eso permite discutir las preferencias individuales, escuchar y ser escuchado, y conocer los temores y expectativas de la paciente. Muchas veces las pacientes tienen información que proviene de fuentes parciales, revistas y sitios web, historias de amistades y familiares, y de sus propias experiencias con el sistema de salud.

Cuando la comunicación efectiva se lleva adelante desde el primer control prenatal, es más fácil establecer una "sociedad" entre paciente y médico. Es así como se generan las condiciones para discutir valores, ambiente en el trabajo de parto, recursos disponibles que desea, tratamientos que desea o no recibir, relación con el recién nacido, etc.

El mundo académico y científico, y nuestro propio Ministerio de Salud, están conscientes de que es necesario alcanzar nuevos equilibrios. Es en esa búsqueda, que algunos centros han desarrollado áreas especiales y programas especiales para atender a las pacientes como ellas lo desean, y a veces, en condiciones similares a las de su propia casa, pero con la posibilidad de resolver adecuadamente cualquier emergencia. En esas condiciones las madres suelen necesitar menos anestesia, podrían tener menos operaciones cesáreas, tienen mejor lactancia y quedan más satisfechas con la experiencia vivida.

Como médico que participo en un centro que favorece el parto natural, me parece necesario dejar en claro que el retorno hacia un parto con menos intervenciones médicas innecesarias es diferente a que cualquier mujer decida libremente tener su parto en su domicilio o en otro sitio. Esto, se sabe y está fuera de discusión, se asocia a aumento de los riesgos para las madres y a aumento de la mortalidad de los recién nacidos.

Enrique Oyarzún Ebensperger, Obstetricia y Ginecologia Clínica Universidad de los Andes.
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