La
Caleta Chañaral de Aceituno se encuentra 137 kilómetros al suroeste de
Vallenar y pertenece a la
Comuna de Freirina. Su origen se remonta a los asentamientos de comunidades costeras prehispánicas, conocidas como
Changos, quienes utilizaban las bolsas de cuero de los lobos de mar para desplazarse por la costa.
En el pueblo viven alrededor de 140 familias, la mayoría dedicadas a la pesca y el turismo.
Con el fin de ir mejorando la atención a los visitantes, los pescadores se han ido organizando para ofrecer diferentes servicios, tales como hospedería al estilo rural costero; aunque también existe la posibilidad de optar por acampar bajo uno de los mejores cielos estrellados del mundo: El del desierto de Atacama.
En el lugar, la micro empresa Marytierra Expediciones ofrece excursiones de trekking, tours de fotografía (las fotos de los atardeceres son increíbles), así como otros tours en embarcaciones muy bien habilitadas y autorizadas por la Capitanía de Puerto.
Un lugar para los amantes de los mariscos
Si hay algo que distingue a Chañaral de Aceituno es su gastronomía, la cual combina sabores de campo y mar. El lugar está representado por la identidad y la cultura de pescadores artesanales y buzos mariscadores.
Como si fuera poco, la zona es conocida por la producción de aceite de oliva artesanal, proveniente de árboles de más de cien años plantados en la comunidad cercana de Carrizalillo, así como de vino.
Ideal para bucear por primera vez
Si eres de los que siempre ha querido bucear pero no sabe dónde probar en una primera instancia, Chañaral es tu lugar. Al borde izquierdo de la caleta puedes contratar el servicio de clases de buceo, así como arriendo de equipos en Explorasub.
Los bautizos (primeros buceos) se llevan a cabo en la Isla Chañaral, un lugar de ensueño, casa de miles de lobos marinos, aves y diminutos Pingüinos de Humboldt.
Si alguna vez te dijeron que el mar de Chile es frío y oscuro, por lo que bucear en él no vale la pena, te mintieron. Bajo la superficie del mar de Chañaral es otro mundo, lleno de colores y una biodiversidad marina endémica de la corriente fría de Humboldt. Uno no sabe si está soñando o si lo que está viendo es realidad, porque es demasiado surreal. Es una experiencia que debes vivir por lo menos una vez en la vida.
Avistamiento de cetáceos
Si bien la reserva marina de la zona es conocida por la posibilidad de avistar Delfines Nariz de Botella y algunas especies de Ballenas Azules, Jorobadas y Fin, Chañaral de Aceituno es mucho más que eso.
En esta pequeña caleta al norte de Chile se encuentra todo lo que un turista busca: Un lugar con una amplia carta de actividades, una gastronomía de primera clase y hospedajes para todos los bolsillos pero, sobre todo, la calidez y buena acogida de la propia comunidad, lo que hace de este sitio un gran atractivo para el visitante y lo ubica como un lugar único en Chile.