SANTIAGO.- Personajes como la cantante Carolina Soto, Karen Paola y Maura Rivera son algunas de las que han optado por esta técnica para tonificar sus cuerpos. Pero a pesar de su efectividad, este método tiene una serie de contraindicaciones y riesgos asociados.
La electro estimulación muscular (EMS, por sus siglas en inglés) es una técnica que busca tonificar y fortalecer la masa muscular, a través de una corriente eléctrica que genera una contracción en los músculos del cuerpo.
Claudio Vargas, kinesiólogo del Centro de Rehabilitación Kinelab, asegura que este tipo de tratamiento no solo se utiliza como ejercicio de fortalecimiento muscular, sino que también en la "rehabilitación para pacientes post operados, y en las etapas primarias dentro de la rehabilitación de cualquier persona que tiene una lesión osteomuscular".
A esto agrega, que siempre es importante que este tipo de ejercicios se haga con una asesoría directa, idealmente con un kinesiólogo que se encargue del manejo de la maquinaria.
Según el especialista, este tratamiento sí es efectivo pero siempre como un complemento al ejercicio. "Si yo la utilizo de manera única como método de fortalecimiento o aumento de masa muscular, no va a ser suficiente, pero si la utilizo en complemento de ejercicios, de todas maneras que va a brindar un gasto mayor", asegura.
La importancia de no comprar cualquier cosa
Si bien el EMS puede realizarse mediante distintos tipos de máquinas, la más utilizada y conocida es el traje de electroestimulación.
Este traje está compuesto por diversos electrodos que cubren el cuerpo mientras están conectados a una máquina que envía corrientes eléctricas a la fibra muscular.
Hasta hace un tiempo, este tipo de tratamiento solo estaba destinado a deportistas. Sin embargo, en la actualidad se ha masificado, de manera que cualquier persona puede acceder a este.
El traje, complementado con ejercicios, normalmente se utiliza en dos sesiones semanales de 20 minutos.
Vargas asegura que la masificación en el uso de este tipo de máquinas, se debe al atractivo del aparataje. "Es llamativo que te pongan un traje que te da corriente, y que con pocos minutos de ejercicio te permite un gasto calórico mayor al que haces sin corriente", indica.
Según Vargas, hay que tener cuidado con el tipo de maquinaria que la persona se compra. Porque si bien, recomienda que este tipo de tratamientos se haga en centros especializados y supervisados por un kinesiólogo, está consciente de que hay gente que opta por realizarlos por su cuenta.
"Si uno se compra cualquier máquina que ve por la televisión y la utiliza solo, esta puede generar riesgo nivel muscular y quemaduras superficiales", señala Vargas.
Por otro lado, el especialista dice que existen muchos tipos de corrientes distintas y que "una persona por desconocimiento, puede estar perdiendo tiempo y dinero comprando cosas que no sirven".
¿Eres un candidato ideal?
Diego Silva, kinesiólogo de la Clínica Universidad de los Andes, dice que antes de realizar este tratamiento, es importante que la persona consulte a un especialista para determinar si efectivamente es un candidato seguro, debido a que no es recomendado para todo tipo de personas.
Según un artículo publicado por la revista Physiotherapy el año 2011, este método está contraindicado para:
- Pacientes con epilepsia.
- Personas con marcapaso o aparatos electrónicos.
- Mujeres embarazadas.
- Perturbaciones neurológicas.
- Alteraciones de la coagulación, hemorragias, trombosis venosa profunda y tromboflebitis.
- Irritación de la piel, quemaduras o heridas en la zona donde se aplica el electrodo.
- Tejidos infectados.
- Sospecha de tumores malignos.
- Hernia abdominal o inguinal.
- Síndromes metabólicos (diabetes, hipertensión y obesidad)
- Sobre el pecho en pacientes con enfermedad cardíaca, arritmias o falla cardíaca.
Silva, a su vez agrega que el mayor riesgo lo tienen las personas con las siguientes patologías inflamatorias, debido a que esta técnica puede generar un rebrote de la enfermedad: Artritis reumatoide, lupus, espondilitis anquilosante, entre otras.
Asimismo, el kinesiólogo también asegura que "existe documentación de que la electroestimulación en dosis e intensidad no adecuadas puede inducir al daño del tejido muscular producto de un entrenamiento excesivo (Rabdomiolisis), alterando la composición de las fibras musculares con la consecuente fuga de una enzima denominada fosfocreatin quinasa (CPK) desde el interior de la fibra hacia la sangre".
Según el especialista, la acumulación de esta enzima es peligrosa debido a que si se encuentra sobre los niveles normales, puede "inducir a una falla renal aguda y en casos muy severos, la muerte".
Silva, recomienda siempre estar atentos a "cambios inflamatorios posteriores al entrenamiento con EMS y al cambio de coloración de la orina, que pueden ser señales de alarma importantes para evitar mayores complicaciones y frenar este cuadro a tiempo".
Por último, ambos especialistas aconsejan que antes de comenzar las sesiones de electroestimulación, las personas se realicen una pre evaluación para determinar cuánta debe ser la frecuencia de las sesiones.
