El verano y las vacaciones suelen venir de la mano con viajes, asados y camping. Pero las altas temperaturas muchas veces pueden echar a perder tus comidas y uno de los productos con el que se debe tener más cuidado es la carne. Es por eso que es importante conocer los peligros y las medidas para evitar su consumo en mal estado.
Juan Muñoz, gestor comercial de "Doña Carne", explica algunos de los cuidados fundamentales para una ingesta sin problemas:
- Mantener la cadena de frío: Antes de que la carne llegue al supermercado, viene refrigerada a partir de una cadena de frío que debe mantenerse por el mayor tiempo posible. Es por eso que al ir de compras, se recomienda dejar para el final este alimento. Y en el caso de que luego esta deba pasar mucho tiempo expuesta al calor, es ideal que se utilice algún tipo de cooler con gel pack o bolsas térmicas para mantener la temperatura que necesita.
- Evitar que se quemen con el frío: Cuando las carnes sean sacadas del envase original es recomendable envolverlas en plástico para que no se quemen con el frío. Y luego, cuando se quieran volver a descongelar, se debe hacer de forma natural, no en el microondas.
- Airear al abrir: Las carnes al vacío deben ser aireadas por unos minutos antes de ser cocinadas. Esto, para que no sea tan drástico luego el cambio de temperatura.
- Después de descongelarlas jamás volver a congelar.
Duración de la carne fuera del frío
Según Muñoz, es importante conocer la cantidad de horas que este producto puede estar fuera del frío:
- Si la carne viene sellada al vacío no puede estar más de 3 horas expuesta a temperatura ambiente.
- Si es carne fresca sin vacío, no más de dos horas.
- Si la carne congelada, puede durar hasta 24 horas, pero una vez descongelada no puede volverse a congelar.
Los peligros de la carne en mal estado
Percy Brante, cirujano digestivo de Clínica Santa María, dice que el consumo de carnes en proceso de descomposición va a facilitar la colonización de microorganismos en el cuerpo, lo que podría generar una infección importante provocada por bacterias como la escherichia coli, salmonella o shigella.
Es por eso que recomienda revisarla bien antes de su ingesta y no consumirla si presenta mal olor, no esté de un color rojizo o cuando tenga alguna característica anormal en la superficie.
Según el especialista, se debe estar atento a la aparición de náuseas y vómitos en el corto plazo después de comerla, y a la presencia de fiebre después de 6 a 8 horas. En este caso, recomienda consultar a su médico tratante o a algún servicio de urgencia.