SANTIAGO.- La farándula británica se vio ayer remecida con la noticia de la muerte de Tara Palmer-Tomkinson, una famosa socialité local y, además, ahijada del príncipe Carlos. La mujer de 45 años fue hallada sin vida en su lujoso departamento de Londres, por una empleada de la limpieza de origen portugués que llegó al lugar alrededor de las 13:30 horas, según informó hoy The Telegraph.
De acuerdo al medio, cinco hombres que trabajaban en un departamento vecino al de la ex modelo e It Girl, escucharon el llanto de la empleada de la limpieza al descubrir el cuerpo. Luego de eso, una ambulancia con paramédicos llegó al lugar, junto a tres autos de la policía.
Aunque el caso está siendo tratado como "inexplicable", la policía ha dicho que la muerte de Tara no es sospechosa. La razón está, quizás, en el hecho de que la socialité sufría problemas de salud, los que había hecho públicos en entrevistas recientes.
En noviembre pasado conversó con Rebecca Hardy, del Daily Mail, a quien le confesó temer por su vida, luego de que le fuera diagnosticado un tumor en su glándula pituitaria.
"Comencé a pensar: 'Voy a morir. Solo tengo un par de semanas de vida'", reveló en esa oportunidad. Para su suerte, el nódulo resultó ser benigno.
Sin embargo, otra enfermedad la afectaba: una rara y debilitante condición autoinmune que, sin tratamiento, prácticamente destruiría su cuerpo desde adentro.
El fantasma de las drogas
Los medios británicos han incluido otro factor entre las teorías sobre el deceso de la socialité: su lucha contra las drogas. Según el Daily Mail, en la década de los '90, Tara gastaba más de 300 mil pesos diarios en cocaína, una adicción que hizo colapsar su tabique nasal, dejándola marcada de por vida, a pesar de la cirugía plástica a la que se sometió.
"Ella dependió de las drogas por tanto tiempo, que no conocía otra forma de vivir", señaló uno de sus amigos cercanos al periódico británico. "Tara sí tuvo momentos en los que estuvo limpia, pero no creo que haya sido capaz de mantenerse alejada de ellas en los últimos cinco o seis años", agregó.
Sus más cercanos creen que quizás Tara recurría a las drogas para escapar de los síntomas de la enfermedad que la afectaban, entre ellos, cansancio extremo, jaquecas y dolores insoportables en las articulaciones.
Un misterioso nuevo novio
La ex modelo no tuvo buena fortuna en el amor. Mantuvo cortas relaciones con Nick Rhodes, tecladista de Duran Duran; el actor Sid Owen, el multimillonario Anton Bilton y el ejecutivo de Fiat Eduardo Teodorani-Fabbri, entre varios otros hombres.
Según el Daily Mail el sábado pasado Tara fue vista con un misterioso nuevo novio de unos 50 años en un pub local, con quien llevaría alrededor de cinco meses de relación.
"No sé de dónde era, pero no creo que sea inglés. La vi en la tarde del sábado cuando estaba con él, ella se detuvo en la puerta y saludó. Se veía delgada y enferma", señaló Viktor Krrashi, un antiguo amigo de la socialité.
Su última fotografía
Jeans, botines cafés, un chaleco a rayas y una chaqueta de estilo marinero lucía Tara cuando fue fotografiada por última vez hace 14 días.
De acuerdo a The Mirror, la socialité cubría sus ojos con unos anteojos y se veía confiada mientras entraba al edificio donde vivía.
Hoy, su hermana, la escritora Santa Montefiore, le rindió un tributo en su cuenta de Twitter. "Mi querida hermana. Te extraño", escribió junto a una fotografía de una sonriente Tara.
Su estrecha relación con la familia real
La ex modelo pertenecía a una familia adinerada y creció en una extensa propiedad en Hampshire. Sus padres eran amigos del príncipe Carlos, y ella solía pasar sus vacaciones con William y Harry.
La relación de su familia con el príncipe Carlos es tan estrecha, que de hecho ella era una de sus ahijadas. En 1996, ambos fueron fotografiados juntos y se especuló sobre una posible relación sentimental.
En 2011 fue invitada al matrimonio de los duques de Cambridge, y era amiga de Kate y su hermana Pippa. También era una asidua asistente a los eventos organizados por la monarquía.
