SANTIAGO.- Quienes han viajado a un destino lejano, como Europa o Asia, saben muy bien que muchas veces el vuelo se hace insoportable y
siempre llega un momento en que sacarse los zapatos aparece como una buena idea para hacer que el trayecto sea algo más cómodo, especialmente si se viaja en clase económica.
La necesidad de desprenderse del calzado se debe básicamente a que durante un vuelo suelen hincharse los pies, no por efectos de la presión como lo indica la creencia popular, sino más bien por las
largas horas que pasa la persona sentada sin mayor actividad.
De hecho,
la falta de movimiento constituye la causa principal de hinchazón de los pies en un avión según reveló un estudio realizado por el doctor Sheldon G. Sheps para la famosa Clínica Mayo de Estados Unidos. El especialista determinó que los extendidos períodos de tiempo que le gente pasa sentada durante los viajes en avión pueden causar que la sangre se acumule en los pies y en la parte inferior de las piernas, generando la hinchazón de las extremidades.
Y si bien no hay una sola postura sobre si es o no conveniente sacarse los zapatos durante un vuelo, aquí detallamos algunos pros y contras de la acción, así como también algunas recomendaciones básicas para hacer que el vuelo sea más agradable.
En COCHA dan las primeras luces respecto a cómo enfrentar un vuelo largo y comentan que "independientemente de la decisión que se tome, es fundamental prepararse bien para subirse a un avión. No solo es cosa de armar bien una maleta, también hay que vestirse de acuerdo con la ocasión. Lo más recomendable es usar ropa cómoda, no muy apretada, que permita adaptarse al espacio disponible dentro de la cabina del avión".
5 Consejos
1.- Comodidad: Siempre que vaya a realizar un viaje de larga duración utilice ropa cómoda que le permita moverse con holgura en su asiento. La recomendación obviamente se aplica también al calzado, que idealmente debe quedar un poco más suelto de lo habitual para dar espacio a su pie en el caso que si hinche. En ningún caso ocupe zapatos apretados e incómodos por muy lindos que sean.
2.- Higiene: Tenga presente que las cabinas de los aviones son espacios cerrados donde vuelan en promedio unas 200 personas por cerca de 12 horas continuas. De ahí la necesidad de insistir en una buena higiene de sus pies, si lo que desea es sacarse los zapatos. Utilice calcetas limpias y no dude en usar algún tipo de talco o desodorante si lo considera conveniente. El resto de los pasajeros se lo agradecerá.
3.- Orden: Si se saca los zapatos, déjelos en un lugar donde no molesten. En lo posible guárdelos en una bolsa y en un portaequipaje. Si esto no es posible, ubíquelos debajo del asiento que está frente a usted, nunca debajo del suyo, ya que eso molestará a los pasajeros que están detrás de su ubicación.
4.- Vaya preparado: Si antes de iniciar el vuelo sabe que se va a quitar los zapatos, lleve un par de pantuflas o calcetas especiales ya que, tal como lo explicaremos más adelante, el piso de los aviones suele tener desagradables sorpresas.
5.- No se quede sentado: Con o sin zapatos, los especialistas recomiendan a los pasajeros que durante el vuelo se levanten de sus asientos y caminen por los pasillos del avión por algunos minutos. Esa simple acción ayuda a reducir la hinchazón de los pies, evitando ser víctima del llamado "mal de la clase turista" que puede terminar incluso en una trombosis. Si está sentado, mueva sus pies y, por ejemplo, rote los tobillos.
Por qué no sacarse los zapatos
Hace un tiempo un grupo de tripulantes de cabina reveló detalles poco conocidos de los vuelos largos y plantearon que era una mala idea sacarse los zapatos durante el trayecto. Explicaron que si bien el interior de la aeronave es sometida a una profunda limpieza antes del abordaje de los pasajeros, durante la ruta no es extraño que estos boten líquidos, comida y otras tantas cosas que pueden dañar el pie.
Ha sucedido que los pasajeros han perdido uno y hasta los dos zapatos mientras intentan dormir en un vuelo de larga duración. Esto se debe muchas veces al desorden de la persona o a que el calzado es empujado hasta la butaca delantera o trasera. Tampoco es extraño que un niño aburrido haga de las suyas.
Finalmente, no es recomendable sacarse los zapatos si no tiene la seguridad que podrá volvérselos a poner. Aunque le parezca ilógico, muchas personas han debido bajar del avión con pantuflas o calcetas ante la imposibilidad de ponerse el calzado como resultado de la hinchazón del pie.
