SANTIAGO.- “Entreteniéndome mucho con mi nuevo búmeran Chanel”, escribió el make-up artist Jeffree Star en redes sociales, acompañado de una imagen de su artículo con el logo de la casa de moda francesa en medio. Después de cuatrocientos retuiteos y 5 mil comentarios en Instagram, ya se había formado una polémica alrededor de su publicación, debido al alto precio de este y a lo que muchos consideran “apropiación” que la marca hizo de un objeto tradicional de la cultura indígena australiana.
Mil 260 euros ($933.127) es el precio al que se vende este artículo de madera y resina de la pre colección de la temporada primavera-verano 2017 de Chanel, y que se vende junto a productos deportivos igualmente caros, como pelotas de tenis, una raquetas, un set de tenis de mesa y una tabla de surf.
Varios de los comentarios que surgieron tras la publicación de Star, apuntaban al elevado precio del producto y de cómo el maquillador gastaba tanto dinero en un artículo así. Pero otros, defendían el hecho de que Star gastara sus ingresos en lo que quisiera.
Pero otro debate un poco más profundo se originó por el uso comercial de un objeto tan ligado a la cultura aborigen australiana, hecho por una casa de moda francesa.
Por ejemplo, Nayuka Gorrie una australiana de ascendencia indígena, comentó inmediatamente en su cuenta de Twitter: “Cuando pienso en cultura aborigen, inmediatamente pienso en Chanel”. Luego escribió: “He decidido ahorrar en los próximos tres años para poder conectarme con mi cultura vía Chanel”.
Por otro lado, Gabrielle Sullivan, directora de Indigenous Art Code –un organismo que ayuda a establecer un comercio justo para las obras artísticas que provienen de la producción indígena australiana- no dudó en calificar de “decepcionante” el actuar de Chanel, al transformar esta arma en un artículo de lujo.
“Quizás ellos piensan que pueden salirse con la suya porque son una gran compañía internacional, y en cierta manera, están por encima”, dijo a Sullivan a Mashable. “No creo que exista alguna diferencia (entre el búmeran de Chanel) y los falsos y de mala calidad que se pueden comprar en el aeropuerto y que fabrican en Indonesia. Podrían costar 25 dólares, pero es efectivamente lo mismo para las personas que tienen un montón de dinero para gastar”, agregó.
Chanel, por su parte, dio a conocer un comunicado en el que aseguran que la marca “está muy comprometida con el respeto de todas las culturas y lamenta que algunos se hayan sentido ofendidos".