Si hay una ciudad que esconde entre sus calles impensados tesoros arqueológicos, esa es Roma. La capital de Italia es un verdadero museo al aire libre y próximamente tendrá un nuevo motivo para conocerla o simplemente volver a caminarla, ya que desde octubre pasado se desarrollan trabajos de recuperación del Mausoleo de Augusto (Octavio Agusto, Cayo) el que data del siglo I antes de Cristo.
El edificio, que se encontraba abandonado y muy deteriorado, será rehabilitado, al igual que la zona que lo circunda, para ser transformado en un moderno museo multimedial para contar su historia y la del primer emperador romano que gobernó como Augusto entre el 27 a.C. y el 14 d.C., año de su muerte en la localidad de Nola.
"Este mausoleo es el sepulcro circular más grande que se conozca, y dentro de él se han encontrado objetos que permiten complementar la historia del Imperio Romano
COCHA
La información fue dada a conocer por la alcaldesa la ciudad, Virginia Raggi, quien presentó el proyecto de recuperación del histórico edificio que fue construido siguiendo los modelos helenísticos utilizados en la edificación del mausoleo de Alejandro Magno.
"Este mausoleo es el sepulcro circular más grande que se conozca, y dentro de él se han encontrado objetos que permiten complementar la historia del Imperio. Roma siempre seguirá sorprendiéndonos", dijeron en el Departamento Europa de COCHA tras conocer la noticia.
Y cómo no hacerlo, si la estructura funeraria tiene un diámetro de unos 87 metros y una altura de 45. En su época de esplendor albergó los restos de su fundador Octavio Augusto y toda la dinastía Julio-Claudia, incluido Claudio, primer emperador nacido fuera de la península itálica.
Según se ha podido comprobar en los trabajos arqueológicos, el Mausoleo de Augusto tenía en el centro una gran cámara sepulcral a la que se llegaba cruzando tres corredores anulares concéntricos.
Este diseño “permitía un recogimiento ritual muy particular", explicó el superintendente municipal de Bienes Culturales, Claudio Parisi.
El funcionario explicó que en el interior de la estructura, se han hallado objetos que permiten comprender cómo funcionaban las capillas donde se depositaban las urnas con las cenizas de los difuntos y las inscripciones con elogios que recordaban las gestas del emperador y de sus descendientes.
Junto con ello, se han recuperado esculturas y elementos arquitectónicos que han sido sometidos a trabajos de recuperación.
Tras la caída del imperio, el edificio fue utilizado como fortaleza, vivienda de particulares y como arena para espectáculos con animales.
A mediados del siglo pasado el deteriorado mausoleo fue clausurado por las autoridades de la ciudad ante su precaria condición. Eso hasta octubre pasado cuando un esfuerzo del municipio y la empresa privada permitió poner en marcha el proyecto de recuperación.
