Si bien Italia es reconocida como el país donde se preparan los mejores helados del mundo, lo cierto es que en el resto del orbe existen varios lugares dignos de disputar el trono y que, además, resultan toda una aventura para el paladar a raíz de sus increíble mezcla de sabores y motivos.
Pese a ello, el país con forma de bota aún mantiene el primer puesto gracias a heladerías que tienen reconocimiento mundial como la Gelateria di Piazza (San Germanio), Perché No! (Florencia) y Gelateria Petrini (Roma).
Y si bien estas heladerías han conseguido varios premios en concursos internacionales, hay otros destinos que también asombran por su perfección en la preparación de este postre cuyos primeros orígenes se remontan al siglo XIII a.C. en la lejana China donde se combinaba leche de arroz con nieve.
Rusia y su fanatismo por el helado
Uno de estos destinos es Rusia, un país donde no solo se disfrutan los tradicionales helados de chocolate y vainilla, sino también otros con sabores indescriptibles que son una aventura y un placer para el paladar.
En el Departamento Europa de COCHA comentan que muy pocos saben que Rusia es un lugar donde definitivamente adoran el helado.
“En Moscú es posible encontrar decenas de heladerías por toda la ciudad, las que no se detienen ni siquiera durante el gélido invierno. Rusia ofrece helados de altísima calidad, y no sólo los tradicionales conos con sabores como chocolate o vainilla, también ofrecen helados novedosos, como los de la tienda Stoyn Ice Cream, donde es posible disfrutar de una Marilyn Monroe (sabor chicle de frutilla) o un Che Guevara (con sabor a chocolate y ron)”, cuentan en la agencia de viajes.
Sin ir más lejos, el país que será sede del próximo Mundial de Fútbol exportó cerca de 500 toneladas de este producto a China, cifra que seguramente será superada con creces al final de este periodo. Incluso, en una de las últimas cumbres del G20, Vladímir Putin llevó como regalo a su homólogo chino, Xi Jinping, una caja de helado ruso.
La perfección en el sabor y textura del helado no es casualidad y en gran parte se lo deben al periodo de la Unión Soviética cuando en 1941 se estableció por ley un estándar de calidad unificado para todo el país. Por años esta norma fue considerada la más estricta del mundo y contemplaba entre tantas otras reglas el usar ingredientes únicamente naturales y ningún tipo de componentes químicos.
