SANTIAGO.- Una humeante cazuela de vacuno, unos exquisitos porotos granados o un delicioso caldillo de congrio. Abundantes, ricos y sabrosos, nada mejor que un plato bien chileno para entrar en calor este invierno.
Guatón Loyola
En el corazón de Patronato, rodeado de tiendas chinas, coreanas y palestinas, se encuentra haciendo patria el restaurante chileno Guatón Loyola. A la entrada del local hay un pasillo con una barra para quienes quieran comer al paso y ya al interior les espera un lugar decorado muy a la chilena, lo que ayuda a entrar en onda.
La especialidad, por supuesto, es la comida casera chilena con un toque gourmet. Eso se traduce en que han respetado los sabores de las preparaciones pero en algunos cambian el montaje sirviéndolos en platos más llamativos. Entre los platos que puede encontrar está la clásica paila marina, así como también pastel de papas, cazuela de ossobuco y, una de las estrellas de la casa, el asado de tira. Todo esto sin mencionar sus sopaipillas con chancho en piedra y un pebre de cochayuyo que no tardan en desaparecer apenas llegan a la mesa.
Patronato 423, Recoleta. 9 5216 9134.Silabario
Ya en las puertas de su segundo aniversario, Silabario se ha destacado por ir desarrollando silenciosamente una carta chilena, pero preocupándose de traer de vuelta platos chilenos que a veces suelen quedarse en el pasado. Todo esto lo hacen desde una antigua casona ubicada en el Barrio Italia, donde se luce su patio interior que está pintado para tener una cita romántica.
La carta la van cambiando cada temporada y en este invierno sorprenden a sus visitantes con un pulmay, que tiene entre otras cosas longaniza, papa, almeja chorito, costillar ahumado y milcao con caldo de marisco aparte, y también tienen un veranito de San Juan que es una preparación tipo vadiviano con abastero asado, cebolla, papa nativa, costillar todo eso sobre una reducción de carne y huevo pochado. Ambos son lo suficientemente grandes y enjundiosos para compartir.
Y para los vegetarianos tienen una carbonada de albóndigas de quinoa con coliflor, zapallo, bruselas, papa, zanahoria y porotos vedes. Para acompañar todo esto, un navegado.
Lincoyán 920, Providencia. 225025429.El Hoyo
Este restaurante de estilo colonial que mezcla historia y tradición es el lugar ideal para probar los mejores perniles y arrollados de Santiago. Así lo atestiguó el chef norteamericano Anthony Bourdain, conductor del programa "Sin reserva" de Discovery Travel, cuando estuvo de paso por Chile probando lo mejor de la gastronomía local.
El Hoyo ya forma parte de la historia gastronómica del país, habiendo comenzado en 1912 y continuado deleitando a sus comensales hasta el día de hoy. Y, cómo no, si quienes vienen no se pueden resistir a sus sencillos pero sabrosos platos como el conejo, lomito de cerdo, un pernil ideal para entrar en calor o una media lengua que hoy ya no se encuentra en cualquier restaurante. Es un clásico que vale la pena revisitar cada cierto tiempo.
San Vicente 375, Santiago. 26890339.Las Lanzas
A principios de año, este restaurante y fuente de soda recibió el premio "Trayectoria Gastronómica" otorgado por el Círculo de Cronistas Gastronómicos y del Vino. Las Lanzas es uno de los restaurantes más antiguos de Ñuñoa y que funcionan hasta el día de hoy. Con una carta sencilla y una decoración pintoresca que más bien le da el look de picada, este restaurante recibe a tantos comensales que el local nunca está vacío.
Quienes van a Las Lanzas no lo hacen porque el local sea especialmente bonito o sus sillas sean cómodas, sino porque acá se come rico, harto y a un buen precio. En su carta encontrará platos como cazuela de vacuno, mechada con tallarines, prietas, longanizas de Chillán y algunos otros más españoles. Lo mejor es que los precios de los platos bordean los $5.000 o menos.
Humberto Trucco 25, Ñuñoa. 222255589.