PARÍS.- El Primer Ministro francés, Edouard Philippe, ordenó hoy prohibir en los textos oficiales el llamado "lenguaje inclusivo", contra el que ya se había alzado la Academia Francesa de la Lengua.
En la circular que publicará mañana el Boletín Oficial y que fue adelantada hoy por los medios franceses, el jefe del Ejecutivo invita a rechazar ese tipo de escritura, que incorpora un sufijo femenino en un sustantivo masculino, en favor de una mejor comprensión del contenido.
"Más allá del respeto del formalismo propio de las actas de naturaleza jurídica, las administraciones dependientes del Estado deben adecuarse a las reglas gramaticales y sintácticas, principalmente por razones de inteligibilidad y de claridad", apunta.
Como única excepción, la publicación de convocatorias públicas de empleo, donde sí se incluirá el masculino y el femenino, para evitar caer en una preferencia de género.
El lenguaje inclusivo había sido defendido en Francia en círculos feministas, para quienes el lenguaje masculino no es neutro e implica una "invisibilización" de las mujeres.
La publicación de un manual escolar en marzo pasado en el que por primera vez se optaba por ese tipo de escritura considerada "no sexista", puso de nuevo en el foco mediático las reivindicaciones de esos grupos.
La Academia Francesa de la Lengua, no obstante, se posicionó claramente en contra en un comunicado difundido a finales de octubre.
Sus 40 miembros, los llamados inmortales, alertaron de que "ante esta aberración 'inclusiva', la lengua francesa se encuentra ahora en peligro mortal y nuestra nación es, desde hoy, responsable ante las generaciones futuras".
"Si ya es difícil aprender una lengua, ¿qué sucederá si en su uso se añaden los sufijos alterados?", denunció esa institución, fundada en 1635 por el cardenal Richelieu para velar por el mantenimiento de la lengua francesa.
La Real Academia de la Lengua Española (RAE) también tiene su posición al respecto. "Los ciudadanos y las ciudadanas, los niños y las niña. Este tipo de desdoblamientos son artificiosos e innecesarios desde el punto de vista lingüístico", sostiene la institución y explica que el uso del femenino "solo se justifica cuando la oposición de sexos es relevante en el contexto".
Según la RAE, "la tendencia al desdoblamiento indiscriminado del sustantivo en su forma masculina y femenina va contra el principio de economía del lenguaje y se funda en razones extralingüísticas". En este sentido, la institución llama a evitar las repeticiones, ya que "generan dificultades sintácticas y de concordancia, y complican innecesariamente la redacción y lectura de los textos".