SANTIAGO.- Después de reunirse hoy con los médicos que atienden a su hijo en el hospital Alder Hey de Liverpool, l
os padres de Alfie Evans agradecieron todo el apoyo que han recibido en los últimos días,
pero pidieron que desde ahora en adelante sea respetada su privacidad.
Tom Evans, el padre del pequeño de 23 meses que
padece una enfermedad neurodegenerativa que los médicos consideran irreversible,
leyó una declaración a las afueras del recinto asistencial,
solicitando al denominado "Ejército de Alfie" que regresen a "sus vidas cotidianas", mientras él, su esposa Kate y quienes atienden al niño, se concentran en
entregarle "la dignidad y comodidad que necesita".
"Nuestras vidas ha sido perturbadas por la intensa atención hacia Alfie y su situación.
Nuestra pequeña familia junto con Alder Hey, se ha convertido en el centro de atención de muchas personas en todo el mundo y ha significado que
no hemos podido vivir nuestras vidas como quisiéramos", señaló Tom, según publicó el Daily Mail.
A continuación, el padre de Alfie
agradeció todo el apoyo que han recibido, al tiempo que pidió a quienes los han respaldado, que regresen a sus vidas cotidianas, de manera que junto a Kate puedan
formar una relación con el hospital donde está internado su hijo.
"Queremos agradecer al personas de Alder Hey en todos los niveles, por su dignidad y profesionalismo (...) Juntos reconocemos las tensiones que los eventos recientes nos han impuesto a todos y
ahora deseamos privacidad para todos los involucrados", agregó Tom.
El padre de Alfie añadió que
desde ahora en adelante él y su esposa trabajarán con los médicos, "en un plan que brinde a nuestro niño la dignidad y la comodidad que necesita".
Por esta razón, Tom
anunció que no realizarán más declaraciones ni entrevistas. "Espero que nos respeten", remató.
Alfie Evans está hospitalizado en el Alder Hey
desde diciembre de 2016 y actualmente
se encuentra en un estado semi-vegetal. Según los médicos que lo atienden, el pequeño
no puede escuchar, ver, oler o responder al tacto, y consideran que
mantenerlo con vida sería "cruel, injusto e inhumano".
Por esta razón,
solicitaron a la Justicia británica la autorización para su desconexión de las máquinas que lo mantienen con vida, una medida que
sus padres rechazaron y por la que
se embarcaron en una larga batalla judicial que finalmente perdieron.
El lunes pasado,
Alfie fue desconectado del soporte vital, a pesar de lo cual
ha continuado respirando por sus propios medios.