El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte
MANILA.- El
Presidente filipino, Rodrigo Duterte, rechazó las acusaciones de sexismo en su contra, tras
forzar a una mujer casada a darle un beso en la boca en un acto público en Seúl, durante su visita a Corea del Sur este fin de semana.
"Fue un espectáculo y a todo el mundo le gustó", dijo el Mandatario de 73 años este miércoles a la prensa tras su regreso a Manila. "No lo hago en público si hay malas intenciones", añadió.
El domingo pasado, durante una reunión con trabajadores expatriados en Corea del Sur, el Presidente llamó a dos mujeres al escenario con la excusa de regalarles un libro y a una de las asistentes le reclamó un beso en los labios.
En un principio, la mujer identificada como
Bea Kim se negó a besar la boca de Duterte, pero tras los gritos de júbilo por parte del público presente en la sala,
cedió ante la petición del jefe de Estado.
Duterte, calificado de misógino y machista en otras ocasiones, además aseguró que
"si todas las mujeres firmaran una petición pidiendo mi dimisión, renunciaría".
Desde su llegada al poder, hace dos años, el Presidente filipino ha sido criticado por sus declaraciones y su actitud con las mujeres.
En febrero de este año, por ejemplo, instó a los militares a disparar en la "vagina" de las guerrilleras comunistas para que no pudieran tener descendencia. Y antes de llegar a la presidencia, en junio de 2016, desató fuertes protestas por contar un chiste sobre una monja australiana violada y asesinada en un motín en una prisión en 1989.
