Hace una semana, la cuenta @coding.engineer publicó una imagen de Scott, desfilando, y contó parte de sus habilidades informáticas.
Captura de Instagram
SANTIAGO.- ¿Por qué una modelo no podría ser ingeniera de software? O, ¿por qué una programadora no podría tener como segundo trabajo desfilar para marcas como Victoria’s Secret?
Los prejuicios que suelen clasificar a las personas que se dedican a estas actividades cansaron a una modelo estadounidense, quien debió revelar en redes sociales parte de su currículum para que dejaran de dudar de sus capacidades.
Hace una semana, una cuenta de Instagram dedicada a la programación publicó una imagen de
Lyndsey Scott (31), quien que lleva 9
años desfilando para famosas marcas y Semanas de la Moda. En la imagen se leía,
"esta modelo de Victoria's Secret sabe programar en Python, C++, Java, MIPS y Objective-C", pero muchos usuarios dudaron de esto.
Entre los críticos, algunos dijeron que con suerte, Scott podría manejar los lenguajes de programación más básicos, algo que "cualquiera" podría hacer. Y otros no creyeron en ninguna de las habilidades informáticas de la mujer.
La modelo y programadora -que trabaja en un equipo, creando apps para Apple y tutoriales para iOS-, le contestó a quienes la cuestionaron, y tras indicar parte de su experiencia laboral fuera de la pasarela, agregó:
"Viendo estos comentarios, me pregunto por qué el 41% de las mujeres en carreras técnicas renuncian debido a un entorno de trabajo hostil".
Como una manera de crear consciencia sobre lo que considera, la discriminación femenina en la industria de la tecnología, la modelo compartió la publicación en su propia cuenta, señalando: "No estoy tratando de presumir (…) Solo declaro los hechos con la esperanza de convencer al menos a un comentarista negativo, de que los programadores pueden venir en todas las formas, tamaños, géneros, razas, etc. Para que lo piensen dos veces antes de dudar de otras mujeres y niñas con las que se encuentren en tecnología".
No es la primera vez que Scott habla de su otra vida laboral, la menos mediática. En 2014, recordando cómo partió su pasión por los lenguajes de programación en la adolescencia, también indicó que esta actividad no le jugó a favor para ser aceptada en el colegio. "(Por el constante bullying) ni siquiera podía mirar a la gente a la cara", dijo en 2014 a CNN.
Luego ingresó a la universidad, donde se especializó en informática y hasta en actuar, aunque sus comienzos laborales serían en la pasarela, el año 2009, con Calvin Klein en la Semana de la Moda de Nueva York. Con todo, siguió aprendiendo por su cuenta nuevas formas de programar, hasta que logró ingresar a ese campo de trabajo.
"Tenemos esta idea de que la gente en tecnología es y se debe ver de determinada forma", dijo entonces. "Ese estereotipo es destructivo y creo que es en parte, la razón de que los programadores femeninos y de minorías sean tan pocos".
