SANTIAGO.-
Una bolsa con dulces, chocolates y una nota donde se explica a los pasajeros de un avión que un niño pequeño viajará con ellos y los acompañará con variados estados de ánimo durante el vuelo, para algunos es un
tierno gesto, pero para otros
algo totalmente innecesario.El debate acerca de las bolsas se instauró a través de las redes sociales después de un largo viaje que debió realizar una familia coreana junto a su hijo de cuatro meses desde Seúl a San Francisco, Estados Unidos.
Para prevenir algún tipo de problema con los pasajeros, por los
posibles llantos de su hijo durante el viaje, la madre decidió llevar cerca de
200 bolsas pequeñas que contenían dulces, un pack de tapones de oídos y una nota.
"Hola soy
Junwoo, tengo cuatro meses y hoy viajaré a EE.UU. con mi madre y mi abuela. Estoy un poco
nervioso y asustado porque es mi primer vuelo, lo que significa que
puedo llorar o hacer mucho ruido. Intentaré estar callado, pero no puedo prometer nada.
Por favor perdóname. Es por esto que mi mamá preparó esta pequeña bolsa para ti", relataba la carta.
Uno de los pasajeros que recibió la nota,
Dave Corona quien además es padre de gemelos, publicó en su cuenta de
Facebook una fotografía del gesto, lo que generó varios comentarios apoyando, pero también criticando el regalo.
"
Un muy lindo gesto de la madre, cuando tienes hijos tienes que esperar lo inesperado", relató Dave.
Sin embargo, varios padres
no estuvieron de acuerdo con los comentarios de Corona. Un grupo de Facebook al que pertenecen varias madres de la ciudad de Nueva York, argumentó que todos
los padres tienen el mismo derecho de viajar al igual que los demás pasajeros.
"Los pequeños y sus familias están 100 por ciento autorizados para viajar al igual que cualquier otro y
ningún padre se debería sentir mal, culpable o tener la necesidad de entregar un regalo extra a los demás pasajeros para compensar el mal rato", publicó una de las comentaristas.
"
Creo que esto es absolutamente indignante. Nuestra cultura (norteamericana) se ha ido de las manos. Recién nacidos y niños son humanos. Los adultos deben tener más compasión y preocupación por los pequeños humanos", fue el comentario de una segunda madre.
Muchas personas argumentaron que el
estrés que produce el viajar con niños es muy alto como para agregar el peso extra, a la lista de cosas por hacer, el tener que comprar dulces y golosinas a los demás pasajeros.
Incomodidad versus chocolates
Ronita Kalra, es una de las madres que prefiere ahorrarse malos ratos y entregar una de las
bolsas de chocolates a los pasajeros que viajan cerca de ella y su hija. Cuenta que las razones para hacerlo es porque "
rompe el hielo rápidamente y a la gente le gusta".
"Niños siempre serán niños, pero la experiencia de otra persona puede simplemente arruinarse por culpa de ellos y alguno de estos
chocolates puede hacerlo más dulce y más fácil de llevar", contó Ronita.
Al principio los pasajeros se mostraron extrañados, contó Kalra, pero cuando leían la nota y sabían de lo que se trataba, intentaban ser más amables. "Inmediatamente preguntaban por la pequeña e incluso la saludaban", contó.
Por otro lado,
Emilie Adams, la fundadora de la plataforma The Connected Birth, educadora de párvulo y consejera de lactancia, es madre de dos niños y debe viajar en avión constantemente. A pesar de esto, cree que el
gesto de compensación es innecesario. "Tanta gente tiene y ha tenido niños pequeños. Ellos han estado en nuestros zapatos y son muchos más comprensivos de lo que las nuevas madres creen. Hay tanta ansiedad alrededor de ser padres de niños chicos y esta
idea de que estamos molestando al otro, es simplemente falsa", comentó Adams.
Por otro lado, la educadora cree que si hay algo que hará sentir mejor al padre durante el viaje, es mejor que lo haga.
"Simplemente no pienses que esto es algo que tienes que hacer o que se espera de ti", finalizó Emilie.